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La policía intervino a Villarejo cinco documentos estratégicos robados a Podemos

El comisario jubilado guardaba en sus ordenadores datos internos de la formación de izquierda, según la investigación judicial

Pablo Iglesias, en una rueda de prensa celebrada en el Congreso en diciembre de 2019.
Pablo Iglesias, en una rueda de prensa celebrada en el Congreso en diciembre de 2019.Jaime Villanueva

El comisario jubilado José Manuel Villarejo, en prisión desde noviembre de 2017, guardaba en los equipos informáticos que le intervino la policía en su domicilio de Boadilla del Monte (Madrid) al menos cinco documentos de carácter interno de Podemos sobre su estrategia política y electoral. Los datos confidenciales procedían supuestamente del robo en noviembre de 2015, un mes antes de las elecciones generales de aquel año, del móvil de Dina Bousselham, colaboradora del líder de la formación y actual vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y fueron difundidos meses después en un medio de comunicación.

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Un informe de la Policía Nacional incorporado en mayo de 2019 al sumario abierto para investigar la mafia policial presuntamente encabezada por Villarejo, y al que ha tenido acceso EL PAÍS, recalca que estos documentos confidenciales fueron localizados dentro de dos archivos informáticos bautizados con los nombres de Dina2 y Dina3, en referencia a Bousselham. En el móvil de esta antigua colaboradora de Iglesias había documentos de trabajo de la formación, además de otros de carácter privado. El presunto espionaje del comisario jubilado a Iglesias forma parte de la pieza separada número 10 del llamado caso Villarejo, sobre la que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha levantado recientemente el secreto de sumario.

Los investigadores de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional detallan en este informe que uno de esos documentos es un dosier de 58 páginas que la formación de Iglesias elaboró para preparar la intervención de su líder en el programa de televisión Salvados en el que iba a tener un “cara a cara” con el entonces máximo dirigente de Ciudadanos, Albert Rivera. El segundo, denominado Estrategia de comunicación del secretario general, es un documento de abril de 2015 elaborado por el equipo de comunicación de “PI” (acrónimo de Pablo Iglesias) de 38 folios. También fue hallado otro de 29 páginas titulado Informe de valoración de la campaña: área de estrategia y campaña.

Finalmente, la policía destaca el hallazgo de dos informes, de cinco y siete páginas respectivamente, sobre el seguimiento que la formación hizo de las intervenciones públicas de Iglesias los días 30 de abril y 4 de mayo de 2015, durante la campaña electoral de las autonómicas y municipales de aquel año. El documento policial destaca que parte del contenido de estos cinco documentos fue publicado “en fechas posteriores a la sustracción” del móvil de la colaboradora de Iglesias en el diario digital El Confidencial.

Los agentes también señalan en su informe que están investigando la publicación en El Mundo y Ok Diario del llamado Informe PISA (acrónimo de Pablo Iglesias SA), un documento elaborado presuntamente por la llamada brigada patriótica —el grupo de agentes que, durante la etapa de Jorge Fernández Díaz al frente del Ministerio del Interior, espió supuestamente a rivales políticos del PP— sobre una supuesta financiación irregular de Podemos. El Informe PISA fue rechazado por la justicia por su falta de “verosimilitud”. Los policías informan al juez de que están intentando encontrar similitudes entre el contenido del documento sobre las finanzas de Podemos y otros “obrantes en las carpetas intervenidas durante el registro practicado en el domicilio de José Manuel Villarejo”.

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Inicio de la investigación

García-Castellón y la Fiscalía Anticorrupción abrieron la pieza Dina en el caso Villarejo para investigar un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos después de que la policía remitiera a la Audiencia Nacional un oficio el 19 de marzo de 2019 en el que anunciaban el hallazgo de “nuevos hechos” durante el análisis de los documentos en papel y soporte digital intervenidos en el registro de la vivienda del comisario. En el mismo, los agentes detallaban el hallazgo de las dos carpetas que, según destacaba un escrito posterior de la Fiscalía, “albergaban una importante cantidad de documentos pertenecientes a la Dina Bousselham”.

Anticorrupción considera que toda esta información “parece provenir de una extracción de datos de un teléfono móvil utilizado por Dina”. Este dispositivo “alberga multitud de información de la usuaria, tanto datos personales, bancarios, fotografías de carácter íntimo, además de contener comunicaciones con terceros a través de correos electrónicos o diversas aplicaciones para telefonía móvil (WhatsApp y Telegram), archivos de vídeo y audio…”, explica la Fiscalía. Buena parte de estos documentos están fechados en 2014 y 2015, recuerda el ministerio público.

Otra parte de toda esta información (unos mensajes privados intercambiados en un chat entre miembros del partido en los que se hacía referencia a una presentadora de televisión) fue publicada posteriormente en el digital OK Diario, dirigido por Eduardo Inda. “Se han localizado hasta siete comunicaciones pertenecientes a redes sociales cuyo contenido fue publicado en este diario en los siguientes días, incorporando en cada caso a la noticia una imagen o captura de pantalla de chat”, detalla el ministerio público.

A raíz de los descubrimientos de los investigadores, el juez García-Castellón envió a la policía en abril del pasado año a Ok Diario para exigirle la entrega de la información que tuvieran del móvil de Bousselham. También le exigió a ese medio de comunicación que se abstuviera “de la difusión de cualesquiera imágenes o informaciones obtenidas directamente o indirectamente de la extracción de datos del teléfono” de la antigua asistente de Iglesias.

El comisario dice que guardó la información “de recuerdo”

Durante el interrogatorio de la Fiscalía, José Manuel Villarejo echó balones fuera. "No hay ningún robo de ese teléfono, ni nadie me encarga que robe nada", afirmó el comisario jubilado el 28 de marzo de 2019 ante el juez, antes de asegurar que el entonces director de Interviú, Alberto Pozas, fue quien le entregó un pendrive con los datos del móvil sustraído a la colaborada de Pablo Iglesias. Una versión que pone en duda Anticorrupción, ya que un redactor de la revista le preguntó en esa época al agente de la policía por el contenido del USB. Por tanto, ¿por qué iba a hacer eso si los periodistas ya lo tenían?

Villarejo dijo que analizó los datos del pendrive por encima antes de entregarlo en la Dirección Adjunta de la Policía, encabezada entonces por el comisario Eugenio Pino, y que, posteriormente, guardó varias copias: "Me la quedé de recuerdo. Lo mismo que tengo esos pasaportes de hace 30 o 40 años".

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