Capítulo 1
Fútbol y música. Esas fueron las tempranas pasiones que gobernaron la infancia de la intérprete y que le inculcaron dos figuras clave: Joan, su abuelo por parte materna, y Pilar, su abuela paterna.
Cuando a ella aún la llamaban por su nombre real, Carla Frigola, Joan Martínez Vilaseca era un mito del fútbol catalán. Como futbolista fue un referente del Espanyol entre 1963 y 1972 y como técnico se hizo célebre en el FC Barcelona, donde trabajó 30 años en la secretaría técnica y la dirección de cantera. Aunque en 2008 dijo adiós al club azulgrana, su nieta nunca lo vio jubilarse. “Seguía viajando mucho para ver jóvenes promesas, y si ibas a su casa tenía el Canal + puesto a todas horas. Se veía todos los partidos. Al resto no nos quedaba más remedio que sentarnos a su lado y verlo con él”, rememora.
En casa de la abuela, la cosa cambiaba. A Pilar Otín le encantaban las jotas, el género de su tierra natal, Aragón, y era feliz con tal de tener a alguien que le siguiera en uno de sus habituales arranques musicales. “Se pasaba todo el día cantando. En casa y con un grupo de amigas en el pueblo. Entre eso y que mi madre me compraba los discos del momento y me los ponía siempre en el coche, desarrollé mi gusto”, explica.
Al final, Carla y su hermano pequeño se repartieron la herencia. Él, seguidor acérrimo del Barça, eligió el fútbol. Ella, admiradora de voces como la de Beyoncé o Rihanna, se decantó por la música. A los siete años se apuntó a clases de piano y luego de canto; a los 12 empezó a subir vídeos a Instagram tocando o cantando, y hace poco más de dos años, a los 17, se lanzó a componer sus temas junto a su actual productor y representante, Guillem Ribera, de 21 años, que la descubrió en esa misma red social.
Capítulo 2
La cantante habla de su pasión por el fútbol y de los paralelismos entre el deporte y su carrera musical.
En ese momento, en junio de 2020, fue el momento en el que Carla se tomó en serio la posibilidad de dedicarse a la música. Acababa de aprobar la selectividad y había conseguido plaza para estudiar diseño de moda en la universidad, pero en vez de disfrutar de la libertad, nada más salir del confinamiento, decidió volverse a encerrar voluntariamente a trabajar en sus temas. El verano lo pasó yendo del dormitorio al estudio que montó en su propia casa. Día sí y día también, sin escatimar en horas invertidas, el despertador sonaba temprano porque su abuelo así se lo había enseñado: la disciplina como única fórmula para triunfar, o al menos intentarlo.
Antes que a ella, Martínez Vilaseca había captado y disciplinado a algunas de las leyendas de la mejor generación de la historia de LaLiga, como Iniesta o Puyol. El central y excapitán, de hecho, lo señaló tras su muerte el año pasado como un maestro y se confesó “eternamente agradecido” por unas enseñanzas que su nieta resume así. “La música sigue el mismo camino que el deporte. La constancia, el esfuerzo. Si quieres ser el mejor no te vale con hacer un buen partido. Hay que estar siempre a tope”.
Capítulo 3
En tres intensos meses de trabajo con Ribera tuvieron listas cuatro maquetas y el sí de Warner Music, que después de escuchar los temas aceptó participar en su distribución. Carla Frigo lo tenía todo para triunfar: de temas con una mezcla de pop, reguetón o trap, géneros en boga, a una estética potente en sintonía con la pujanza de lo urbano. Ingredientes a los que se sumó otro tan inesperado como decisivo para dar impulso a su popularidad antes de lanzar de Adentro, su primer sencillo, en noviembre de 2020: “Subí un vídeo a TikTok bailando con una camiseta de fútbol y la cosa se disparó”.
¿Qué canción cantarías en un estadio de LaLiga?
CARLA FRIGO - SO LOW
¿Qué canción escucharías para motivarte antes de un partido?
MARIA BECERRA - AUTOMÁTICO
¿Qué canción escucharías para celebrar una gran victoria?
SFERA EBBASTA - ITALIANO ANTHEM
¿Qué canción escucharías después de una derrota?
MACKLEMORE - WINGS
En cuestión de semanas, la artista pasó de tener 30.000 seguidores a cerca de un millón en la plataforma (hoy son más de tres millones). Para alguien que siempre cuidó sus apariciones en redes tan al detalle como la estrofa de cualquier canción, este bum fue una agradable sorpresa que le hizo darse cuenta del poder del fútbol para conectar con otras personas. También, de rebote, fue una forma descubrir la utilidad a un armario muy futbolero y al que no recurre tanto como le gustaría. “Yo iría cada día por la calle con una camiseta de fútbol. Cuando voy a las tiendas vintage las veo y me las pondría todas. Aunque luego me llamarían chaqueta y mi hermano seguro que me diría: ‘Carla, tía, apoya a un equipo, pero no a 40”, añade en tono de broma.
Capítulo 4
El gran reto de la cantante ahora es acercar al calor de los escenarios una carrera que nació y creció en un mundo virtual y pandémico. Tras salir a cantar una plaza de categoría como la sala Razzmatazz de Barcelona, lo que más ilusión le hizo fue estrenarse este verano en el festival Riverland de Asturias, por el que pasaron 20.000 asistentes.
Imágenes de la actuación de Carla Frigo en el festival Riverland el pasado junio.
Frente a tanta gente, cuenta, se siente poderosa. Antes de salir al escenario no hay nervios, sino “concentración” y una “sensación de adrenalina” por las ganas de demostrar el fruto de su esfuerzo. En un futuro fantasea se imagina recogiendo el testigo de su abuelo y pisar el Camp Nou para ser la protagonista por un instante. “Estar ya ahí antes un partido, con todo el mundo callado, unido por una misma pasión, es muy bonito. Si me pusiera a cantar con tanta gente concentrada en mi canción, en un sitio con tanto sentimiento, sería la combinación perfecta”.
Si quieres descubrir más historias como esta, entra en… Inspiradores