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El ‘simpa’ de 416 euros en marisco y cerveza de un italiano en Formentera

La Guardia Civil detuvo la semana pasada a un hombre que se dio un festín y se negó a pagar la cuenta alegando que no tenía dinero

Uno de los platos del restaurante y sus vistas.
Uno de los platos del restaurante y sus vistas.Web de Es Moli de Sal
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La noche del miércoles 17 un hombre de nacionalidad italiana, con una mochila al hombro, entró en el afamado restaurante Es Molí de Sal de Formentera. Un local conocido entre la jet-set y el famoseo que cada verano planta sus yates en los alrededores de la paradisíaca playa de Illetes. No tenía reserva previa, pero el establecimiento disponía de una mesa libre para este hombre de altura y peso desproporcionados. El encargado le guio hasta un rincón. El hombre dejó su mochila apoyada en la silla y pidió la carta mientras departía con los camareros narrando sus peripecias como chef.

Tras echar una ojeada comenzó el festín. Varios platos de ostras a seis euros la unidad, una bandeja de gambas de Formentera a la sal a 40 euros, un plato de espagueti con almejas a 25 euros y todo lo que se le fue pasando por la cabeza regado con más de un litro y medio de cerveza. La sorpresa llegó cuando los camareros le plantaron la cuenta en la mesa. Nada menos que 416 euros por el banquete nocturno. El hombre les dijo que no tenía intención de pagar la factura y el encargado del restaurante tuvo que llamar a la Guardia Civil.

“Al sacar la cuenta y ver el importe nos dijo que no quería pagar y que solo abonaría la mitad porque no tenía dinero. Le dije que sacara entonces los 200 euros y dijo que tampoco los tenía y que nos ofrecía la ropa que llevaba en la mochila por valor de 175 euros para saldar la deuda” relata el encargado del restaurante, Gianluca Casali, que cree que el hombre intentó realizar una estafa extendida en Italia que permite a muchos delincuentes salir impunes porque las cuentas a pagar son por cantidades bajas y los propietarios de los restaurantes terminan por no llamar a las autoridades.

Sin embargo, Casali explica que decidieron llamar a la Guardia Civil porque la factura era elevada y superaba los 400 euros. Los agentes se desplazaron al restaurante y comprobaron que el sujeto no tenía dinero, ni hotel ni apartamento reservado en Formentera ni un domicilio fijo, por lo que le detuvieron acusado de un presunto delito de estafa. “Nunca nos había ocurrido, alguno se había escapado alguna vez sin pagar, pero nadie se había negado a abonar la cuenta tras darse una cena como esa”, subraya el encargado. El italiano quedó en libertad horas después de ser detenido.

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