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El Congreso se despide de la legislatura con signos de fuerte renovación en los partidos

Dudas sobre la continuidad de los veteranos portavoces nacionalistas catalanes Carles Campuzano y Joan Tardá

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, este jueves durante la última sesión del Congreso. En vídeo, el discurso de despedida de Ana Pastor.Vídeo: CHEMA MOYA (EFE) | EPV

Emoción, nervios e incertidumbre. Las sesiones de despedida en las Cortes suelen acumular esos sentimientos y la de este jueves en el Congreso, transmitió además signos de gran renovación en los principales partidos para la cámara que salga de las elecciones del 28-A. Varios dirigentes consultados auguran cambios superiores al 50% de sus 350 diputados. Los líderes del PSOE, Pedro Sánchez, y del PP, Pablo Casado, aprovecharán para diseñar sus grupos a medida. Y los veteranos portavoces nacionalistas catalanes no tienen clara su continuidad.

Gonzalo Palacín, diputado aragonés y socialista, portavoz de Economía y del mundo rural, tuvo el honor de poner el broche sobre las 13.15 horas de ayer a esta extraña XII legislatura, tan llena de primeras veces. Accedió al atril, soltó las críticas que tenía preparadas sobre sus conclusiones para el dictamen de la Comisión de Investigación de la Crisis de las Cajas (uno de los últimos puntos del orden del día de la sesión final) y aprovechó para despedirse de todos: “No sé qué pasará en las elecciones, ni cuantos volveremos o repetirán, pero sí sé que en el grupo socialista serán muchos más”. Fue un desiderátum que coincidió casi con la publicación por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de su último barómetro político que concede al PSOE (33,3%) casi el doble de perspectivas de voto que al PP, su siguiente adversario (16,7%).

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En los pasillos de la cámara se cruzaban entonces los portavoces que se asaeteaban los datos del sondeo como amenazas o chanzas mientras se daban el pésame o ánimos ante la quiniela en marcha ya de las listas. La portavoz del PP, Dolors Montserrat, se mofaba de que el responsable del CIS, Félix Tezanos, no le hubiera pronosticado el 100% de los votos a Sánchez. Y una diputada popular bromeaba con un compañero de bancada: “Yo quiero un novio que me mienta como el CIS”. Lo que nadie pone en duda es que el PSOE dispondrá de más escaños que ahora. El factor Gobierno, la proyección que facilita La Moncloa y el BOE, más el espacio que las crisis de Podemos ha dejado por la izquierda y el escoramiento de Ciudadanos a la derecha, entrega a los socialistas mucho más campo de juego en el centro. Una media de casi todas las encuestas le da entre 20 y 40 actas más que las 84 actuales, su peor resultado histórico.

En las filas del PSOE se espera, además, una potente renovación. La victoria de Pedro Sánchez frente a Susana Díaz en las primarias determinará la composición de las candidaturas. El poder del actual secretario general se ha acrecentado desde que en junio accedió a la presidencia del Gobierno a través de la primera moción de censura que prospera en esta etapa democrática. Los diputados que más se significaron a favor de Díaz no repetirán, como sucederá con los casos de José María Barreda o Soraya Rodríguez. Y más.

El pasado martes, en la reunión del grupo socialista, Barreda tomó el micrófono para despedirse con elegancia y recurrió a un legendario chiste político para dejar su mensaje: “Esto es como esa reunión en Cuba del PCE en la que un militante le dice a otro, oye que no viniste a la última reunión del partido y ese le contesta: habría ido si hubiera sabido que era la última”.

Habrá muchos más relevos, como sucederá dentro del PP, que estaba formado a imagen y semejanza de su anterior líder, Mariano Rajoy, y con un grupo muy amplio de veteranos parlamentarios que merodean los 70 años y que han avanzado su marcha: Jesús Posada, Teófila Martínez, Celia Villalobos, Teófilo de Luis, Rafael Merino, Teresa de Lara... La feroz política catalana provocará consecuencias en el Congreso. El portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano, diputado desde 1996, no tiene asegurado su puesto. Le gustaría seguir, concedió ayer, si el soberanismo futuro fuera “sereno, útil y eficaz”. No está en su mano. De Joan Tardà, portavoz de ERC desde 2004 y también en duda, se despidió el propio Sánchez al final del pleno del miércoles. Ayer ellos y otros muchos se regalaron a la salida del hemiciclo muchas fotos, abrazos y parabienes muy sinceros.

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Para la historia y el diario de sesiones quedarán las últimas iniciativas aprobadas: un decreto ley de medidas urgentes en el ámbito de la Ciencia, la Tecnología, la Innovación y la Universidad y otro para las islas Baleares. El resto decaerán al estar al comienzo de su trámite y disolverse ya formalmente las Cortes el 5 de marzo.

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