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Un día en un pueblo gobernado por la extrema derecha

En Cardeñuela Riopico no preocupa la unidad de España o la inmigración y el voto va a Vox porque "atiende sus problemas"

Nicasio Gómez, alcalde de Cardeñuela Riopico por Vox. En vídeo, las claves del partido de extrema derecha.Vídeo: R. ORDÓÑEZ / EPV

A los vecinos de Cardeñuela Riopico, municipio de Burgos de 128 habitantes, les preocupa que las calles estén asfaltadas y que funcionen las farolas. Pese a que la alcaldía está en manos de Vox desde 2015, la unidad de España y el control de la inmigración, dos de los estandartes de la formación, no monopolizan las conversaciones en los tres bares del pueblo, por el que pasa el Camino de Santiago. El respaldo a Vox es menos unánime de lo que sugieren los resultados. “Es que en los pueblos se eligen personas, no partidos políticos”, repiten algunos vecinos.

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“En principio, no caló Vox, gustó el equipo que presentamos”, comenta el alcalde, Nicasio Gómez. Exvotante del PP, de 73 años, se desilusionó cuando los populares “se olvidaron de cumplir las promesas”. Vox desembarcó en Cardeñuela Riopico con el apoyo del 43% de los electores y cuatro de los cinco concejales. Su antecesor en el gobierno local fue el PP. Y antes, los socialistas.

En pocas localidades de España Vox tiene un apoyo similar. En Barruelo del Valle, situado en Valladolid, 30 de 44 electores votaron por el partido en 2015. Los vecinos de Villaviciosa de Odón, en Madrid, dieron a Vox 1.922 votos y lo convirtieron en la segunda fuerza después del PP y antes de Ciudadanos.

El alcalde de Cardeñuela Riopico se muestra “absolutamente conforme con la línea que tiene Vox” y cita como ejes “el aborto, la unidad de España, no negociar con independentistas y hacer una política de ahorro”. Una mujer de 54 años que prefiere no decir su nombre reconoce que el partido que lidera Santiago Abascal “es un poco extremista”, pero justifica: “El país está muy feo. Cataluña está desbordada, Andalucía hace lo que quiere y al resto de las comunidades no les dan nada”. Recuerda entonces al dictador Francisco Franco: “Yo tenía 11 años cuando murió, pero recuerdo que no nos faltaba nada”.

Con todo, la mayor preocupación de los vecinos, según el alcalde, es la restauración del retablo de la iglesia Santa Eulalia, del siglo XVI. Victoria del Val, de 92 años, aportó algunas de sus pertenencias para vender en un mercadillo y recaudar los 50.000 euros que necesitan. Deja la política “para quienes saben solucionarlo mejor” que ella y dice que votó al alcalde por considerarlo “muy formal y honesto”.

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Lo que Mabel Arribas, de 31 años, quiere es que se arregle el patio de juegos para que sus dos hijos y los otros cuatro niños del pueblo lo disfruten. Asegura que “cada cual vota a quien le solucione lo que necesita”, pero si se las enumeran, dice estar de acuerdo con propuestas de Vox. En el acto del partido este domingo en Madrid no estaba el alcalde de Cardeñuela Riopico. Son las fiestas de una de las localidades del municipio y esa “es la obligación”.

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