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Los partidos españoles deberán superar un umbral de votos para tener eurodiputados

La Eurocámara ha aprobado una reforma que obliga a tener más de un 2% de sufragios

Álvaro Sánchez
El eurodiputado Ramon Tremosa en el Parlamento Europeo.
El eurodiputado Ramon Tremosa en el Parlamento Europeo.Delmi Álvarez

La Eurocámara ha aprobado este miércoles una reforma de la ley electoral que amenaza con excluir a algunos partidos minoritarios españoles, con las fuerzas nacionalistas entre las potenciales perjudicadas. Los eurodiputados han dado su visto bueno a que todos los países de la UE cuya representación supere los 35 escaños —caso de España—, deban fijar un umbral mínimo de votos de entre el 2 y el 5% para que un partido obtenga un diputado en las elecciones europeas. Hasta ahora, España y Alemania eran los dos únicos Estados miembros en los que no existía ese suelo.

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La medida se ha aprobado con 397 votos a favor, 207 en contra y 62 abstenciones. Y los primeros comicios en los que se aplicará no serán los de mayo del año próximo, sino los siguientes, en 2024. Dado el extenso plazo que resta hasta entonces, resulta aventurado saber cómo trastocará el cambio el equilibrio de poder en el Parlamento Europeo. Si se toma como ejemplo la pasada votación de 2014, la coalición Primavera Europea, encabezada por Compromís, Equo y la Chunta Aragonesista, habría perdido su único escaño de haber estado entonces la ley en vigor, dado que obtuvieron un 1,92% de votos, mientras que Los Pueblos Deciden, formada por EH Bildu y el Bloque Nacionalista Galego, lo habría superado por la mínima (2,08%).

No son los únicos que podrían perder sus eurodiputados. La decisión de cuál será el umbral mínimo está en manos del Gobierno español, que tiene margen para elevar esa cifra hasta el 5%, lo que en las pasadas elecciones habría dejado sin escaño incluso a Esquerra Republicana de Catalunya, que cuenta con dos representantes, y habría estado cerca de excluir a la entente del PDeCAT (entonces bajo las siglas CDC) con el PNV y otras fuerzas nacionalistas.

El cambio en las reglas del juego puede por tanto propiciar modificaciones en las coaliciones que se forjen para las elecciones europeas. Si el Gobierno español situara el umbral mínimo en la parte alta del rango, los partidos que aspiran a tener presencia en Bruselas y Estrasburgo, entre ellos los nacionalistas, buscarían crear marcas electorales más amplias para no quedar descartados de antemano. "En un contexto de fragmentación, una lista de catalanes, vascos, navarros y gallegos podría dar una buena sorpresa y sacar más eurodiputados en relación a los que ahora tenemos", señaló el eurodiputado del PDeCAT, Ramon Tremosa, en una rueda de prensa convocada para mostrar su rechazo a la reforma.

Alemania ha sido una firme defensora de introducir este suelo electoral y de hacerlo además en la parte más elevada del rango, en el 5%. El objetivo de Berlín es tratar de dejar fuera a formaciones euroescépticas como Alternativa por Alemania (AFD), si bien el partido xenófobo obtuvo en las últimas elecciones casi un 13% de sufragios.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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