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Qué hacer y qué no hacer ante un incendio

Consejos para prevenir fuegos y cómo actuar en caso de que se produzcan tanto en el campo como en casa

Victoria Torres Benayas
Las llamas se acercan a la localidad de Picha, en el distrito de Coimbra (Portugal).
Las llamas se acercan a la localidad de Picha, en el distrito de Coimbra (Portugal).Sxenick (EFE)
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Los incendios domésticos y forestales son muy diferentes, por lo que los consejos también varían, pero en ambos casos muchas de las recomendaciones coinciden, sobre todo la principal, mantener la calma. "La tranquilidad es muy importante para poder actuar", subraya Antonio Tortosa, vicepresidente de Tecnifuego-Aespi (Asociación Española para la Protección contra Incendios, que agrupa a expertos, profesionales y empresas dedicadas a fabricar e instalar material y maquinaria para proteger contra el fuego y extinguirlo).

En segundo lugar, hay que "llamar a los bomberos" para que nos guíen a la hora de apagarlo o de evacuar, y en tercero, "actuar contra las llamas" con los medios disponibles mientras llegan los efectivos. "Desde la llamada a los bomberos hasta que llegan a la vivienda en España transcurren una media de entre ocho y diez minutos", precisa Tortosa.

Para evitar un incendio en casa o el trabajo, lo primero que hay que hacer es "comprobar que tiene las medidas de protección adecuadas", recomienda el experto. Serían "un extintor, una manta ignífuga y un detector para ser alertados de cualquier conato de incendio, sobre todo de noche". También hay que observar que haya bocas de incendio, mangueras y rociadores que cuelgan del techo. "En todo edificio que tenga más de 10 plantas es obligatorio, y sería aconsejable en cualquier construcción nueva". Lo fundamental es que "el edificio esté bien diseñado contra incendios, que tenga zonas estancas para refugiarse y que los revestimientos de la fachada no sean inflamables".

Además, hay que evitar las conductas de riesgo, como "fumar en la cama y no apagar bien las colillas, tener un fuego encendido en la cocina sin vigilancia, dejar la plancha encendida, poner a secar ropa en radiadores y chimeneas...".

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Una vez declarado el incendio, se aconseja cerrar el gas y cortar la corriente eléctrica e intervenir contra las llamas "si el fuego es pequeño y se tiene un equipo para apagar incendios a mano". Si no, hay que refugiarse en lugares seguros con una manta o toalla en la rendija de la puerta para que no entre humo. "La mayoría de los fallecidos en los incendios no mueren quemados, sino por inhalación de humo", recuerda el vicepresidente.

Mucho cuidado con el agua, que no se le puede echar a todo. Por ejemplo, a una sartén ardiendo, nunca. "Provoca un efecto bumerán. El aceite repele el agua, van a saltar chispas y se va a propagar el incendio", explica Tortosa, que pide que en estos casos se use "un extintor o manta ignífuga o un trapo húmedo". Tampoco debe emplearse jamás agua en caso de incendios eléctricos. "El agua como tal no apaga, lo que hace es bajar la temperatura y el humo, para que apague tiene que llevar un agente extintor espumógeno", precisa. 

En las casas, las principales causas de incendios son las sartenes o campanas —cuidado con las campanas, "pueden prender horas después de haber ardido la sartén"—; las estufas, braseros de carbón o chimeneas, que "han aumentado mucho a causa de la pobreza energética"; y los provocados por la acumulación de equipos en un enchufe. "El número de aparatos que se pueden conectar depende de la potencia contratada, pero no se recomida tener más de dos o tres, las regletas múltiples son una barbaridad", precisa el responsable de Tecnifuego-Aespi. 

En los incendios forestales, la regla de oro es mantener limpios los bosques. "Siempre se dice que se apagan en invierno", recalca Tortosa, que recuerda que están descuidados por el "efecto conjunto" del abandono del campo por la ciudad y de la crisis. Además, las urbanizaciones o viviendas en el campo tienen que estar "bien pensadas, con abastecimiento de agua y vías de evacuación".

Pablo Mayoral, jefe del Servicio de Incendios Forestales de los Bomberos de la Comunidad de Madrid, empieza recomendando qué no hacer. "Entre mayo y octubre no se puede hacer fuego en el monte ni en zonas cercanas", avisa. No solo es que no se deba, es que está prohibido en España, aunque luego la normativa autonómica varía. "En Madrid no se pueden hacer barbacoas jamás, sí se pueden quemar rastrojos de noviembre a mayo previa autorización", matiza Mayoral. En segundo lugar, en estas zonas no se deben usar "máquinas o herramientas que generen chispas", como desbrozadoras de disco, radiales, máquinas de soldar, martillos hidráulicos... 

En el capítulo de qué hacer, Mayoral pide prevención. "Si tienes una casa en el campo, limpia los canalones y los tejados de restos vegetales, poda el arbolado, desbroza el pasto y el matorral", dice. Además recomienda, si una finca linda con el bosque, sustituir los setos del tipo amazónico por otras especies menos inflamables como la hiedra o los muros de fábrica".

En caso de que se declare un incendio, "lo primero es avisar al 112" y "hacer caso a lo que digan las autoridades", añade Mayoral. Mientras llegan, comenta Tortosa, "nunca hay que ir a partes altas, ya que el fuego tiende a subir", y conviene "vigilar hacia dónde sopla del viento" e irse en dirección contraria. También hay que "cerrar las persianas, humedecer el jardín, poner toallas en las rendijas y permanecer tranquilos en la parte más baja de la casa hasta que lleguen los bomberos", añade Mayoral.

Sobre si es mejor huir o buscar refugio, Mayoral apunta que hay que atenerse a lo que diga el plan de autoprotección del municipio o de la urbanización. "El problema es que no están elaborados, en Madrid hay dos aprobados y varios en fase de aprobación, pero en dos años los tendrán que tener todos los municipios con mayor riesgo de incendios", admite.

Para Tortosa "no hay una regla escrita", habría que ver cada caso, pero en general conviene refugiarse en una casa, siempre que no sea de madera, porque un vehículo contiene elementos altamente inflamables y se pueden bloquear las carreteras en un momento en el que los bomberos necesitan llegar rápidamente. "Puede ocurrir como en una riada, que te montes en un coche para salvarte y te lleve la corriente", indica Tortosa. Lo que sí hay que tener en cuenta es que los incendios forestales se transmiten por arriba, por las copas de los árboles, no por el suelo.

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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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