Los inquilinos de este inmueble están a punto de salir de vacaciones. Los Pérez-Fernández probarán a viajar en caravana; los Gómez-García han optado por un parque natural; María y Marta irán a un festival de música y Juan y José... bueno, estos han decidido quedarse en casa y aprovechar para hacer una reforma. ¿Cambiarán estos destinos su forma de reciclar?
La familia Pérez-Fernández, formada por un matrimonio jubilado y sus dos hijos mayores, se van de vacaciones por el norte de España en una autocaravana.
Residentes en una capital de provincia, a los Pérez-Fernández les apetece ir al campo en cuanto llega el buen tiempo. Cuentan con una casa rodante -así la llaman ellos- en propiedad, como 90.000 españoles más, según la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (Aseicar), que contabiliza autocaravanas, caravanas (se enganchan a otro vehículo) y furgonetas camperizadas (se puede dormir en ellas).
Existen 1.207 estacionamientos de parada y pernocta para autocaravanas en España.
El 60% son públicos y el 40%, privados.
Estos espacios han aumentado un 8,7% en los dos últimos años.
Asturias es la región con mayor densidad de áreas de este tipo (una por cada 158 km2).
Fuente: On Road Magazine (una publicación online especializada) vía AreasAc, la web que geolocaliza todos estos espacios
Los Pérez-Fernández no cesan en la tarea de reciclar cuando están de vacaciones. A pesar de encontrarse en espacios reducidos, se afanan en continuar con sus buenas prácticas. El 84,9% de las personas de 55 años o más separan los residuos, según el estudio de hábitos sobre reciclaje elaborado por Catchment para Ecoembes. Saben de sobra que las latas de bebidas y los envases de loncheados de embutido se deben depositar en el contenedor amarillo. Almacenan todos los residuos en una misma bolsa de plástico y en cuanto ven un contenedor apropiado -tienen especial pericia para detectarlos- se deshacen de ella.
Algunas de las áreas específicas para autocaravanas y similares, entre las que se incluyen campings y espacios habilitados en gasolineras, cuentan con cubos para reciclar.
La familia Gómez-García, formada por un matrimonio de mediana edad y dos hijos adolescentes, combinan un paseo por una ciudad monumental con una ruta por un parque natural.
Los Gómez-García siempre mandan un mensajito antes de reservar para preguntar si se pueden separar residuos en la casa donde se van a hospedar. Un estudio publicado por booking.com en 2021 afirma que el 60% de los encuestados se muestra molesto si no pueden reciclar en el alojamiento. Algunas plataformas animan a los anfitriones a habilitar distintos cubos para facilitar el reciclaje a los huéspedes.
Previsores como nadie, los Gómez-García llevan bolsas de distintos colores en la maleta para reciclar los días que están de vacaciones -un amigo de la familia les contó que existían también unas bolsas resistentes en forma de cubo con los tres colores que se pueden plegar para transportarlas con facilidad-. A la hora de las actividades, saben que algunos museos están siguiendo el ejemplo del de Salamanca, donde existen cubos azules para depositar los residuos como la propia entrada al espacio. También existen papeleras amarillas para deshacerse de los envases de plástico, latas o briks que hayan utilizado.
En España existen 152 parques naturales y 16 parques nacionales.
Picos de Europa se convirtió en el primer parque nacional de Europa, en 1918.
El más visitado es el del Teide, que atrajo a 4.330.994 excursionistas en 2018, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Son los últimos datos publicados.
No contentos con ver monumentos, siempre buscan una escapada a la naturaleza. Su última salida los ha llevado al Parque Natural de las Lagunas de Ruidera (Castilla-La Mancha), donde existen papeleras para separar los residuos. Siempre conviene devolver el folleto en el que se muestra la ruta a realizar por si se le puede dar otro uso, si no hay que depositarlo en un contenedor azul. El poncho para la lluvia cuesta doblarlo y guardarlo para otra ocasión pero conviene intentarlo. Si está inservible se debe tirar al contenedor de la fracción resto porque no es un envase.
