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La llegada de migrantes colapsa los servicios de acogida en el Estrecho

Cientos de personas duermen hacinadas en cubiertas de barcos o en recintos improvisados

Varios de los inmigrantes rescatados en el Estrecho de Gibraltar y vídeo difundido por el Sindicato Unificado de Policía (SUP) que muestra la comisaría de Algeciras (Cádiz).Vídeo: EFE / ATLAS
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Migrant arrivals push shelters to breaking point in southern Spain

El alza de la migración se deja notar dramáticamente en el Estrecho. La llegada de inmigrantes, unos 1.300 en los tres últimos días, ha provocado el colapso de los servicios de acogida, sobre todo en la bahía de Algeciras, pero también en otros municipios de la costa andaluza. La afluencia de embarcaciones desde el norte de África desborda la capacidad de las instalaciones: decenas de migrantes duermen hacinados en cubiertas de barcos o en recintos improvisados.

La inmigración irregular se ha más que duplicado en lo que va de año respecto a las cifras de 2017. España es ya la principal ruta de acceso a Europa, por encima de Italia. Y las infraestructuras de acogida se quedan pequeñas. Cada vez más pequeñas: hasta 260 migrantes han dormido los dos últimos días en la cubierta de un buque de Salvamento Marítimo; más de 50 se hacinaban, sentados y acurrucados al raso y de madrugada, en un pequeño patio de la comisaría de Algeciras. 90 personas más se agolpaban en módulos de obra en el puerto de Barbate. En todos esos lugares, un número indeterminado de inmigrantes han acabado en la calle tras las 72 horas de detención policial sin ni siquiera estar identificados y vagan por pueblos como Medina Sidonia o Chiclana. Esas son algunas de las escenas que se están viviendo desde el pasado fin de semana en la costa más al sur de España.

Patio de acceso a los calabozos de la comisaría de Algeciras, donde pasó la noche del martes un grupo de inmigrantes rescatados.
Patio de acceso a los calabozos de la comisaría de Algeciras, donde pasó la noche del martes un grupo de inmigrantes rescatados.

En los tres últimos días, 1.300 inmigrantes han arribado a las costas andaluzas entre el Estrecho y el mar de Alborán. Hasta el punto de que responsables de Inmigración del Ministerio de Trabajo se han desplazado a Cádiz para buscar soluciones ante lo que el Gobierno describe ya como “un colapso” en toda regla. El Ejecutivo explicó ayer en una nota que el martes por la tarde había 400 personas sin un lugar donde ser acogidas y culpó de lo ocurrido a la “falta de previsión” del Gobierno anterior. Un portavoz de Interior cargó contra el Ejecutivo de Rajoy: “El número de llegadas no deja de crecer desde 2017 y a pesar de eso no se ha hecho nada”.  

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Hasta el 15 de julio, los inmigrantes irregulares que han entrado en España, la mayoría por vía marítima y en la costa de Andalucía, suman ya 15.686, según datos de Interior —la agencia europea Frontex lo eleva a 18.016 en el mismo periodo—, un 114% más que en 2017, cuando la cifra ya se había incrementado un 170%.

El sellado de otras rutas impone más presión sobre España. A pesar del tono encendido de las declaraciones sobre el problema migratorio del Gobierno italiano, las llegadas de personas sin papeles a Europa por la ruta del Mediterráneo Occidental —hacia España— supera desde hace semanas las cifras de cualquier otro país. Según Frontex, en julio España superó por primera vez a Italia en migrantes acogidos.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, reclamó ayer al Gobierno que reúna a las autonomías para “distribuir el esfuerzo en inmigración” entre todas ellas, especialmente en el caso de los menores no acompañados. Díaz explicó que ha trasladado esa solicitud al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Esto es una responsabilidad colectiva y compartida”, destacó Díaz, que apeló además a la responsabilidad de los organismos europeos. “La implicación de los países de la UE no puede ser voluntaria, y en el caso de que un país se niegue a asumir sus responsabilidades, tiene que haber consecuencias”.

Llegada de inmigrantes ayer al puerto de Algeciras (Cádiz) tras ser rescatados por Salvamento Marítimo.
Llegada de inmigrantes ayer al puerto de Algeciras (Cádiz) tras ser rescatados por Salvamento Marítimo.Marcos Moreno

Red de ayuda

En el Estrecho, la situación comenzó a desbordarse el lunes. Tras un fin de semana con varios rescates, Salvamento Marítimo auxilió ese día a 265 personas. Para entonces, la capacidad de acogida estaba ya superada en Algeciras. Más de 200 pasaron la noche en la cubierta del buque María Zambrano de Salvamento Marítimo, amarrado en el puerto. El martes llegaron 334 personas más y 48 volvieron a dormir en el buque, según la Subdelegación del Gobierno en Cádiz.

La situación sigue sin visos de mejorar, dado que la escueta red de ayuda se enfrenta a constantes llegadas. Ayer volvieron a ser rescatadas otras 300 personas en el Estrecho, a bordo de 23 pateras. En las instalaciones portuarias de San Roque se está construyendo un centro temporal de acogida, anunciado días atrás por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con el que se espera paliar la situación. La Unidad Militar de Emergencias (UME) está habilitando el espacio con literas para 500 personas. “Se está haciendo lo que se puede y más”, señaló un portavoz de la Subdelegación del Gobierno.

Algunos de los recién llegados acaban vagando por los pueblos de los alrededores. “Hemos recibido llamadas de algunas comandancias que nos preguntan si sabemos su procedencia”, reconoce un policía. Ayer mismo unos 40 inmigrantes llegaron por sorpresa a Málaga a bordo de un autobús que cubre la línea desde Algeciras y se quedaron en la estación sin saber qué hacer hasta que, finalmente, lo atendió Cruz Roja.

España, primer destino de las pateras

Un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) hecho público ayer, con datos cerrados a 22 de julio de 2018, arroja las siguientes cifras:

El triple de llegadas por mar que el año pasado. Un total de 22.711 migrantes han llegado a España en lo que va de año. De ellos, 19.586 lo han hecho por mar, tres veces más que en los mismos meses de 2017, cuando llegaron 6.513 personas en pateras u otras embarcaciones. Más de la mitad de los que han arribado este año a las costas lo ha hecho en los últimos 51 días (y sólo en lo que va del mes de julio han sido 4.510 personas). Este recuento incluye a los 630 migrantes del Aquarius, que desembarcaron en Valencia aunque no habían sido rescatados en la costa española.

A la cabeza. Con estos datos, España supera a Italia y Grecia como país con mayor recepción de migrantes en 2018.

Se dispara el promedio diario. Durante los cinco primeros meses de 2018 llegaron a España por mar 8.150 hombres, mujeres y niños, un promedio de 54 por día. Desde el 31 de mayo y hasta el cierre del informe, es decir, en sólo 51 días, han llegado 11.436 personas: un promedio de 220 por día.

Casi 300 muertos. Un total de 294 migrantes han muerto en el Mediterráneo intentando alcanzar España en 2018, más del doble que en el mismo periodo de 2017.

Menos llegadas en el conjunto del Mediterráneo. Entre el 1 de enero y el 22 de julio han llegado a Italia, Malta, Grecia, Chipre y España 53.269 migrantes por mar, la mitad que en los mismos meses de 2017, cuando fueron 110.603. Esta diferencia se debe en buena parte al descenso en el número de migrantes que han alcanzado Italia. Son 1.492 las personas que han muerto en el mar intentando alcanzar alguno de estos cinco países.

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