¿Por qué no tiene nombre este temporal con rachas de hasta 156 kilómetros por hora?

A pesar de que este viernes hay hasta 33 avisos por fuertes vientos en España, 18 de ellos naranjas por rachas huracanadas de hasta 120 kilómetros por hora, y de que se han medido ya hasta 156 kilómetros por hora en Bizkaia, este temporal no tiene nombre. Las borrascas atlánticas así de profundas son bautizadas en Europa para alertar a la población de los riesgos que conllevan, pero su nombramiento no es automático, ni sencillo, ni unitario. En este caso concreto, está demasiado lejos como para que España la nombre, en cuyo caso le correspondería Daniel, según la lista anunciada a principios de la temporada.

"Hay dos regiones de nombramiento de borrascas, el suroeste, formado por España, Portugal, Francia y Bélgica, y el oeste, por el Reino Unido, Irlanda y Holanda", explica el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) Rubén del Campo. Cada grupo tiene su propia lista de nombres y si uno de ellos bautiza a un fenómeno, el otro lo adoptará aunque no esté en la suya.

El encargado de decidir si una borrasca es lo suficientemente potente como para personalizarla es el país al que afecta primero, que ahora ha sido Irlanda. En la lista del oeste, a esta borrasca le habría tocado ser Brendan, pero no han dado el paso de nombrarla porque no están sufriendo vientos tan fuertes como en Francia o España. En el Reino Unido e Irlanda hubo el jueves avisos amarillos, el nivel más bajo de la escala, por vientos y por temporal marítimo.

"En el caso de España, los vientos son muy fuertes porque se suma la influencia de esta borrasca, que se encuentra muy al norte, sobre las islas Británicas, a la posición del anticiclón de las Azores. Entre ambos se genera un amplio pasillo de vientos muy fuertes a causa de la gran diferencia de presión entre la borrasca y el anticiclón", explica el portavoz de la Aemet. Francia también tiene activos avisos naranjas para este viernes en el suroeste.

El proceso de nombramiento de los huracanes es muy diferente. "Cuando se forma un ciclón tropical [depresión tropical, tormenta tropical o huracán] en el Atlántico, el Centro Nacional de Huracanes de EE UU, con sede en Miami, automáticamente lo bautiza", recuerda Del Campo. En Europa, el nombramiento se produce a criterio de las agencias meteorológicas nacionales. Primero se debate en su seno si se dan las condiciones necesarias, y luego hay que poner de acuerdo al resto de países que conforman el grupo.

Y en medio de este complejo proceso, Alemania permite adoptar fenómenos adversos desde 1954. La Universidad Libre de Berlín pone nombre a anticiclones y borrascas a sugerencia de personas que patrocinan centros de altas y bajas presiones. Una borrasca cuesta 199 euros y un anticiclón, 299, porque son más duraderos. Los fondos se dedican a la investigación.