Le copiamos una técnica a Jamie Oliver para cocinar una coliflor entera, le damos un masaje con un aliño de hierbas y especias y la acompañamos de puerro y chirivía. Y luego nos lo comemos todo, claro.
Diez opciones de comidas y cenas felices que rozan el minimalismo pastafariano: una oda a la cocina italiana simple, honesta y que cede a la pasta el protagonismo que nunca debió perder.
Queso azul, bulbos de invierno, cítricos y escarola, unidos y dispuestos a enseñarte quién manda en el mundo de las ensaladas. Tiene pinta de estar aún mejor acompañada de pan de centeno ligeramente tostado.
Un manifiesto –y un buen montón de ideas– para reivindicar el noble arte del picoteo saludable hecho en casa: sin exceso de calorías, sin aditivos y sin guarrindongadas, pero con todo el sabor.
Postre navideño con 8 apellidos vascos (o más), pensado para tomar antes de levantar piedras a pulso o partir troncos. Lo típico de las fiestas, ahí va pues.
Para los que ya tienen la lista de villancicos preparada, nada mejor que sacar el espumillón e ir haciendo pruebas de polvorones caseros. Perfectos para regalar y quedar como un Rey Mago.
Una base fina estilo coca, castañas asadas, un par de peras y una crema de vainilla. La tarta otoñal definitiva existe, y si eres listo la acompañarás de una bola de helado de nata y chocolate fundido.
Estamos en plena época de setas, frutos secos y cursiladas otoñales. Rendimos homenaje a las tres cosas en una pasta cocinada de una forma poco convencional: como un risotto.
Nueva entrega de la sección "tengo miedo al amasado, mamá", esta vez con un pan integral potentorro y satisfactorio que ni siquiera se tiene que tocar con las manos.
Una vuelta de tuerca al mar y montaña tradicional de la mano de Mateu Casañas, uno de los tres chefs del restaurante Compartir y antiguo jefe de cocina de ElBulli.
Una receta pensada para hacer justicia a todas las judías verdes sobrecocidas por generaciones de madres y abuelas (y a los que se las comieron sabiendo que algo ahí no iba del todo bien).