Takashi Ochiai ha conocido a muchos takumis a lo largo de su vida. Ha visto trabajar a carpinteros, ceramistas y orfebres con una dedicación y minuciosidad únicas. También a muchos pasteleros. Aunque la tradición no los menciona, él cree que sus principios pueden aplicarse a su oficio.
Este veterano repostero comparte con los artesanos la pasión por el detalle, la perseverancia... “En el obrador debemos ser meticulosos y pacientes”, detalla. Ochiai cultiva la entrega y la constancia desde que puso las manos sobre la masa por primera vez, con 15 años, y poco después decidió que ese iba a ser su oficio. Hoy, a los 71, asegura, como un verdadero takumi, que no está satisfecho con sus destrezas. “Siempre puedo acercarme un poco más a la perfección”.