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Columna
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Camaleón o pavo real

La derecha se está especializando en la gestión; la izquierda en el gesto

Víctor Lapuente
Alberto Núñez Feijóo saluda durante la reunión de la Junta Directiva del Partido Popular de Galicia, ayer tras ganar su cuarta mayoría absoluta.
Alberto Núñez Feijóo saluda durante la reunión de la Junta Directiva del Partido Popular de Galicia, ayer tras ganar su cuarta mayoría absoluta.Lavandeira jr (EFE)

En la superficie, nada sustantivo ha cambiado en el paisaje político del País Vasco y Galicia. Ganan los mismos. Pero, si miramos por debajo de las siglas, las elecciones autonómicas enlazan con una tendencia que despunta en Europa: en la derecha, ganan los políticos gestores y en la izquierda, los gesticuladores. La derecha se calma, la izquierda se excita.

El PNV y el PP gallego se asemejan poco, pero sus líderes proyectan el mismo mensaje: estabilidad y pragmatismo. Urkullu y Feijóo gobiernan sus comunidades como si presidieran el consejo de administración de una gran empresa, con una ambición por cambiar las cosas diluida en fuertes dosis de prudencia.

Como los buenos gestores, parecen aburridos pero son imaginativos. Son máquinas de apropiarse de los temas estrella de la oposición. El PNV se ha apoderado de la idea “modelo social” vasco y el PP del galleguismo, de forma parecida a como Angela Merkel robó la solidaridad a los socialdemócratas y el canciller austriaco Sebastian Kurz se erige ahora como el adalid de la lucha contra el cambio climático. Recogen votos encorbatando demandas de izquierdas. Con la ultraderecha en el rincón de la clase y cara a la pared por su falta de credibilidad en la pandemia, la derecha que triunfa en Europa es camaleónica.

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Al contrario, en la izquierda vencen las formaciones que no buscan acercarse, sino distanciarse lo máximo posible de los temas y tonos de la derecha. Se imponen quienes señalan mejor su enmienda a la totalidad de lo que representa la derecha, social y territorialmente, como EH Bildu y el BNG. Programáticamente, son indistinguibles de socialistas y podemistas, pero son más coloristas. Pavonean mejor sus diferencias con la derecha. Enarbolan la bandera folklórica y localista frente al cosmopolitismo y la globalización.

En la derecha se imponen los camaleones y en la izquierda los pavos reales. En el espacio liberal-conservador sobreviven los partidos que se adaptan mejor a un entorno hostil y en el progresista, los que exhiben más su cola.

Rufián naufragaría como candidato en la derecha. Cayetana triunfaría en la izquierda. Perfiles como Calviño y Escrivá obtendrían mayorías absolutas en Galicia y Madrid como líderes de derechas, pero Feijóo y Urkullu fracasarían en la izquierda. La derecha se está especializando en la gestión; la izquierda en el gesto. @VictorLapuente

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