Del voto a los 16 al ‘carné de ciudadano’
La ponencia marco que debatirán los delegados socialistas marcará su perfil ideológico para los próximos años. El texto ha recibido 16.000 enmiendas
En teoría, del congreso federal en el que 987 delegados socialistas se zambullen a partir de hoy no solo saldrá una nueva dirección con su victorioso secretario general. En teoría, no es solo el congreso en el que José Luis Rodríguez Zapatero dará paso a la nueva cara del PSOE. Es también el cónclave que alumbrará el nuevo proyecto político socialista para el tiempo más complicado que ha vivido la política española en décadas. Propuestas para la crisis y, si llega, la salida de la crisis.
Por ahora, lo que hay es una ponencia marco aprobada por la dirección saliente y 16.000 enmiendas. Un borrador de programa que aboga, por ejemplo, por adelantar el voto a los 16 años, crear nuevos impuestos, permitir que los ciudadanos produzcan su propia energía —y la vendan—, revisar el Estado de bienestar, introducir “nuevas formas contractuales” o crear un carné de ciudadanía para premiar a quienes se impliquen en “tareas comunes”.
Hay también un momento para mirar al pasado reciente.
Tras la debacle electoral de 2011, el PSOE se mueve entre la autocrítica —por la “gestión defectuosa o injusta de la crisis”, por el “cambio de orientación de las prioridades”, por el “creciente aislamiento social” del partido— y el victimismo: ha sido la estrategia de la UE (con mayoría conservadora) la que “ha relegado a los Gobiernos progresistas a vivir en la contradicción permanente entre su discurso político y su acción económica”.
Lo que sigue es un resumen de esa tormenta de ideas.
MODELO ECONÓMICO
Energía “democratizada”, más control a los bancos
Fue el Gobierno de Zapatero el que inició la era de los grandes recortes, pero ahora los socialistas vuelven la cabeza al keynesianismo: recuperar la inversión pública. “No saldremos de la crisis solo con austeridad”, señala el texto. Aunque el PSOE aboga por “presupuestar de manera equilibrada”, la conclusión es que las recetas de ajuste “han fallado”. “No nos han sacado de la crisis, no nos están sacando”. Solución: “Un nuevo paradigma económico”, una mezcla de “austeridad inteligente y estímulos en sectores estratégicos”. Recortes, pero también inversión pública.
La ponencia aborda la gran reforma pendiente: la de la energía. Y la propuesta es radical: “descentralizar la producción”, ir a “un modelo democratizado” en el que la producción se haría en distintos tipos de instalaciones, incluidas “las propias viviendas”, transformadas “en pequeños productores con capacidad de autoabastecimiento en algunas horas del día, y vendedores de energía en otras”. En la política nuclear no hay cambios: el PSOE sigue abogando por esperar al “final de su vida útil” —no antes— para cerrar las centrales, allá por 2028.
En cuanto a la reforma del sistema financiero, los socialistas quieren más “control” sobre los bancos y “una mayor contribución del sector a la sociedad”. Y apuntan que “el Estado puede aprovechar su presencia en las cajas y bancos intervenidos con dinero público” para hacer que el crédito llegue a los ciudadanos.
IMPUESTOS
Nuevas tasas y un límite al pago en efectivo
Los socialistas de 2012 apuestan por la “reforma integral del sistema fiscal español”. Nuevos impuestos —sobre los bancos, las transacciones financieras, “los consumos excesivos” y las actividades contaminantes, sobre la energía nuclear y la hidroeléctrica— y una “lucha sin cuartel” contra el fraude, incluyendo la prohibición de “cualquier compra en efectivo por valor superior a los 3.000 euros”. También defienden menos deducciones en el impuesto de sociedades y potenciar la “corresponsabilidad” fiscal entre Administraciones, revisando “los procesos de transferencia de recaudación”. No explican si eso implicaría más competencia fiscal para las autonomías o recortarla.
