La policía impedirá exhibir banderas republicanas durante el desfile

El riesgo potencial que puede suponer la exhibición de banderas o símbolos republicanos y una concentración reivindicando la República es suficiente, según la policía y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, para impedirlos. El riesgo “real” y “cierto” de que se produzcan hoy altercados durante la proclamación de Felipe VI prevalece sobre las libertades de reunión y expresión, según el tribunal, que ha prohibido la manifestación Reivindicar la república ante la proclamación del nuevo Rey, convocada para este mediodía.

En el caso de la policía, los agentes impedirán exhibir banderas u otros símbolos republicanos en el recorrido que realizarán el nuevo rey Felipe VI y su esposa por el centro de Madrid y sus alrededores. El argumento es que puede suponer una provocación hacia las personas que sigan el desfile.

Además, los agentes tomarán nota de los inmuebles en los que se cuelguen enseñas tricolores en los balcones e intentar dilucidar, posteriormente, si la intención del propietario del inmueble con esa exhibición era provocar a los asistentes a los actos de proclamación del nuevo rey.

La decisión se basa en un informe elaborado por los servicios jurídicos de la policía que se apoya en la llamada ley Corcuera y en la ley reguladora del derecho de manifestación, según fuentes policiales. Eso sí, “en ningún caso se detendrá a nadie por el simple hecho de enarbolar una bandera republicana, excepto si provoca altercados, desobedece a los agentes o se resiste a estos”, según un mando del Cuerpo Nacional de Policía. Aun así, los agentes tienen orden de requisar cualquier símbolo de este tipo, alegando motivos de seguridad. No obstante, fuentes de la dirección general aseguraron que no existe ninguna instrucción sino que, únicamente, se pretende “garantizar el orden público y evitar actitudes de confrontación”. Las mismas fuentes admitieron, aun así, que si los agentes observan alguna bandera en el recorrido que pueda alterar el ánimo de los asistentes, se les pedirá a sus portadores “que la guarden”.

El despliegue de seguridad comenzó ya ayer con controles y registros a viandantes y conductores. Mochilas, carritos de bebés y bolsas fueron su objetivo. La policía recorrió también las viviendas más cercanas al trayecto que realizará Felipe VI para recabar datos sobre quiénes serán sus ocupantes esta mañana. En la calle, algunos agentes ofrecían banderas oficiales.

La normativa española no prohíbe el uso de ningún tipo de bandera, por lo que las acciones de la policía, en el caso de que no haya altercados, no pueden conllevar ningún tipo de sanción. De hecho, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló una orden del Ayuntamiento de Torrelodones (Madrid) que trató de impedir a IU colocar una bandera tricolor durante las fiestas patronales. Respecto a la concentración de hoy, el tribunal apela a que “puede dificultar el normal desarrollo y eficacia de los dispositivos policiales y de seguridad previstos con carácter excepcional”.

El acto puede atraer a un alto número de ciudadanos favorables a la Monarquía y la presencia de personas contrarias a esa institución podría provocar enfrentamientos, según la policía, que argumenta que este mismo criterio se sigue en acontecimientos de otro tipo. "Sería arriesgado que en una concentración de aficionados del Real Madrid se permitan banderas del Atletico de Madrid; o que en un mitin del Partido Comunista se permitiera el acceso de gente con simbología nazi", detalla un jefe policial.

Los Reyes recorrerán tras su proclamación en el Congreso las principales calles del centro de la ciudad, como son la Carrera de San Jerónimo, el paseo del Prado, la calle de Alcalá, la Gran Vía, la plaza de España, la calle de Bailén y la plaza de Oriente. En todos esos puntos, la Policía prevé la asistencia de multitud de personas simpatizantes de la monarquía.