El proceso de creación que empieza por las manos. Sucede en el instante en que acaricia con sus palmas la superficie áspera del bloque de mármol o granito que va a transformar. Si salta la chispa, está listo para trabajar. Después, el cincel, la radial o el martillo, como extensiones de sus brazos, siguen el dictado de su mente sobre la roca. “Es como un diálogo”, describe el autor. A veces, es ella la que le dice por dónde ir y cuánto debe escarbar.
El camino es tan importante como el destino
La filosofía ‘geidō’ reivindica el valor de respetar el proceso creativo y disfrutarlo. Descubre cómo la sabiduría japonesa ayuda a vivir mejor y dónde encontrarla en España