ESTADO DE BIENESTAR
Puntos al buen ciudadano
El texto es tajante: “Tendremos que reformar el Estado de bienestar tradicional”, “reformar lo público” con cambios “estructurales” que lo hagan “sostenible a largo plazo”. ¿Reformarlo o recortarlo? El PSOE asegura que nunca defenderá “rebajar el nivel de los servicios públicos” ni “imponer un esquema ideológico privatizador”. Pero “racionalizar” es “ineludible”. Y lanza ideas: “presupuestar con arreglo a resultados”, “introducir flexibilidad laboral en la función pública”, “centralizar compras” y “externalizar servicios” si eso es más eficiente.
“Caben fórmulas de gestión distintas” a la puramente pública, “siempre que se asegure su prestación en condiciones de igualdad y universalidad”, recoge la ponencia.
“Nos comprometemos a sostener los grandes servicios públicos de protección social”. “Servicios públicos universales, financiados con los impuestos”, insiste. Sin copago, sin privatizaciones y sin recortes en la ayuda a la dependencia. Pero con novedades: “Los servicios públicos deben tender a ser cada vez más personalizados y flexibles”, en función “de las necesidades reales”, de la “multidimensionalidad de las personas en el siglo XXI”. Y hay que “revisar los esquemas de ayuda” para evitar su “cronificación”.
El “socialismo de la protección universal” ya no es suficiente: hay que complementarlo con “el socialismo de la reactivación y las oportunidades recurrentes”, lo que quiere decir “premiar” la “implicación de los ciudadanos” en lo público, “reconocer los esfuerzos individuales”. ¿Cómo? El PSOE propone “debatir sobre la introducción de un sistema de puntos de ciudadanía” para reconocer “la implicación individual voluntaria en tareas comunes”.
REFORMA LABORAL
“Adaptar los mecanismos de protección”
El “mundo laboral del siglo XXI” es distinto y eso implica la necesidad de “adaptar los mecanismos de protección laboral”. “España invierte muchos recursos en políticas pasivas de empleo (medidas de protección), pero menos en políticas activas”. “Debemos enfocar nuestras políticas a mejorar la activación”, dice el texto.
Y, frente al gran problema del paro juvenil, plantea “flexibilizar el sistema educativo, volver a abrirles sus puertas”. También “poner encima de la mesa nuevas formas contractuales” que disminuyan la dualidad precarios-indefinidos. No aclara si estarían más cerca de lo primero o de lo segundo.
EL PODER TERRITORIAL
“Ahora es imprescindible el papel del Estado”
Lo que antes, en época de bonanza, era aconsejable “ahora se convierte en imprescindible”, admiten los socialistas. “Es el momento de establecer estrategias nacionales para asegurar la sostenibilidad de la red de prestaciones”. O dicho de otro modo: “Reivindicar el papel del Estado” como garante del “acceso en condiciones de igualdad” a los servicios públicos. “Cuando los servicios de las comunidades se expandían, la igualdad de los españoles no estaba comprometida, pero en este nuevo periodo de recortes es imprescindible que el Estado juegue el papel que constitucionalmente tiene reservado”, señala el PSOE. Y propone vincular “la financiación autonómica a la garantía de que estos servicios básicos sean una realidad”. “Un catálogo común de derechos y deberes” y “que el Estado garantice que se respetan”.
DERECHOS, DEMOCRACIA
Votantes adolescentes
“El PSOE abrirá un debate” sobre el adelanto a los 16 años de la edad para votar. Y otro para limitar los mandatos del presidente del Gobierno, los de comunidades y los alcaldes de poblaciones con más de 100.000 habitantes. Además, quiere “desvincular definitivamente las cuestiones religiosas de las civiles”, un compromiso recurrente e incumplido hasta ahora.
EL PARTIDO
Primarias abiertas del todo
La ponencia propone primero “primarias abiertas a simpatizantes para la elección de las candidaturas electorales”. Pero más adelante defiende que “todos los ciudadanos que deseen inscribirse” podrán participar en esas primarias, y la Ejecutiva tendría que “regular” cómo lo hacen quienes no sean militantes ni simpatizantes. También aboga por “desbloquear listas y rebajar el porcentaje de votos para obtener representación en los órganos del partido”.
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