La trampa del “Sin ellos”
La dignidad de los inmigrantes no debería basarse en si son útiles a la economía


En los vídeos de la campaña Sin ellos de la Sexta aparecen grupos de trabajadores de distintos sectores de los que se van los inmigrantes, dejando así un notorio vacío. Su objetivo es contrarrestar los discursos xenófobos mostrando lo necesarios que son los extranjeros. El problema es que este discurso entraña una trampa peligrosa. Muchos de los llamados “ellos” no son, de hecho, “ellos” sino “nosotros” dado que hace décadas que vienen “ellos” y hay muchos “ellos” que se sienten parte del “nosotros”. A mi madre la siguen considerando de “ellos” porque viste como “ellas”, a mi hijo mayor lo tienen por uno de “ellos” porque su pelo es rizado, a mi hija pequeña porque lleva mi apellido. Tengo amigos y conocidos que son arrinconados a esa marca hispánica que separa y aísla a pesar de que ni han conocido lo que hay más allá de sus confines ni se han tenido nunca por extranjeros. Pero el tema ni siquiera es ése, el tema es que las libertades, los derechos humanos y el lugar que ocupamos en el mundo, nuestra dignidad no debería ser establecida en base a si somos o no útiles para la economía, meros instrumentos a su servicio. Los valores democráticos deberían ser defendidos por encima del mercado y sus necesidades.
¿No se dan cuenta los que repiten una y otra vez que “ellos” vienen a cuidar de “nuestros mayores” que están justificando nuestra existencia mientras estemos dispuestos a cambiarles los pañales a sus abuelos? ¿No ven que degradan así los dos sujetos que forman la ecuación “ellos que cuidan de nuestros abuelos” porque transmiten la idea de que hay que aceptar que sean “ellos” quienes vengan a ocuparse de las tareas que nadie más quiere hacer? ¿Qué pasará el día que ningún inmigrante quiera cuidar abuelos o recoger la fruta o limpiar casas? ¿Entonces nos parecerá aceptable que sean detenidos y encarcelados sin haber cometido delito alguno, sin juicio ni sentencia? ¿Toleraremos que se apliquen normas discriminatorias específicas para los “ellos” que sobren? Pues yo les digo que sí, porque eso es lo que pasó después de la crisis de 2008: que los primeros expulsados del mercado laboral fueron inmigrantes que al dejar de ser trabajadores perdieron sus derechos. Aunque esa historia no la conoce nadie, porque si algo tienen “ellos” es que casi nunca se les permite hablar en primera persona. Otros deciden si son útiles o no, si merecen existir o no en función de si son productivos o no. De si, como ha dicho el Defensor del Pueblo, son “la solución”.
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