La juez procesa al chófer de Javier Guerrero por recibir 1,5 millones en ayudas
El conductor compraba cocaína para el ex director general a cambio de las subvenciones
La juez del caso de los ERE fraudulentos, María Núñez, ha procesado a Juan Francisco Trujillo, chófer del ex director general de la Junta de Andalucía Javier Guerrero, por las subvenciones de 1,4 millones que este le concedió. A cambio de las ayudas, Trujillo compraba cocaína y regalos para su jefe Guerrero, subraya la magistrada en su auto de procesamiento. El gasto de dinero público en drogas por parte de Trujillo y Guerrero para su lucro personal trascendió en el momento cumbre del caso ERE, en la primavera de 2012. Cinco años después, la investigación judicial ha terminado.
Ahora Trujillo está acusado junto a su exsocio en las empresas Isidoro Ruiz, exalcalde pedáneo socialista de Llanos del Sotillo (Jaén), Guerrero y el exdirector de la consultora Vitalia Antonio Albarracín. La juez les achaca malversación, prevaricación, tráfico de influencias y falsificación de documento mercantil, después de exculpar a la mujer y a la madre del conductor, que habían estado imputadas durante la instrucción.
En 2012 Trujillo compareció en el juzgado acusado de 11 delitos, pero su declaración resultó tan reveladora e insólita, que ingresó en la cárcel de manera preventiva acusado de 22.
Para la juez Núñez, Guerrero concedió las subvenciones "de forma arbitraria por Francisco Guerrero para su lucro y el de sus amigos o conocidos, a sabiendas del carácter ficticio de dichas empresas y de la finalidad indiciariamente ilícita de la ayuda concedida". El ex director general de la Junta sugirió a su chófer que creara dos empresas y que, como podía conceder subvenciones y "no tenía que justificar nada", podría darle dinero presentando solo "una memoria muy simple".
Tras animarle su jefe, el chófer creó, con su mujer de socia, las empresas Iniciativas Turísticas Sierra Morena y Lógica Estratégica. Por cada una de ellas recibió en 2005 ayudas por 450.000 euros y luego recibió otra subvención por la misma cuantía para su nueva empresa, Ave Nueva SL junto al exregidor y amigo Ruiz. Más adelante el chófer logró más dinero mediante una póliza como una falsa prejubilada que realizó en nombre de su madre tras falsificar su firma, y que le concedió Guerrero por 125.028 euros.
Y la juez aclara el intercambio de favores: una póliza falsa, que se tradujo en dinero en metálico, y que fue devuelta en forma de regalos y cocaína. "El ingreso se realiza en la cuenta de la madre de Trujillo de donde él retira el dinero reconociendo en su declaración realizar numerosos regalos al señor Guerrero a más de la compra de cocaína para ambos", censura la magistrada. El consultor Albarracín está procesado por haber facilitado la póliza para la madre de Trujillo a través de su consultora Vitalia.
En 2012 el exchófer declaró ante la anterior instructora Mercedes Alaya que había elaborado las “bolsitas” con cocaína para Guerrero, que había comprado esta droga en la barriada sevillana de las Tres Mil Viviendas, e incluso había identificado a su camello, llamado Goyo, hijo del dueño del hotel Posada del Moro en Cazalla de la Sierra (Sevilla), que recibió 900.000 euros y adonde acudía frecuentemente a comer el diputado socialista José Antonio Viera, según declaró Guerrero a la juez.
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