PubliEspecial Arla

¿Cómo se consigue un queso sabroso?

Con una vaca feliz

Con el retorno a los sistemas tradicionales en el cuidado de los animales, se consiguen alimentos más sabrosos. Para prueba, los quesos de Arla.

Queso Havarti cremoso

La vuelta a la producción natural de los alimentos y el cuidado ‘tradicional’ de los animales, como se hacía ‘antaño’, es ya mucho más que una tendencia o una moda. Es una realidad que responde a una motivación de lo más razonable: la apuesta por el sabor. No hay mejor marketing para una empresa dedicada a la alimentación que las características organolépticas de sus productos. Es decir, su sabor, olor y textura.

En el caso de los quesos, por ejemplo, estos tres elementos son fundamentales. Un modo infalible de conseguirlo es cuidando con mimo las vacas que dan la leche con que se elaboran. Los responsables de la compañía Arla Foods lo saben bien: llevan cerca de 140 años elaborando quesos de la mejor calidad y saben que el bienestar animal y la agricultura sostenible van de la mano cuando se busca producir quesos cremosos, que sepan realmente a leche de calidad. Su modo de ponerlo en práctica tiene que ver con el modo de trabajo de sus ganaderos -más de 13.400 en cooperativas de 12 países- con las vacas, a las que tratan de manera individual. “Es bueno para las vacas y para nuestros agricultores, porque las vacas sanas son vacas felices. Y las vacas felices producen más leche y de calidad superior”, comentan sus responsables.

Menú diario de una vaca Arla

  • 15 kilos de hierba

  • 30 kilos de mazorcas de maíz

  • 2 kilos de maíz

  • 2 kilos de heno

  • + vitaminas y minerales

Para conseguir un animal sano que produzca leche de calidad y quesos sabrosos, la multinacional nórdica sabe que la alimentación es fundamental. Por eso, sus ganaderos cuidan la lo que come cada vaca con un registro de información individual. De este modo, a cada animal de la granja se le puede ajustar la alimentación hasta el mínimo detalle, según sus necesidades. “Nuestros agricultores se preocupan por que las vacas reciban la nutrición adecuada, así como agua fresca y pura, en las cantidades necesarias. De hecho, la mayor parte de su alimentación se cosecha y se produce en la propia explotación”.

Además, el ganado es libre de caminar por amplias zonas de pastoreo, cerca de la estación de alimentación, la bandeja de agua, la sala de ordeño y sus camas. Teniendo en cuenta, eso sí, que el suelo sea lo suficientemente firme para que camine sin dificultad. Vamos, que su vida resulta casi envidiable. Con visitas diarias de los ganaderos, más de siete horas rumiando, más de dos comiendo, 13 horas descansando y durmiendo…

Todas estas medidas de mimo y cuidado garantizan al consumidor que los quesos Arla son productos 100% naturales y con todo el aporte de nutrientes que se puede esperar de los lácteos de mayor calidad. Y es así con toda la gama de quesos en lonchas o al corte de la compañía. Desde el ya clásico Havarti —su principal referencia— al Arla Madurado, un queso en lonchas para toda la familia, de sabor potente, rico en calcio y Vitamina B12 o la versión Light con un 58% menos de grasa para los que cuidan su línea. Pero también son deliciosos los recién llegados a la firma: Cheddar, Emmental y Mozzarella.