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Hallada en Castellón una espada medieval íntegra bajo el suelo de mortero de una fortificación

La rehabilitación del castillo del pueblo de Aín saca a la luz el arma del siglo XIV. Mide 94 centímetros de longitud y tiene una cruz de 13 centímetros y pomo esférico

Espada hallada en Castellón.
Espada hallada en Castellón.

Una espada medieval en muy buen estado de conservación y bautizada como espadana por los vecinos es lo que han sacado a la luz las excavaciones arqueológicas con motivo de la rehabilitación del castillo de Aín. Esta localidad de poco más de un centenar de habitantes en el interior de Castellón ha sido testigo del hallazgo de esta espada del siglo XIV que los técnicos encargados de las obras de la fortificación califican de “excepcional”. Es, dicen, “extremadamente inusual” localizar una pieza de este tipo en una prospección arqueológica. Lo es porque en la época “todos estos objetos se recuperaban; eran preciados, muy caros, pertenecientes a soldados profesionales o caballeros. No solían quedarse en el sitio tras ser abandonadas. Y las que se quedaban aparecen muy deterioradas o en fragmentos irreconocibles”, explica a EL PAÍS Vicente Vivó, el arqueólogo que dirige los trabajos.

“Aquí ha salido la espada totalmente entera. Obviamente, está oxidada, son más de seis siglos… pero está en un buen estado de conservación”, añade. Tiene 94 centímetros de longitud, una cruz de 13 centímetros y pomo esférico. En su empuñadura emergen dos aretes de bronce remachado a modo de virola que rodean la espiga y en la hoja se aprecia una acanaladura central. Por su tipología y contexto arqueológico, la espada dataría del siglo XIV. Seguramente se conservó como consecuencia de la destrucción del castillo durante la Guerra de los Dos Pedros (1356-1367), la contienda que enfrentó a Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón. Fue una destrucción abrupta.

Es “extremadamente inusual” localizar una pieza de este tipo porque en la época todos estos objetos se recuperaban; eran preciados, pertenecientes a soldados profesionales o caballeros. No solían quedarse en el sitio

Es parte de la información que arroja la pieza medieval, localizada en una estancia con suelo de mortero, una zona de hogar y un banco obrado, afirma Vivó. “Nos indica que el castillo fue destruido bruscamente, no dio tiempo a saquearlo, no se abandonó. Cayó sobre la espada tras un incendio o un ataque” durante el paso de los castellanos por la sierra donde se levanta Aín para alcanzar Valencia. Ello abriría la puerta a localizar más armas de este tipo. “Ojalá haya más, espero que sí. Aunque de momento no sabemos”, dice el arqueólogo.

Seis siglos después, la espadana sigue hablando. Arrojando datos. La calidad de su acero, plasmada en la hendidura central, eleva su valor e indica que fue elaborada posiblemente por un maestro armero, no por un herrero tradicional. Que fue una espada a medida. Por encargo. Para un guerrero destacado.

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La espada aguarda ahora su restauración por parte del Instituto Valenciano de Conservación y Recuperación de Bienes Culturales (Ivacor) “Los técnicos le darán el tratamiento necesario para estabilizarla y verán hasta qué punto pueden limpiar la hoja”, explica Vicente Vivó. El futuro de espadana se vislumbra museístico. “Es lo que nos han comentado, que se exhibirá en un museo importante, pero no nos han especificado más”, zanja Vivó.

La Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Aín cofinancian la segunda fase del proyecto para la consolidación del sector suroeste de la muralla del castillo de esta pequeña población castellonense, una actuación para frenar el deterioro de la fortificación y ponerla en valor como recurso cultural de primer orden.

La primera fase de los trabajos sirvió para consolidar una esquina de la muralla exterior que conservaba gran parte de su altura original. Las excavaciones arqueológicas desvelaron una estancia, con suelo de mortero y confirmaron las hipótesis de los técnicos sobre la posible existencia de un segundo muro paralelo al exterior que formaría estancias a lo largo de la muralla. La segunda fase del proyecto y la correspondiente excavación arqueológica han desvelado precisamente esto: la existencia de una habitación de mayores dimensiones que las anteriores, con suelo de mortero, una zona de hogar y un banco obrado. Es aquí donde se ha realizado el hallazgo de la espada. De espadana, que sigue hablando 650 años después.

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