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Ciudadanos ya diseña su asalto final al bipartidismo

Tras quedar por primera vez por delante de PP, PSOE y Podemos, Rivera augura el inicio de una nueva era política

Juan José Mateo
Albert Rivera e Inés Arrimadas, ayer en Barcelona.
Albert Rivera e Inés Arrimadas, ayer en Barcelona. Massimiliano Minocri

Los 25 diputados que Ciudadanos logró en las elecciones catalanas deben marcar el punto de inflexión para que el partido adelante a Podemos y estreche el cerco alrededor de PP y PSOE, según miembros de su Ejecutiva, que esperan que las encuestas de mediados de noviembre certifiquen que ya supera al grupo de Pablo Iglesias como tercera fuerza política de España. La suma del resultado en Cataluña con la mejora de las encuestas en Andalucía —son las Comunidades que reparten más diputados— hacen que los ejecutivos de Ciudadanos revisen al alza sus objetivos.

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“Ya podemos decir que sabemos ganar al bipartidismo y al populismo. Esto tendrá un efecto arrastre”, explica José Manuel Villegas, vicesecretario del partido y jefe de gabinete de Albert Rivera, tras la primera cita electoral en la que Ciudadanos ha quedado por delante de PP, PSOE y Podemos. “Estos resultados provocarán un tirón en toda España, porque el foco, en los próximos meses, seguirá estando en Cataluña”, advirtió. “Somos los únicos que hemos plantado cara donde estaba todo en juego, y cuando se necesitaba hacer política con mayúsculas”, le continuó Fernando de Páramo, secretario de comunicación, sobre las catalanas. “El equilibrio entre unión y regeneración ha sido la clave, porque son dos proyectos que ni el PP ni el PSOE pueden defender como Ciudadanos”.

Villegas y Fran Hervías, el secretario de organización, empezarán hoy a calcular cómo afecta a las previsiones de Ciudadanos el haber sumado 732.147 votos en Cataluña. Antes del 27-S, el partido se había marcado la cifra de 43 diputados como el objetivo para su debut en el Congreso. Ahora el listón se ha elevado. Según fuentes de la dirección, el techo de la formación —entendiendo este como mejor resultado posible— podría estar por encima de los 60.

Los dirigentes de Ciudadanos, que ponderarán sus proyecciones de voto en función de la procedencia geográfica de los sufragios catalanes, de las visitas a su web y de las nuevas afiliaciones, creen que el resultado del domingo puede ser el primer paso para volver al 18% de intención de voto que llegó a darle en marzo la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS. Un gran salto para un partido que solo aglutinaba el 8% en enero.

Con el País Vasco y Navarra convertidos en el punto débil de la estrategia de la formación —le penaliza su propuesta de un regimen fiscal común—, Cataluña y Andalucía serán clave.

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En su Autonomía de origen, Ciudadanos tiene el aval del resultado del domingo, aunque sus ejecutivos recuerdan que nada garantiza igualar el balance en un momento político marcado por la volatilidad. En Andalucía, la evolución ha sido ascendente. La última oleada del Estudio general de opinión pública de la Comunidad, de finales de julio, indica que el partido ha pasado del 9,2% de votos que cosechó en las elecciones del 22 de marzo (para nueve diputados) a atraer a un 14,1%. Su afiliación, según confirmó este diario, se ha triplicado hasta superar las 4.800 personas en los últimos seis meses. También ha quintuplicado sus simpatizantes (10.000).

“Un proyecto común”

Tanto el PP como el PSOE habían señalado a Ciudadanos como socio potencial para las generales tras los pactos alcanzados después de las elecciones autonómicas del 24-M. El 27-S, sin embargo, puede cambiarlo todo. Ciudadanos obtuvo 458.000 votos más que en 2012. Como el PP perdió 123.000 respecto a esa cita, los estrategas de la formación concluyeron ayer que su crecimiento ha afectado tanto al partido de Mariano Rajoy como al de Pedro Sánchez, especialmente superado en su fortín del cinturón rojo de Barcelona. Rivera, en consecuencia, ha visto reforzado su proyecto de luchar por la Moncloa.

El bipartidismo decadente no sirve para solucionar los problemas de Cataluña”, dijo ayer. “Hace falta un proyecto común para España. Solo explicando los males de la secesión, que yo comparto, algunos han tenido un descalabro en las urnas. El PP ha tenido los peores resultados en 30 años y el PSC los de su historia en Cataluña”, continuó. “Sin proyecto para Cataluña no se puede gobernar España. Tenemos la capacidad de liderar la nueva etapa”.

Tras confirmar que sus tesis convencen a muchos catalanes, ese es el reto de Rivera: lanzar un asalto contra el bipartidismo.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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