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Antonio Caño: “El periodismo está amenazado”

El director de EL PAÍS cree en el futuro de las empresas periodísticas pero con modelos económicos distintos a los vigentes

Antonio Caño, en Lisboa con el director del periódico portugués 'Publico', David Dinis.
Antonio Caño, en Lisboa con el director del periódico portugués 'Publico', David Dinis.João Henriques (EL PAÍS)

El periodismo está amenazado, pero tiene un gran futuro si va en busca del lector y cambia de modelo de negocio, que no será ninguno de los que existen ahora. Esas son algunas de las reflexiones que Antonio Caño, director de EL PAÍS, ha realizado este sábado en Lisboa, donde ha sido invitado al aniversario del diario portugués Público para hablar del futuro del periodismo en la era digital. Una era, según Caño, de mucho ruido y donde todas las opiniones tienden a valer igual.

En un auditorio con varios centenares de personas, David Dinis, director de Público, buscó un análisis de Caño en una crisis periodística que parece universal. “El periodismo está seriamente amenazado”, dijo de entrada el director de EL PAÍS, que marcó el 2008 y la crisis económica mundial como el origen de la crisis de la profesión. “Una crisis que, por otra parte, afectó a todas las instituciones y a los valores éticos y morales, no solo económicos”.

En ese contexto crecieron las redes sociales, que juegan un papel fundamental en la evolución de la comunicación y, con ello, la información. “Las redes sociales están para quedarse, aunque no necesariamente las mismas. Ha puesto en cuestión el periodismo tradicional, pero tenemos que convivir con ellas y aliarnos”, añadió el periodista español. “La parte buena es que nos ha hecho más humildes”, consideró.

Dinis se refirió al ruido de las redes y Caño lo confirmó. “Es cierto que antes trabajábamos en silencio y hoy tenemos que hacernos oír en medio de mucho ruido. Nos condiciona más de lo que debería y nos obliga a revisar nuestro compromiso como profesionales. ¿Por qué existimos y para qué estamos aquí?”, se preguntó.

El monopolio de la información lo ha perdido el periodista, pero se ha ido al otro extremo. “El problema es cuando todas las opiniones valen lo mismo, la del profesional y la del que pasa por ahí. Vivimos un retroceso de la razón y un auge del periódico Yo, el que se hace con las noticias que nos gustan y las opiniones con las que estamos de acuerdo. El periódico Yo es un entorno confortable en el que vive mucha gente”.

El director de Público preguntó si alguna empresa periodística se salva de la crisis, a lo que Caño le contestó que no: “No hay ni una sola en el mundo que esté mejor que en 2008”.

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Pese a tanta mala noticia, Caño reconoce que nunca EL PAÍS ha tenido tantos lectores, 45 millones en todo el mundo, y que hay futuro, pero diferente. “Los medios van a ser un excelente negocio porque no hay otro instrumento para llegar a tanta gente; pero hay que ir a buscar a los lectores, ya no vienen al quiosco, hay que buscarlos donde estén, sea Facebook o Instagram”.

Caño no cree que desaparezca el periódico impreso: “Tiene un valor, una fuerza que no tiene la web. Los diarios nativos digitales, si pudieran, harían una versión en papel”.

La fórmula mágica para hacer rentables los periódicos no pasa por el modelo gratuito ni por el de pago. “La misma evolución del periodismo va a acabar con ese dilema; de hecho ninguno de los dos está funcionando. Yo creo en un espacio abierto y una vez dentro cobrar por determinadas actividades. De alguna forma, los periodistas tendremos que cobrar por nuestro trabajo, pero no con las fórmulas actuales”, sugirió.

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