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Iglesias defiende “hablar claro” y huir de la moderación para evitar “nuevos tipos de fascismo”

El líder del partido y su entorno se reafirman en la dureza del tono tras la victoria de Trump

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.ULY MARTÍN

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, considera que la victoria de Donald Trump en Estados Unidos demuestra que para hacer frente a los que califica de “nuevos tipos de fascismo” no valen las medias tintas y “hay que hablar claro”. El secretario general de la formación ha señalado este miércoles que el resultado de las elecciones estadounidenses “es una mala noticia que señala que elegir entre lo malo y lo peor no funciona”. “Hoy todo el mundo recuerda a Bernie Sanders [el contrincante de Hillary Clinton en las primarias del Partido Demócrata], un socialista de verdad, al que comparaban a Podemos en Estados Unidos, que sí hubiera podido ganar las elecciones a Donald Trump”. “La candidata de Wall Street”, ha afirmado, “no es la alternativa”.

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Iglesias, que en los últimos días ha mostrado cierta equidistancia entre ambos candidatos al considerarlos dos caras de la misma moneda, defiende, en definitiva, que su partido debe evitar la moderación o la mimetización con sus adversarios. Ha hablado de “colapso” de los sistemas políticos occidentales. “La crisis económica está dejando notar consecuencias políticas que, por desgracia, tienen la forma de nuevos tipos de fascismos. No es verdad que Donald Trump sea un antisistema, es un multimillonario estadounidense que se ha hecho millonario gracias a eso que defiende políticas que en realidad son pura continuidad de lo que ya se hecho”, ha asegurado.

“Trump es la expresión de todo lo que se ha hecho mal en EE UU y en Europa, y a partir de ahora yo creo que está claro que hay que hablar claro. Es terrible para mí saber que la clase obrera blanca de los EE UU está detrás de la victoria de Trump y que las clases medias empobrecidas privadas de los derechos sociales estén detrás de la victoria de Trump”, ha proseguido. “Ese peligro también lo tenemos en Europa y hay que hablar claro, y para hablar claro hay que decir que el problema tiene que ver con el empoderamiento de las élites financieras y con el comportamiento de los partidos tradicionales y que ahora toca defender la igualdad, los derechos humanos y sociales, e implica estar enfrente de los grandes propietarios y de las élites económicas”.

“Lo repuesta a Trump”, en su opinión, “no puede ser repetir lo viejo, más establishment, lo que sentó las bases para que ganara”. “Tiene que ser una política clara, con un discurso claro que señale los problemas”. “Corren tiempos”, ha concluido, “que recuerdan a la República de Weimar, tiempos en los que los discursos demagógicos que pretenden enfrentar al último contra el penúltimo, la clase trabajadora nativa contra la clase trabajadora extranjera, son los que tienen éxito y son un peligro para Europa y eso no se detiene con las fuerzas políticas del pasado que entregaron el poder a los poderes financiero, eso se detiene con alternativas que hablen claro, que diga con claridad que sin derechos sociales no hay democracia”.

En pleno debate interno en Podemos sobre moderación o radicalidad —representado en las primarias en Madrid en la que se disputan el poder los afines al líder, que apuestan por el tono duro, frente a los afines al número dos, Íñigo Errejón, que defienden un Podemos más amable— la victoria de Donald Trump en EE UU ha servido a los pablistas para reafirmarse en que su tesis es la correcta. Iglesias, que ha marcado claras distancias con Trump al calificarlo de "fascista", ha defendido que para frenar a la extrema derecha en Europa "hay que llamar a las cosas por su nombre", ha dicho en declaraciones a la Cadena SER, aunque eso suponga que algunos —equivocadamente— les llamen populistas o parecidos a Trump. En su perfil de Twitter, el líder de Podemos ha difundido además un tuit de otro usuario que dice: "Que tomen nota por aquí los que piensan que es tiempo de mesura, centrismo, palabras vacías y sonrisas". La frase puede leerse como un mensaje velado al propio Errejón, quien diseñó la campaña electoral de Podemos a las pasadas elecciones generales con el lema La sonrisa de un país.

