_
_
_
_
_

La Audiencia insiste en comprobar si el jefe etarra Ata asesinó a Giménez Abad

El tribunal someterá a una rueda de reconocimiento a Carrera Sarobe con el hijo del presidente del PP de Aragón, testigo del crimen

Fernando J. Pérez

La Audiencia Nacional insiste en comprobar si Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, jefe de ETA detenido en Francia en 2010, fue el autor del asesinato de Manuel Giménez Abad, presidente del PP de Aragón, el 6 de mayo de 2001 en Zaragoza. La Sección Primera de la Sala de lo Penal ha revocado el auto de conclusión del sumario decretado por el juez Santiago Pedraz, y le da dos órdenes: que tome declaración al exdirigente etarra y que someta a este a una rueda de reconocimiento con el hijo de la víctima, Borja Giménez Larraz, que presenció el crimen cuando ambos caminaban hacia el estadio de La Romareda.

Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe.
Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe.POLICÍA NACIONAL

Fue precisamente el hijo de Giménez Abad, que tenía 17 años el día del atentado, quien consiguió en agosto de 2015 reabrir la causa, después de que en octubre del año anterior reconociera “sin duda” a Ata en unas fotografías que le mostró la Guardia Civil. Durante años, las fuerzas de seguridad mostraron numerosas imágenes de miembros de la banda terrorista, pero ninguna de ellas encajaba en el recuerdo que tenía el joven del rostro del asesino de su padre. Giménez Larraz siempre tuvo claro que vio la cara del criminal, al que cinco testigos —entre ellas, un niño de ocho años y su madre— describieron como un hombre de unos 25 años, 1,80 metros de estatura y que cubría con una gorra un pelo negro y ondulado.

Carrera Sarobe se encuentra actualmente en prisión en Francia, condenado a dos cadenas perpetuas por el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton en 2007 y de un policía francés en marzo de 2010. Fue entregado a España temporalmente en marzo pasado para responder por el atentado con coche bomba contra la casa cuartel de Burgos, perpetrado en julio de 2009, y devuelto después a las autoridades galas.

La fiscalía y la familia de la víctima, que ejerce la acusación particular, recurrieron la decisión de Pedraz de cerrar el sumario del asesinato del político aragonés, y la Sección Primera de la Audiencia les ha dado la razón. El tribunal presidido por Fernando Grande-Marlaska insiste en que el juez interrogue a Ata por este crimen y en que Borja Giménez Larraz lo pueda ver cara a cara en una rueda de reconocimiento. Para evitar un cierre en falso de la investigación, apuntan fuentes jurídicas, cabe una nueva petición de entrega a Francia para que Carrera Sarobe responda por este atentado o una comisión rogatoria —petición de auxilio judicial entre distintos Estados— para que Francia realice las indagaciones pertinentes.

El asesinato del abogado Giménez Abad, natural de Jaca y padre de dos hijos, es uno de los cerca de 300 atentados de ETA sin autor conocido. En noviembre de 2004, Ibon Urrestarazu, encuadrado en un grupo de apoyo logístico de la banda, declaró ante la policía tras su arresto que los autores del crimen fueron Xabier Balerdi y Andoni Cobos, miembros no fichados y detenidos como consecuencia de esa declaración. Sin embargo, esta pista resultó infructuosa.

La incógnita se extiende a los preparativos del crimen. En octubre de 2006, la Audiencia Nacional absolvió como cooperadores del asesinato de Giménez Abad a tres etarras —David Pla, Aitor Lorente y Ainara Esterán— detenidos en Zaragoza en julio y noviembre del año 2000, meses antes del crimen. Este grupo recopiló durante ocho meses información en la capital aragonesa sobre políticos de esa comunidad, pero no se pudo probar que recabaran datos sobre los movimientos de Giménez Abad.

La Guardia Civil siempre sospechó que este crimen fue obra de Ata, al que también se relaciona con otros tres asesinatos sin resolver en los mismos años: el del cabo de la Guardia Civil Juan Carlos Beiro, en Leitza (Navarra) en 2002 y el de los policías nacionales Bonifacio Martín y Julián Embid, en Sangüesa (Navarra) en 2003. Tras desencriptar documentos intervenidos a las sucesivas cúpulas de la ETA terminal de los últimos años, la Guardia Civil reforzo esas sospechas. En octubre de 2014, el hijo de Giménez Abad reconoció, sin ningún género de duda, a Ata entre las 18 fotos que le mostraron, lo que permitió reabrir un caso que permanecerá vivo en los tribunales al menos hasta que se practiquen las nuevas pruebas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_