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Una relación comercial marcada por la incertidumbre

España invirtió 64.000 millones de dólares en Brasil en 2014 y ahora quiere mayor reciprocidad

Mariano Rajoy, y el presidente brasileño, Michel Temer en China.
Mariano Rajoy, y el presidente brasileño, Michel Temer en China.Juan Carlos Hidalgo (EFE)
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Si España vive días de incertidumbre política, Brasil atraviesa un torbellino, con la reciente destitución de Dilma Rousseff y la toma de posesión del ex vicepresidente Michel Temer. Ante este panorama político, a ambos países les preocupa especialmente los efectos económicos. España invirtió 64.000 millones de dólares en Brasil en 2014, lo que le convierte en tercer socio en inversiones directas, y ahora quiere mayor reciprocidad. “El volumen de inversiones brasileñas en España todavía es muy bajo, pero la ventaja es que tratamos exactamente igual al inversor extranjero que al nacional. Queremos empresas brasileñas compitiendo con españolas”, asegura el secretario de Estado de Comercio de España, Jaime García-Legaz, quien no cree que la incertidumbre política de España suponga un obstáculo para estos planes. “La situación, hemos de reconocerlo, no es la ideal. En condiciones normales, habría más visitas del Rey de España y del presidente del Gobierno, pero el nivel de interlocución se mantiene dentro de unos niveles razonables”, argumenta.

El ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña, suscribe las palabras de García-Legaz. “Nosotros trabajamos con España, con un Gobierno legalmente constituido que es provisional, en el sentido de que va a haber nuevas elecciones, pero vamos a desarrollar nuestras agendas independientemente de eso. El actual Ejecutivo español tiene muy claro que la gestión de Michel Temer ofrece un plan con mucho futuro, y queremos trabajar en esa cooperación”, afirma. Para Serra, Brasil es la gran conexión entre España y América Latina, y seguirá desempeñando esa función. Algo más escéptico se muestra Celso Amorim, excanciller de los gobiernos de Lula, para quien todos los periodos de incertidumbre tienen consecuencias. “La indefinición de España puede debilitar la posición de los que desean un acuerdo de asociación entre el Mercosur y la Unión Europea”, concluye.

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