PSC y Ciudadanos pugnan por el voto constitucionalista en la recta final
Miquel Iceta replicó ayer a Albert Rivera por primera vez llamándole “demócrata de pacotilla”
Los socialistas catalanes y Ciudadanos han centrado parte de la campaña en atraer el voto defensor de la unidad de España y contrario a la secesión y en la recta final del 21-D están redoblando sus esfuerzos por atraerse ese segmento del electorado con estrategias distintas. Miquel Iceta replicó ayer a Albert Rivera por primera vez llamándole “demócrata de pacotilla” por haber asegurado que es “tirar a la basura” cualquier papeleta no independentista que no vaya a Ciudadanos, y se reivindicó como la alternativa a los que creen que no basta con decir no a la independencia.
Ciudadanos y PSC han seguido estrategias distintas para lograr ese electorado que aún se debate entre una papeleta y otra y que descarta la opción de un PP que vive en Cataluña sus horas más bajas. El argumento del partido naranja para ganarse el voto constitucionalista pasa por apelar a los catalanes procedentes de la inmigración y advertir de que el PSC podría volver a reeditar el tripartito con Esquerra Republicana y los comunes. Mientras, el PSC trata de escorar a la derecha a Ciudadanos y se reivindica como el único que puede lograr la reconciliación entre catalanes.
“El PSC no es de fiar”, repite Albert Rivera en cada mitin, y este domingo insistió en esta tesis en el mitin central de campaña, al tiempo que recordó las alianzas de los socialistas con Esquerra durante el tripartito (2003-2010), informa Jesús García . “Ya nos la han jugado muchas veces”, afirmó Rivera en el acto que reunió a unas cinco mil personas en L'Hospitalet, la misma cifra de simpatizantes precisamente que lograron los socialistas el mismo día. El presidente de Ciudadanos llamó a los indecisos a que acudan a las urnas y, en particular, a los que “dudan entre Ciudadanos y el PSC. “Si votan al PSC”, añadió, “no saben adónde va su voto pero nadie duda de que un voto a Ciudadanos sirve para parar el procés”.
Iceta elevó el tono contra Ciudadanos por primera vez en su mitin central de campaña en Barcelona con la presencia de Pedro Sánchez, José Luis Rodríguez Zapatero y Josep Borrell, en el que calificó a Rivera de “demócrata de pacotilla” por decir que no votar a Ciudadanos era tirar el voto. El líder del PSC insiste en que “nunca” hará “presidente ni presidenta de la Generalitat a un independentista” y no entra en el cuerpo a cuerpo en los mítines, en busca de una imagen presidenciable, pero sí lo hacen los que le acompañan. Pedro Sánchez trata de escorar a la derecha a Ciudadanos y en todos sus actos de campaña lo califica de “la media naranja del PP”. La alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, se refirió ayer en la misma línea a “los señores de la derecha del PP y de Ciudadanos, a Albiol y a Arrimadas”.
Ciudadanos y PSC pugnan por el votante concentrado en el área metropolitana de Barcelona el 21-D y necesitan que se incremente el 74,95% de participación de 2015, que ayuda a explicar los 25 diputados que situó a Arrimadas como líder de la oposición en Cataluña. El partido de Rivera se dirige específicamente al electorado nacido fuera de Cataluña, mientras el PSC busca además al catalanismo moderado, y de ahí su pacto con la antigüa Unió.
Más del 55% de los catalanes son de padre o madre nacido fuera de Cataluña, según el CIS, y a ellos Arrimadas hizo una interpelación directa. “Han intentado rompernos un corazón en el que caben tres banderas. A mí me cabe la bandera andaluza, y sé que a muchos de vosotros también”, dijo la candidata, nacida en Jerez de la Frontera en 1981. El PSC elude distinción de catalanes por origen y apela a construir una Cataluña integradora. De hecho, el socialista José Montilla, nacido en Iznájar (Córdoba), alcanzó la presidencia de la Generalitat.
La disputa electoral es clara porque ambos partidos saben que un grupo importante del electorado duda entre las dos formaciones. Según una encuesta de Metroscopia para EL PAÍS, el 17% de los votantes del PSC en las elecciones de 2015 tenían intención de votar a Ciudadanos el 21 de diciembre, mientras que el 9% de los votantes de la formación naranja decían que votarían al PSC.
Más allá de las referencias personales en los mítines, Iceta insiste en que no basta con decir no a la independencia y sustituir “un monólogo por otro”. La reconciliación entre catalanes es uno de sus mensajes más repetidos y en esa línea ha llegado a declararse partidario de indultar a los líderes independentistas si son condenados, aunque admitió después que su propuesta era “prematura”.
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