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El WhatsApp de la asesinada en el caso de la CAM se activó tras recibir los dos disparos

Un informático abre otra incógnita en el juicio contra el yerno de María del Carmen Martínez, acusado de su muerte en 2016

Alicante -
Miguel López, acusado por el asesinato de María del Carmen Martínez, a su llegada a la Audiencia. EFE/Morell
Miguel López, acusado por el asesinato de María del Carmen Martínez, a su llegada a la Audiencia. EFE/MorellMORELL (EFE)

El WhatsApp del móvil personal de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de Caja Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, fallecida a tiros en diciembre de 2016 en Alicante, fue "pulsado" manualmente 20 segundos después de que, desde otro teléfono, se diera aviso al 112 para pedir auxilio. Así lo ha testificado el perito informático que se ha encargado del volcado de los datos del móvil de la víctima, quien ha informado de que el 9 de diciembre de 2016 a las 18 horas, 55 minutos y 23 segundos se abrió la aplicación de WhatsApp y ha recalcado que esto no pudo ocurrir "automáticamente" sino que se hizo de forma manual.

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En la duodécima sesión del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial por este crimen, en el que el único acusado es el yerno, Miguel López, este dato que, en principio, resulta sorprendente y contradictorio ha centrado parte de las preguntas de las partes. El perito ha insistido en que se abrió manualmente y que, según el volcado de los datos, no se envió ni se recibió mensaje alguno.

El teléfono de la víctima, al abrirse la red social, recibió 538.000 bites, que se explican en la transmisión de datos entre el terminal y el servidor de WhatsApp para, por ejemplo, actualizar los contactos que están "en línea". 

Este testimonio se ha producido después del albacea de la fallecida, José Luis Albarracín, quien ha indicado que el grupo empresarial de la familia en el momento del crimen valía entre 120 y 150 millones de euros y que la fallecida pretendía cambiar los estatutos para trasladar a su hijo primogénito la llamada "participación privilegiada" o "acción de oro", que da un peso especial y la posibilidad de veto en las decisiones empresariales.

María del Carmen Martínez falleció desangrada en torno a las 19.00 del 9 de diciembre de 2016 tras recibir dos disparos en la cabeza cuando fue a recoger un coche de su propiedad en el lavadero del concesionario que regentaba Miguel López.

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