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Un mando policial justifica el espionaje a Bárcenas en la alarma social creada por la caja b del PP

El comisario García Castaño insiste en su segundo día de declaración que cumplía órdenes y señala a su superior, Eugenio Pino, como su responsable

Óscar López-Fonseca
El comisario Enrique García Castaño 'El Gordo', el jueves, a la entrada de la Audiencia Nacional.
El comisario Enrique García Castaño 'El Gordo', el jueves, a la entrada de la Audiencia Nacional.Inma Flores

El comisario Enrique García Castaño, uno de los altos mandos policiales imputados en la llamada Operación Kitchen, ha asegurado este viernes al juez Manuel García-Castellón, instructor del sumario en el que se investigan las actividades del comisario José Manuel Villarejo, que el Ministerio del Interior decidió en 2013 espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas por la “alarma social” que entonces había provocado su contabilidad manuscrita sobre la caja b del partido. García Castaño, que acudía a declarar como imputado por segundo día consecutivo, volvió a insistir en que el dispositivo en el que participó fue absolutamente "legal" y tenía como objetivo localizar las cuentas y testaferros que el político pudiera estar utilizando para ocultar en el extranjero su fortuna. También ha afirmado que el máximo responsable del operativo era otro comisario, Eugenio Pino, entonces número dos de la Policía Nacional en su condición de director adjunto operativo (DAO) y, por tanto, su superior jerárquico.

García Castaño era, cuando se produjo el espionaje —2013 y 2014—, el máximo responsable de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), un grupo policial adscrito a la lucha antiterrorista especializado en seguimientos e instalación de dispositivos de control de sospechosos que colaboraba con otras unidades policiales. Según fuentes jurídicas, en su declaración de este viernes, el comisario aseguró que fue en su condición de experto por lo que se reclamó su participación en el espionaje a Bárcenas, que él ha insistido en calificar de “legal”. En este sentido, insistió en que él se limitó a hacer su trabajo y “cumplir órdenes”. Según ha comentado a un grupo de periodistas al salir de declarar, su participación fue “una operación oficial de apoyo a la policía que investigaba a Bárcenas”.

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El antiguo jefe de la UCAO también ha asegurado que todos los trabajos que él y sus subordinados hicieron se plasmaron en documentos oficiales. En concreto, en las denominadas “notas informativas”, documentos internos policiales en los que los agentes dan cuenta a sus superiores de las gestiones realizadas y su resultado. Dichas notas se registran y se envían a la unidad que las solicitó. En este caso, a la DAO que encabeza el comisario Pino. Según fuentes policiales, allí se registraban y se enviaba copia tanto a la Unidad de Asuntos Internos como la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), responsable entonces de la investigación del caso Gürtel y de los papeles de Bárcenas. Sin embargo, ninguno de estos documentos llegó nunca al entonces juez instructor del sumario, Pablo Ruz.

Este viernes, García Castaño ha detallado que uno de esos trabajos que realizó dentro de la investigación fue el seguimiento a un preso de origen dominicano que había coincidido en 2013 en la prisión de Soto del Real (Madrid) con Bárcenas en su primer encarcelamiento. Según la información facilitada por otro recluso captado como confidente por la Policía, este interno iba a aprovechar un permiso de salida para encriptar documentación que el extesorero supuestamente escondía en un almacenamiento virtual. Fue la unidad de este comisario quien se encargó de vigilar al preso y comprobar que nunca realizó el supuesto encargo y que pasó el fin de semana de juerga. Uno de los documentos que Interior ha localizado recientemente —y cuyo secreto ha levantado este viernes el Consejo de Ministros— es, precisamente, la nota informativa sobre este servicio, según detallan fuentes policiales.

El comisario también ha destacado durante su declaración que el operativo para seguir a Bárcenas nunca fue bautizada como Operación Kitchen, y ha achacado esa denominación al principal implicado en la trama, José Manuel Villarejo, quien cuando se produjo el espionaje ocupaba un puesto en la DAO bajo las órdenes directas de Pino. De hecho, cuando el Ministerio del Interior rastreó de orden del juez García Castellón y de su compañero José de la Mata —que instruye la investigación por los llamados papeles de Bárcenas— sus archivos en busca de los informes relacionados con los seguimientos al extesorero no encontró nada con dicha denominación. García Castaño también ha cargado contra el que fuera su compañero, al que ha acusado de mentir.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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