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Así lo han interpretado, de hecho, dirigentes encuadrados en el sector errejonista, como Eduardo Maura, diputado en el Congreso, que ha contestado a través de esa red social: "Las campañas de [Bernie] Sanders también eran risueñas y recuerdo haber leído que muy transversales. Que no se nos vaya esto de las manos". Su mensaje termina con el hashtag (etiqueta) #Madrid, en referencia a las primarias en la comunidad, cuya votación termina este miércoles. El diputado alude a Sanders porque era el candidato preferido por Podemos, como ha recordado también Iglesias, para contrarrestar su estilo con el que pretenden los pablistas imprimir en Podemos. Errejón ha soslayado este debate, aunque ha apelado al progresismo para frenar las opciones como la que representa el republicano: "Si los sectores progresistas no se aplican a la tarea de construir un pueblo, lo harán los sectores reaccionarios".

En las filas de los Anticapitalistas, la tercera familia en Podemos ahora aliada con los afines a Iglesias en Madrid, la interpretación de la llegada de Trump a la Casa Blanca es clara: la moderación no es el camino. "Se acabaron las sonrisas y la amabilidad. Solo los discursos radicales y claros pueden ganar. La moderación no sirve", ha opinado la diputada autonómica Beatriz Gimeno, que apoya la campaña de Ramón Espinar a la secretaría general de Podemos Madrid. "No ganamos pareciéndonos al establishment , sino siendo una fuerza alternativa a él. Lo que tenemos que hacer ahora es no moderarnos", ha abundado la también diputada autonómica Isabel Serra, integrante de la candidatura de Espinar en las primarias de Madrid.

La lectura del senador y candidato a secretario general de podemos Madrid es que si Trump ha ganado es "porque ha sabido conectar mejor con las capas populares y entender mejor el lenguaje a través del cual la gente corriente se politiza". La tarea de Podemos para ganar, ha añadido, es ser "una alternativa popular". "Nosotros no nos podemos parecer a las élites", ha considerado en el acto de cierre de campaña de Juntas Podemos, en Madrid.

Iglesias cree que para que Europa pueda frenar "el peor fascismo que puede llegar" es necesario una alternativa "diferente" a la de los partidos tradicionales. "Tiene que ser una alternativa que hable de pueblo, que hable de patria, pero que defienda los derechos humanos y la justicia social. Pero lo viejo no va a servir para frenar lo que viene, eso lo tiene que tener todo el mundo claro", ha reflexionado en la Cadena SER. "Los viejos partidos que entregaron el poder a las élites financieras, que han dejado que se degraden los servicios públicos, la base material de la democracia, que son los derechos sociales…esos no son la alternativa al peor fascismo que puede llegar".

Y eso implica, en su opinión, "que habrá que llamar a las cosas por su nombre, que habrá que decir que hay que desempoderar a los poderes financieros, que no puede ser que haya un Banco central que no tenga controles democráticos, que no puede ser que el Parlamento Europeo no tenga apenas funciones legislativas…Y a lo mejor por decir esto algunos nos dirán que llamarán populistas o dirán que somos parecidos a Trump. Pues no, todo lo contrario, quien se parece a Trump es quien ha aplicado políticas xenófobas desde las instituciones publicas, y será algo muy difícil, pero con lo viejo no se frena el fascismo".

Tras las elecciones generales del 26 de junio, en cuya campaña Podemos y el propio Iglesias buscaron una imagen de moderación, Iglesias ha pasado a defender que el partido tiene que desarrollar un estilo duro y desobediente, entre otros motivos porque esa es la tendencia europea que triunfa en la actualidad. "Lo que funciona en Europa son los discursos beligerantes y destituyentes. Los que suenan hard, duros. El espacio en el que se abre la grieta tiene que ver con los años treinta", dijo Iglesias en su conferencia en la Universidad de Podemos el pasado septiembre.

A cambio, una idea recurrente del número dos y los suyos es la de apelar a "los que faltan". "Podemos volver a ser una fuerza dirigente que no solo hable a los compañeros que ya vibran, que se les pone la piel de gallina, sino que le hable a toda esa gente que a lo mejor no confía todavía en nosotros, que a lo mejor tiene algunas dudas, a la que a lo mejor le han calado algunos estigmas sobre nosotros", expresó por su parte Errejón en la Universidad de Podemos. En esa tesis se encuadra el debate sobre el tono y el problema de "dar miedo": Errejón prefiere un tono más amable que no asuste. La campaña de las pasadas elecciones generales, bajo el lema de La sonrisa de un país, que dirigió Errejón, seguía esa táctica de contraponer las sonrisas al miedo.

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