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Al menos 89 migrantes muertos en el naufragio de una embarcación que partió de Líbano

La mayoría de fallecidos son sirios, libaneses y palestinos. Es uno de los episodios más letales desde el inicio del éxodo por la crisis

Miembros de la Media Luna Roja siria, durante el proceso de rescate de supervivientes y recuperación de los cadáveres, este viernes en Tartus.
Miembros de la Media Luna Roja siria, durante el proceso de rescate de supervivientes y recuperación de los cadáveres, este viernes en Tartus.SYRIAN RED CRESCENT (via REUTERS)
Antonio Pita
Jerusalén -

Al menos 89 personas han muerto en el naufragio frente a la costa siria de una embarcación de migrantes que había partido hace días desde el norte de Líbano, ha indicado este sábado a la agencia oficial siria Sana Iskandar Ammar, director del hospital Al Basel de la ciudad siria de Tartus, al que han sido transportados los supervivientes. La mayoría de muertos son sirios, libaneses y palestinos. Es uno de los episodios más letales del éxodo libanés originado por la crisis que atraviesa el país desde 2019.

Hay aún decenas de desaparecidos, ya que la barcaza transportaba a más de 150 personas, precisó el viernes el gobernador de Tartus, Abdel Halim Jalil, a partir de declaraciones de supervivientes. El director del hospital ha señalado que 14 personas están ingresadas, dos de ellas en estado grave.

Algunos de los cadáveres fueron hallados en la playa en torno al puerto de Tartus. Otros, recuperados del fondo del mar por los servicios de rescate, que están siendo apoyados por la fuerza naval rusa. Ya han comenzado las repatriaciones de los fallecidos. El viernes, varios familiares comenzaron a cruzar desde Líbano, en coordinación con la Cruz Roja, para poder identificar los cadáveres.

Dos de los cadáveres, a su llegada a la ciudad libanesa de Trípoli, este viernes.
Dos de los cadáveres, a su llegada a la ciudad libanesa de Trípoli, este viernes. Bilal Hussein (AP)

El bote salió a principios de semana rumbo a Europa desde la empobrecida zona de Minieh, en el norte de Líbano, cerca de la frontera con Siria. Cada vez más personas abandonan de forma ilegal el país, en el que un 80% de la población está por debajo del nivel de pobreza, la moneda ha perdido el 95% de su valor frente al dólar y los bancos acaban de cerrar de forma indefinida después de que varias personas entrasen armadas para exigir sus ahorros, sobre los que se ha impuesto un corralito parcial.

No solo lo hacen libaneses. También refugiados sirios (Líbano acoge a 1,5 millones a causa de la guerra comenzada en 2011, según la cifra oficial, aunque el número real parece estar por debajo del millón) y palestinos, que viven principalmente en los campamentos de refugiados establecidos hace siete décadas, a raíz de su expulsión y huida durante la primera guerra árabe-israelí.

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Una sucursal del Banco de Beirut, cerrada y protegida, este jueves en la capital libanesa.
Una sucursal del Banco de Beirut, cerrada y protegida, este jueves en la capital libanesa.Bilal Hussein (AP)

El pasado abril ya se hundió otra barca mientras era perseguida por la Marina libanesa a la altura de Trípoli. Se halló al menos una decena de cadáveres, mientras que 45 migrantes fueron rescatados con vida. Además, los supervivientes de una embarcación que se hundió este mes en aguas de Turquía contaron a los guardacostas que habían salido de la ciudad libanesa de Trípoli con la intención de llegar a Italia. Murieron seis personas, entre ellos, dos bebés.

La migración ilegal por mar, principalmente hacia Chipre ―a cerca de 200 kilómetros― como escala hacia otros países europeos, se disparó en 2020, al agravarse la intensa crisis económica en la que Líbano vivía desde un año antes. Según datos de Naciones Unidas, ese año salieron ya al menos 38 barcos con más de 1.500 pasajeros. Más del 75% fueron interceptados por las autoridades o devueltos a tierra. El fenómeno no ha hecho más que aumentar desde entonces. La cifra se duplicó en 2021 y este año ha crecido otro 70% respecto al mismo periodo del año pasado.

El asunto se ha convertido desde este verano en una prioridad para las autoridades migratorias de la UE. Bruselas cree que el hecho de que Damasco esté intentando recuperar a miles de sirios refugiados en países vecinos como Líbano ―con promesas de perdón a quienes no eran leales al régimen de Bachar el Asad, etcétera― está generando un efecto huida e incrementando el flujo migratorio hacia Europa, según un documento interno de la UE, informa Belén Domínguez Cebrián.

En julio empezaron las conversaciones entre Beirut y Damasco para el regreso de unos 15.000 sirios al mes, lo que ―unido a la dura situación económica que vive Líbano― ha hecho que cada vez más personas de clase media y alta recurran a las mafias de traficantes de personas para salir del país y aumenten los factores que reavivan la ruta migratoria del Mediterráneo oriental.

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Sobre la firma

Antonio Pita
Corresponsal para Oriente Próximo, tras cubrir la información de los Balcanes en la sección de Internacional en Madrid. De vuelta a Jerusalén, donde ya trabajó durante siete años (2007-2013) para la Agencia Efe. Licenciado en Periodismo y Máster de Relaciones Internacionales y Comunicación por la Universidad Complutense de Madrid.

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