_
_
_
_
_

A tiros contra la policía para proteger un zulo de hachís en Algeciras

Detenido un hombre que abrió fuego con un rifle cuando los agentes descubrieron una vivienda que servía como punto de almacenaje de droga

Jesús A. Cañas

"Alto, policía". El grito sonó, pasadas las ocho de la mañana del domingo pasado, como un anticipo de lo que iba a ocurrir justo después en una barriada de Algeciras (Cádiz). Un hombre, apostado en su vivienda, coge un rifle y abre fuego contra los agentes que están en el exterior. Media hora de refriega y tres tiros después, el autor de los disparos se entrega. En el interior de su casa, los investigadores encuentran el motivo de su agresividad: más de 400 kilos de hachís escondidos en un zulo oculto en el armario de un dormitorio.

La escena que se vivió el 9 de diciembre es la última batalla a la que se ha enfrentado la Policía Nacional en la guerra contra el narco que se vive en el Campo de Gibraltar. Desde el pasado mes de noviembre, los agentes en la zona han iniciado una investigación que persigue acabar con una de las piezas claves en el tráfico del hachís con Marruecos, las guarderías de la droga. Son viviendas o naves comerciales, ubicadas habitualmente en las afueras de las ciudades que las mafias emplean para ocultar los alijos de droga que traen en narcolanchas a través del Estrecho.

Más información
Incautadas 2,7 toneladas de hachís en la costa de Ayamonte
La Guardia Civil interviene 3,5 toneladas de hachís cerca de Algeciras

A sabiendas de que los traficantes aprovechan las horas de menor vigilancia policial para mover su mercancía, el dispositivo se ha centrado en realizar controles en zonas calientes durante las madrugadas y fines de semana. En el transcurso de esta investigación, la mañana del pasado domingo la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de Algeciras descubrió la presencia de un todoterreno —vehículo habitualmente usado para el transporte de la droga— en las inmediaciones de la barriada de La Bajadilla de Algeciras. Los agentes vieron cómo un hombre se apeaba del vehículo y se introducía en una vivienda de la calle Boquerón.

Al percatarse de la presencia de los investigadores, el sospechoso cerró apresuradamente la cancela de su vivienda. De nada sirvieron los gritos de "alto, policía" para que se detuviese, como explica un comunicado hecho público este miércoles. Los agentes rodearon la vivienda y pidieron refuerzos, ante la sospecha de que el hombre estuviera relacionado con las bandas del hachís de la zona. No necesitaron mucho tiempo para confirmar las sospechas.

Mientras que los agentes le interpelaban para que saliese, el sospechoso cogió un rifle y abrió fuego contra los agentes. Disparó en tres ocasiones. En una, el proyectil impactó en un muro, a 20 centímetros de donde se parapetaba un agente. Los otros dos disparos fueron contra la cancela de entrada a la vivienda. Justo al otro lado se encontraban más policías. Ambas balas atravesaron la puerta de hierro e impactaron contra vehículos estacionados en la calle.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La refriega se prolongó una media hora, tiempo en el que "se puso en grave riesgo la vida" de los agentes, según asegura la policía. Al saberse rodeado, el tirador decide entregarse, abrir la puerta de su vivienda y tirarse al suelo con las manos en alto. El hombre, de 35 años, estaba solo. En el registro de la casa, los investigadores localizaron el rifle del calibre 30/30, con el que el agresor acababa de efectuar los disparos a los agentes y los tres casquillos. En el patio trasero, los policías encontraron otra arma larga, un fusil del calibre 7/62.

Además, en su búsqueda, los agentes localizaron un zulo subterráneo, construido en el interior del armario del dormitorio principal. En el interior de este hueco había ocultos 12 fardos de hachís con un peso total de 408 kilos. En la casa se intervino también numerosa munición de distintos calibres: de 7/65, considerada como munición de arma de guerra; de 30/30, para arma larga tipo rifle, y de 9 mm, para pistolas de dicho calibre. Por último, en el operativo también se intervino un furgón que se empleaba para trasladar la droga.

La policía considera al detenido presunto autor de un delito contra la salud pública y otro de atentado contra los agentes de la autoridad. A la espera de pasar a disposición judicial, los agentes han descubierto que el investigado tiene "múltiples antecedentes policiales", aunque no han precisado por qué tipo de delitos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_