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Moreno abre un ciclo nuevo en Andalucía con el apoyo de PP, Ciudadanos y Vox

Díaz: “Adolfo Suárez enterró el franquismo y usted va a acceder a la Junta con los herederos del franquismo”

Susana Díaz felicita a Juan Manuel Moreno tras ser investido presidente andaluz. En el vídeo, el nuevo presidente de la Junta de Andalucía.Foto: atlas | Vídeo: ALEJANDRO RUESGA | ATLAS
Lourdes Lucio

A las 16.56 del miércoles 16 de enero de 2019, en la ciudad de Sevilla, el PSOE perdió la Junta de Andalucía tras 36 años y ocho meses de poder continuado. Juan Manuel Moreno (Barcelona, 1970), del Partido Popular, es ya el primer presidente no socialista de Andalucía. Los 26 diputados del grupo popular, los 21 de Ciudadanos y los 12 de Vox, los nuevos apóstoles de la ultraderecha, pronunciaron un alto y claro sí cuando la secretaria segunda del Parlamento llamó uno a uno a los 109 parlamentarios. Moreno formará un Gobierno de coalición al 50% con Ciudadanos y ha firmado un acuerdo de investidura con la extrema derecha, que tiene la llave de la estabilidad en la región más poblada de España.

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Nada más terminado el debate, la última presidenta socialista, Susana Díaz, fue la primera en felicitar a Moreno. Empieza una nueva época. El sillón verde del Gobierno lo ocuparán 11 consejeros, un vicepresidente y un presidente de PP y Ciudadanos. Los socialistas estrenarán oposición. Moreno tomará posesión del cargo el próximo viernes. El primer Consejo de Gobierno se celebrará el martes en Antequera (Málaga), una muestra de que el Ejecutivo autónomo ha empezado a mirar al oriente andaluz.

Susana Díaz empezó a ejercer la oposición, donde dice que permanecerá el tiempo que dure la legislatura. Su pronóstico es que será corta. El mensaje principal de la socialista fue el siguiente: el Gobierno es “legítimo”, pero de involución, porque “los votos de la extrema derecha” lo ha hecho posible. “Adolfo Suárez enterró el franquismo y usted va a acceder a la Junta con los herederos del franquismo”, le espetó Díaz a Moreno.

Díaz, que no paró de reírse, insistió en varias ocasiones en que existe un “pacto oculto” con Vox y aseguró que su partido se erige “en dique de contención del retroceso”. Cada vez son más los dirigentes, en un goteo continuo, que dudan de que la socialista aguante en los bancos de la oposición. “Ha ganado, pero es la responsable del fracaso y tiene el dudoso honor de perder la Junta de Andalucía”, confesaba un alto cargo con trienios.

En el PSOE aseguran que Díaz se refugiará más en el partido y que será su portavoz, Mario Jiménez, el que lleve el día a día en el Parlamento. La nueva etapa del PSOE andaluz empieza a escribirse a partir de este miércoles y será peor que la reciente. Hay una creciente preocupación en el partido por los mimbres para ejercer la oposición. De los 33 diputados socialistas, 10 son exconsejeros, una expresidenta y un expresidente del Parlamento. No hay puestos para situarlos a todos al frente de las presidencias de las comisiones parlamentarias, que es la forma de premiarlos (cobran más) y también de quitar de en medio a los que han ocupado altos puestos de responsabilidad en el Gobierno. Se sobreentiende que están capitidisminuidos para desde el primer minuto controlar a sus sucesores.

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A muchos teléfonos comenzaron a llegar mensajes de despedida de personas ligadas laboralmente a la Junta. “Este es mi correo y este seguirá siendo mi número. A vuestra disposición”. Fin del mensaje.

Díaz va a utilizar en el tiempo en el que esté en la Cámara autonómica para atacar al Gobierno de PP y Ciudadanos, con las propuestas de Vox, un partido que defiende la sustitución de la ley de la Memoria Democrática de Andalucía y la supresión de las leyes contra la violencia machista, la ley de Igualdad y la que protege los derechos del colectivo LGTBI. En los dos acuerdos firmados por el PP con Vox y con Ciudadanos no figuran esas iniciativas. Vox las defenderá, presentará todas las iniciativas que le permita el Reglamento para hacer llegar su mensaje, pero si el PP y, sobre todo, Ciudadanos no transigen (y aseguran que no), solo tendrán el apoyo de sus 12 diputados.

El portavoz de Ciudadanos y futuro vicepresidente de la Junta, Juan Marín, dejó dicho que solo le vincula los 90 puntos pactados con el PP. De los suscritos por el PP con la ultraderecha se desentiende.

Moreno aprovechó el debate con Susana Díaz para devolverle algunos de los puyazos que él recibió durante los cuatro años en los que él era el jefe de la oposición, en los que se sintió apabullado por la superioridad de su oponente cuando le insinuaba que trabajaba poco o que parecía un visitador médico. “¿Usted me habla de inestabilidad? ¿Usted me lo pregunta? ¿Usted, que quiso cambiar Andalucía por Madrid en esa ilusión por ser secretaria general de su partido y que paralizó Andalucía?”. Esa fue una. La otra fue: “Esto de mis niños, mis colegios, se ha acabado. Andalucía es más que el PSOE”. Recordaba así el uso frecuente del posesivo en Díaz: “Mis parados”, “mi gente”, “mis dependientes”, “mis jóvenes”.

Moreno también le reprochó que utilizara el lenguaje del miedo para hacer oposición. “No viene el Coco, señora Díaz, venimos a trabajar por Andalucía”.

En los bancos de la izquierda también estarán los 16 diputados de Adelante Andalucía, la coalición de Podemos e Izquierda Unida. Su portavoz, Teresa Rodríguez, basó su rechazo a Moreno en que es un Gobierno franquicia que pone en riesgo la autonomía, es para “los ricos” y no son cambio “sino reacción”. Una de las cosas interesantes de la legislatura será comprobar cómo será la convivencia en los bancos de la oposición de Adelante y el PSOE y de si son capaces de superar las pésimas relaciones personales entre sus líderes.

Una nube de periodistas y de dirigentes del PP rodearon a Moreno nada más ser elegido. La alegría de populares y Ciudadanos por el cambio político en Andalucía y la llegada a la cumbre política no oculta el vértigo que se vive en estas formaciones. A partir de los próximos meses el nuevo Gobierno andaluz tendrá que nombrar a centenares de altos cargos. Ciudadanos, con una endeble implantación territorial, no tiene banquillo y nunca ha tocado poder. “¿De dónde vamos a sacar a tanta gente solvente?”, se preguntan en esta formación. En el PP, que sí tiene músculo orgánico, el problema es otro, sabe que le va a costar fichar a profesionales de fuera para iniciar una carrera política incierta, sometida a muchos focos. La nueva etapa política en Andalucía ha comenzado a las 16.56 horas del miércoles 16 de enero de 2019, en la ciudad de Sevilla.

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