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Biden afirma que los soldados seguirán en Kabul hasta que salga el último estadounidense del país

“No había forma de retirarse de Afganistán sin que se produjera el caos”, insiste el presidente de EE UU en una entrevista televisiva

El presidente de EE UU, Joe Biden, este miércoles en la Casa Blanca. En vídeo, sus declaraciones este miércoles en una entrevista a la cadena televisiva ABC.Vídeo: SHAWN THEW / EFE / REUTERS
María Antonia Sánchez-Vallejo

Dos días después de dirigirse a la nación con un mensaje sobre la retirada de Afganistán, el presidente de EE UU, Joe Biden, ha defendido este miércoles, en una entrevista a la cadena televisiva ABC, la gestión de la evacuación por parte de su Administración, si bien ha reconocido que “no había forma de salir de Afganistán sin que se produjera el caos”.

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“No creo que se haya podido manejar de mejor manera, pero vamos a revisar [lo sucedido en Kabul]”, ha dicho el mandatario, sin apartarse ni un milímetro del que viene siendo el discurso oficial de la Casa Blanca: vehemente defensa de la pertinencia de retirarse pese al caos que la precipitada retirada estadounidense, en conjunción con el triunfo talibán y el colapso del Gobierno y el ejército afganos, ha provocado en el país centroasiático.

Biden afirmó el compromiso de Washington de repatriar hasta el último estadounidense desde Afganistán, aunque ello implique ampliar la misión militar más allá del 31 de agosto, la fecha límite para la retirada. “Si queda un solo ciudadano estadounidense, vamos a quedarnos hasta sacarlo”, dijo el mandatario. “Por tanto, ¿los ciudadanos de EE UU deben interpretar que nuestras tropas podrían tener que estar allí después del 31 de agosto?”, le preguntó el entrevistador. “No”, respondió Biden con firmeza; “los estadounidenses deben entender que haremos todo lo posible para sacarlos a todos antes del 31 de agosto”. “Si no lo hacemos, determinaremos a su debido tiempo quién falta”, concluyó.

Para zanjar la confusión informativa generada durante el día acerca de la situación en el aeropuerto de Kabul —un cable de la Embajada de EE UU había alertado a mediodía de que las tropas ya no podían garantizar un acceso seguro al aeródromo—, Biden insistió en la colaboración de los talibanes al permitir a los ciudadanos estadounidenses el acceso a las instalaciones. “Una de las cosas que no sabíamos es lo que los talibanes iban a hacer al respecto. Pero están cooperando, permitiendo a los estadounidenses salir [de Kabul], al personal de las embajadas, etcétera”.

Sí asumió empero los obstáculos que afrontan los afganos para marcharse. “Están teniendo… estamos teniendo algunas dificultades con aquellos que nos ayudaron mientras estuvimos aquí”, dijo en referencia a los excolaboradores afganos de las tropas extranjeras, que ahora temen las represalias de los talibanes. Sin embargo, minimizó las terribles imágenes de afganos agarrándose al fuselaje de aviones de transporte militar estadounidense, en un desesperado intento de huir del país; también la caída en el vacío de algunos de ellos tras el despegue. “¡Eso fue hace cuatro, cinco días!”, replicó al entrevistador.

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Sobre los fallos de inteligencia, planificación, ejecución o valoración cometidos en la retirada, Biden rechazó las críticas y volvió a echar las culpas a los líderes afganos y sus fuerzas armadas. “Cuando ves al líder del país [el presidente Ashraf Ghani] coger un avión y marcharse a otro país; cuando ves el colapso total de las fuerzas armadas, a las que hemos entrenado, dejando sus equipos y marchándose..., eso es simplemente lo que sucedió”, pretextó.

Durante el día, como ha venido sucediendo desde el lunes, distintos altos cargos de la Administración ofrecieron la misma versión de los hechos. El general Mark Milley, que esta primavera intentó convencer a Biden de dejar un retén de 2.500 efectivos en Afganistán antes de evacuar a los civiles, arguyó este miércoles que nada ni nadie habría podido imaginar un colapso tan rápido. El jefe del Estado Mayor de la Defensa anunció que las autoridades estadounidenses quieren acelerar el ritmo de evacuación de Afganistán, de donde este miércoles habían salido ya unas 5.000 personas en aviones estadounidenses.

Milley, que ofreció una rueda de prensa en el Pentágono junto al secretario de Defensa, Lloyd Austin, confirmó que se habían producido incidentes de “acoso a individuos que intentaban llegar al aeropuerto”, sin especificar por parte de quién, pero confirmó que los talibanes no estaban interfiriendo en las tareas de evacuación. “A través del Departamento de Estado, los talibanes están garantizando el acceso seguro al aeropuerto de los ciudadanos que tienen el pasaporte de EE UU”, dijo el general. En cambio, a los afganos desesperados por huir, según el Departamento de Estado, los muyaihidines están bloqueando el acceso.

Austin también confirmó que las tropas de EE UU desplegadas en el aeropuerto —unos 5.000 efectivos— no tienen capacidad de ayudar a las personas que quieren salir del país a llegar a las instalaciones aeroportuarias. Pese a esporádicos disparos al aire para atajar conatos de tensión, entre los soldados estadounidenses y los talibanes “no ha habido interacciones hostiles, y la línea de comunicación permanece abierta”, ha asegurado Austin.

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