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PP, Cs y Vox escenifican el frente contra Sánchez con una gran protesta

Casado, Rivera y Abascal posan juntos por primera vez y acusan a Sánchez de ceder a las 21 condiciones de Torra

En foto, de izquierda a derecha: Rocío Monasterio (Vox), Javier Ortega Smith (Vox), Santiago Abascal (Vox), Cristiano Brown (UPyD), Javier Maroto (PP), Pablo Casado (PP), Carmen Moriyón (Foro Asturias), Yolanda Ibáñez (UPN), Begoña Villacís (Ciudadanos), Albert Rivera (Ciudadanos) e Ignacio Aguado (Ciudadanos). En vídeo, El PP, Ciudadanos y Vox reúnen a miles de personas en Madrid contra la “deriva suicida” de Sánchez.Vídeo: Carlos Rosillo | epv

Unidos frente a un adversario común, Pedro Sánchez, los líderes del PP, Ciudadanos y Vox reunieron este domingo en la madrileña plaza de Colón a decenas de miles de personas —45.000 según la Delegación del Gobierno; 200.000 según los convocantes—. El manifiesto pactado entre los tres partidos acusa al presidente del Gobierno de haber “traicionado” a España al haber aceptado las 21 exigencias del independentismo, pese a que el Ejecutivo ha dado por rotas las negociaciones con los soberanistas. La concentración dejó una imagen que Ciudadanos había evitado hasta ahora: Casado, Rivera y Abascal juntos.

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En la moviola de la primera manifestación contra Sánchez, unos dirán que fue un éxito, y otros que un pinchazo. Pero este domingo, en la imagen de la riada de banderas españolas en Colón convocadas por PP, Ciudadanos y Vox, unos ganaron más que otros.

Vox, un partido sin representación en el Congreso, consiguió situarse, literalmente, a la misma altura, compartiendo escenario con una formación que ha gobernado España durante casi 15 años y con otra que cuenta con 32 escaños. Victoria limpia del partido de Santiago Abascal.

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El PP, que el pasado miércoles corrió más que ninguno a la Delegación del Gobierno a fin de pedir permiso para la concentración, logró dar una imagen de unidad frente a las críticas internas —con casi pleno de barones— y colocarse, literalmente, en el centro de la imagen, reforzando su nuevo eslogan — “Somos el único partido que puede pactar a izquierda y derecha”—. Pero en la despedida de Casado, donde había peleas a brazo partido para darle besos y apretones de mano, muchos le pidieron que presentara una moción de censura. El PP no cuenta con los apoyos necesarios para desalojar a Sánchez desde el Parlamento. Y la imagen en Colón evidencia que ahora tiene que compartir espacio con Vox y Ciudadanos, cuando hace unos años solo sus siglas bastaban para llenar esa misma plaza contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Victoria importante, pero con algún rasguño, del partido de Casado.

Ciudadanos logró firmar una foto multitudinaria de protesta contra Sánchez, pero en el pódium de ganadores, este domingo parecía el que más había perdido de los tres. Tras evitarlo durante meses, Rivera se dejó fotografiar con la extrema derecha, y las siete cabezas que puso entre él y Abascal, en una melé de dirigentes y de siglas, no evitaron que el líder de quien se erige como el único partido “de centro” y el político que llama al PP “derechita cobarde” compartieran plano y mensaje: los enemigos del PP, Vox y Ciudadanos son también los enemigos de España. Victoria con posibles lesionados para futuras citas electorales del partido de Rivera.

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Fue precisamente el intento de restar protagonismo a Vox lo que llevó al PP y a Ciudadanos a pactar no hacer discursos políticos sobre el escenario y que fueran miembros de la sociedad civil los que leyeran un manifiesto consensuado por los tres partidos. El texto se parecía mucho más al lenguaje duro empleado por Casado y Abascal que al discurso que hasta hoy utilizaba Ciudadanos.

Vista aérea de la plaza de Colón durante la concentración.
Vista aérea de la plaza de Colón durante la concentración.Jaime Villanueva

Del micrófono —por el que hablaron los tres líderes antes de que comenzara la protesta— al manifiesto —que leyeron tres periodistas— el tono subió varios decibelios. El líder de Ciudadanos habló, a su llegada a la concentración, de “oleada de dignidad”. En el manifiesto leído en la tribuna, se denunció una supuesta “deriva suicida” de Sánchez y se acusó al presidente del Gobierno de haber “traicionado” y dado una “puñalada por la espalda a España” al haber “aceptado las 21 exigencias del secesionismo”, en alusión al documento de peticiones de Quim Torra. El Ejecutivo ni ha reconocido “el derecho de autodeterminación de Cataluña” ni ha permitido un “mediador internacional” —dos de las exigencias de ese listado— y el pasado viernes dio por rotas las negociaciones con los independentistas.

También el PP recurrió a expresiones de Vox, como “reconquista”. “El tiempo de Sánchez ha acabado. No cabe más rendición socialista ni más chantaje independentista. Hoy empieza la reconquista”, declaró Casado a su llegada a Colón. Abascal, que fue recibido al grito de “¡presidente, presidente!”, aseguró que “el golpe” en Cataluña debe “sofocarse hasta las últimas consecuencias”.

Los periodistas encargados de leer el manifiesto —María Claver, Carlos Cuesta y Albert Castillón— enumeraron las supuestas cesiones de Sánchez al independentismo, como “recibir con lazos amarillos al presidente de la Generalitat en La Moncloa —el único era el que llevaba en la solapa el líder del Gobierno catalán—, trasladar a los políticos presos a la cárcel de Lledoners — han estado tanto tiempo encarcelados en Cataluña como en Madrid— u ofrecer la soberanía nacional a cambio de aprobar los Presupuestos —ERC y PDeCAT han presentado enmiendas a la totalidad del proyecto de Cuentas del Gobierno—”.

Tras la lectura del manifiesto, llegó la foto de familia y la polémica. Según fuentes del PP y de Vox, ambos partidos habían pactado con Ciudadanos, antes del acto, que sus respectivos líderes subieran escenario para retratarse con representantes de Foro Asturias, UPN, Par y UPyD. Pero, según Ciudadanos, no había nada pactado y fue el PP quien forzó la fotografía.

Le preocupaba al PP y a Ciudadanos que la presencia de grupos como Falange les reventara la manifestación con banderas preconstitucionales, pero su presencia pasó desapercibida.

El acto terminó con el himno de España y vivas al Rey. Los buses fletados por el PP y Ciudadanos desde distintas ciudades españolas para llenar Colón hicieron el camino de vuelta. María San Gil y Jaime Mayor Oreja hacían un doble regreso: tras alejarse del partido por entender que se había relajado en ideología, este domingo volvieron a la calle para arropar al nuevo líder, Pablo Casado. También el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa se despidió hasta la siguiente. En el último mes ha acudido a dos actos convocados por el PP, que advierte de que la protesta de este domingo fue solo la primera.

Este es el manifiesto íntegro que ha sido leído en la protesta de hoy en la plaza de Colón

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