A los Gómez-García les gusta preparar sus propios bocadillos cuando van al monte. El pan lo llevan en un envase de papel y el embutido viene en uno de plástico:
María Rodríguez y Marta González, pareja de 25 años, se escapan un fin de semana a un festival de música y pernoctan en el camping del propio evento.
María y Marta son asiduas a los festivales de música. Llevan acudiendo al FIB, que se celebra en julio en Benicàssim (Castellón), desde que son mayores de edad. A cada edición, y ya van siete, han ido perfeccionando esta escapada veraniega. Lo primero que hacen al llegar es instalarse en el espacio de acampada que habilita el evento. Allí hacen la previa: despliegan sombrillas y sillas portátiles, sacan las neveritas y toman las primeras cervezas. Y todos estos residuos (latas, platos de un solo uso, plástico de los hielos, botellines) van a los cubos amarillos, azules y verdes diseminados por el camping.
Los cinco festivales de música con más asistentes en 2022
Primavera Sound - Barcelona - 500.700
Mad Cool - Madrid - 310.000
Arenal Sound - Burriana (Castellón) - 300.000
Viña Rock - Villarobledo (Albacete) - 240.000
Rototom Sunsplash - Benicassim (Valencia) - 211.000
Fuente: APM (Asociación de Promotores Musicales)
Según el estudio de hábitos de Catchment para Ecoembes, el 81,5% de las personas con pareja, como María y Marta, afirma reciclar. Dentro del festival hacen gala de su compromiso. Utilizan vasos reutilizables, guardan las bolsas vacías de aperitivos en la mochila para tirarlos al cubo amarillo después y, a la hora de la recena, no dudan en depositar el cartón de la porción de pizza en el cubo azul. Lo único que no tiran es la pulserita de entrada, un recuerdo que guardan año a año. El FIB, el Arenal Sound o el Rototom son algunos de los festivales donde se puede reciclar.
Marta y María tienen claro dónde depositar la mayoría de envases que usan durante el festival. Solo una duda: si está muy manchado, ¿dónde tiro el cartón de la pizza?
Juan Martínez y José Rodríguez son dos amigos de 40 años que viven juntos en Madrid. Cuando todo el mundo se va de vacaciones, ellos se quedan para poner limpiar y ordenar su piso.
Móviles rotos, ropa en desuso, una silla rota, colecciones antiguas de DVD y CD… Son objetos de los que Juan y José, dos amigos madrileños, se deshacen durante su recurrente limpieza del hogar en agosto. Buscan por todos los armarios, almacenan los cachivaches en cajas y los llevan al punto limpio más cercano. También aprovechan este periodo para pintar las paredes y hacer algún pequeño arreglo pendiente. Son expertos: forran los muebles con papel de burbujas y cubren el suelo con papel marrón de pintor. Cuando terminan los trabajos, siempre surgen dudas de a dónde va todo esto.
Más de 1.700 puntos limpios fijos en España
Más de 180 puntos fijos móviles
Aproximadamente hay un punto limpio por cada 24.445 habitantes
Aquí puedes encontrar el más cercano
El 82,5% de los españoles de la edad de Juan y José afirman reciclar, según un estudio de hábitos elaborado por Catchment para Ecoembes. Estos dos amigos se van de vacaciones en septiembre, cuando la mayoría de la gente vuelve al trabajo. Solo se permiten una salida en agosto. Acuden al Parque de Atracciones de Madrid, donde siguen reciclando: las botellas de agua y los envoltorios del helado al amarillo, la caja del perrito caliente al azul y la capa de plástico de las atracciones acuáticas a la basura normal. Además del de Madrid, parques temáticos como Faunia, Parque Warner o Port Aventura también cuentan con recogida selectiva.