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El PSOE no apoya a Guindos para la vicepresidencia del BCE y exige una mujer como candidata

Actualmente solo hay dos mujeres entre los 25 miembros del Consejo de Gobierno del BCE

El portavoz de la Ejecutiva federal del PSOE, Óscar Puente.Vídeo: RODRIGO JIMÉNEZ (EFE) | efe

El PSOE no respaldará a Luis de Guindos, ministro de Economía, para la vicepresidencia del Banco Central Europeo, si finalmente el Gobierno le postula para este puesto. Los socialistas exigen que el candidato español sea una mujer y de perfil técnico, precisó este lunes el portavoz de la ejecutiva del PSOE, Óscar Puente, en comparecencia en Ferraz. Aunque su apoyo no es imprescindible, el consenso político en torno a un aspirante en el país de origen ayuda a su candidatura. La Eurocámara presiona para que haya más mujeres en el BCE.

“El PSOE está dispuesto a apoyar al Gobierno en su aspiración a que España tenga un puesto en el gobierno del BCE”, afirmó el portavoz de la ejecutiva socialista, pero ese respaldo no es “incondicional”, sino sujeto a dos condiciones: “Una persona española con perfil técnico, no político, y que sea una mujer”, especificó Puente. Los socialistas consideran que es “absolutamente inexcusable que habiendo como hay muchas mujeres en este país muy preparadas para el cargo, no se opte por una candidatura femenina”, subrayó el portavoz de la ejecutiva de Pedro Sánchez. El PSOE no propone ningún nombre concreto, y según fuentes de la dirección no ha negociado con el Ejecutivo este asunto.

Seis años después de que España perdiera su sillón en el comité ejecutivo del BCE rompiendo así la tradición de que los cuatro grandes cuenten con representación en el directorio, el ministro de Economía Luis de Guindos se baraja como la principal baza para suplir la salida del portugués Vítor Constancio.

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El Gobierno aún no ha precisado cuál es su apuesta para este puesto, cuyo plazo de presentación de candidatos termina mañana, pero el PSOE acaba de dificultar con esta exigencia que el Ejecutivo apueste finalmente por el ministro de Economía. Aunque su apoyo no es imprescindible, la falta de consenso político en España en torno a Guindos perjudica su eventual candidatura. El Gobierno no entiende el veto del PSOE. “Europa y las candidaturas de españoles a las instituciones europeas no deberían ser objeto de debate partidista. Y el PSOE debería actuar con más prudencia”, señalaron fuentes del Ejecutivo, informa Anabel Díez.

Especialmente cuando las críticas llegan solo 48 horas antes de la fecha límite para que España diga si quiere participar en la carrera, y con qué candidato. Además, porque hasta ahora, aunque ni Guindos ni el Gobierno oficialmente han confirmado que el ministro sea la apuesta, tampoco se han puesto sobre la mesa otros nombres que puedan sonar en Europa como alternativa.

La elección de un español para la vicepresidencia del BCE vendría a paliar la escasa representación en las instituciones, donde el fiasco de la candidatura del propio Guindos al Eurogrupo en 2015 supuso un importante varapalo para España, cuya presencia institucional en los principales puestos comunitarios no se corresponde ni con el tamaño de su economía —la cuarta de la zona euro, quinta de la UE—, ni con su población —es el quinto país más poblado de los Veintiocho—.

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A finales del año pasado, la presidencia del Eurogrupo fue renovada y, aunque se especuló con la posibilidad de que Guindos volviera a presentarse a ese puesto, no lo hizo. El sillón fue para el portugués Màrio Centeno, lo que se interpretó como que el ministro se reservaba para el BCE. El plazo para que los países expresen su deseo de concurrir a la vicepresidencia expira mañana. Poco después, el 19, el Eurogrupo prevé elegir al sustituto de Constancio, cuyo mandato expira el 31 de mayo.

Obstáculos para la candidatura del ministro

La candidatura de Luis de Guindos, si llega (hay tiempo para presentarla hasta mañana) cuenta con el aval de varios países, pero tiene algunos escollos. El primero es que Guindos es ministro y los ministros no son populares en Fráncfort, que busca mantener su imagen de independencia. El segundo es que hay muy pocas mujeres en el consejo. Y el tercero es que el principal rival de Guindos sería el irlandés Philip Lane: Irlanda ha presentado a la carrera al gobernador de su banco central.

Irlanda nunca se ha sentado en ese consejo. Fráncfort considera que las credenciales académicas de Lane superan con mucho a las de Guindos. Además, el gobernador del banco central irlandés lleva más de dos años asistiendo a los consejos en Fráncfort y, si finalmente el sustituto de Mario Draghi es un francés o un alemán —como parece—, Irlanda tendría más opciones de optar por la vicepresidencia, por el equilibrio centro-periferia: una de las reglas no escritas del BCE es tratar de guardar el equilibrio país grande-país pequeño entre presidente y vicepresidente.

Para Mariano Rajoy la candidatura de Guindos supone un reto extra porque le obliga a buscar un reemplazo para el Ministerio de Economía. No hay una ley escrita que diga que solo con presentarse, deba dejar su cartera, pero dado que la institución prefiere preservar su imagen de independencia sin cargos políticos en su seno, lo lógico es que Guindos dejara su responsabilidad en el Gobierno para postularse.

La exigencia del PSOE de que el candidato español sea una mujer entronca con la idea cada vez más extendida en las instituciones europeas de que el Consejo de Gobierno del BCE debe estar formado por más mujeres. Actualmente solo hay dos mujeres entre los 25 miembros. Entre las 60 posiciones más importantes de poder y de toma de decisiones de las instituciones económicas de la UE, solo hay seis mujeres.

Varios eurodiputados plantearon este lunes en el Parlamento Europeo al presidente del BCE, Mario Draghi, si es buena idea nombrar a un ministro —léase Guindos— como vicepresidente. Draghi pasó por alto ese asunto, aunque en su discurso nombró en ocasiones la independencia del BCE: nunca un ministro en funciones ha pasado directamente a la cúpula de Fráncfort sin pasar antes varios años por un banco central o el Tesoro.

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