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Argentina reclama a Rusia por la demora en la entrega de la vacuna Sputnik V

Una asesora presidencial advierte que existe el riesgo de cancelar el contrato si no envían de forma urgente las segundas dosis del inmunizante acordado contra la covid-19

Trabajadadores de la salud administran la vacuna Sputnik V en el estadio Monumental de Buenos Aires
Trabajadadores de la salud administran la vacuna Sputnik V en el estadio Monumental de Buenos Aires.JUAN MABROMATA (AFP)

La vacuna rusa Sputnik V se ha convertido en un gran quebradero de cabeza para el Gobierno de Argentina. Fue la primera en ser aplicada de forma masiva en el país sudamericano y se inoculó con ella a la población más desprotegida, los mayores de 60 años. Sin embargo, este grupo de riesgo no ha podido completar el esquema de vacunación en el plazo máximo previsto de tres meses debido a la falta de segundas dosis. Ante el peligro que supone la variante delta del coronavirus, una carta de la asesora presidencial Cecilia Nicolini al negociador ruso Anatoly Braverman ha dejado al descubierto la desesperación gubernamental por el retraso de las dosis comprometidas y ha provocado duras críticas de la oposición, que exige la comparecencia de las autoridades sanitarias ante el Congreso.

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Argentina ha recibido hasta el momento 11,8 millones de dosis de Sputnik V con el componente uno y 2,4 millones de dosis con el componente 2, lo que implica que más de seis millones de personas cuentan con una protección parcial contra la covid-19. “Nos encontramos en una situación muy crítica”, dice Nicolini en la primera línea de la misiva a Braveman, del Fondo Ruso de Inversión Directa, enviada el pasado 7 de julio. “Necesitamos urgentemente al menos un millón de dosis para vacunar a las personas mayores este fin de semana”, reclama la asesora poco después en la carta que fue publicada este jueves por el diario La Nación.

El fracaso de las negociaciones de Argentina con la farmacéutica estadounidense Pfizer y el retraso de las vacunas de la europea AstraZeneca volvieron al Gobierno de Fernández muy dependiente de Rusia en los primeros meses de la campaña de vacunación. Desde junio, en cambio, la creciente disponibilidad de inmunizantes ha diversificado las opciones y se han aplicado ya 10,1 millones de dosis de AstraZeneca y siete millones de la china Sinopharm. A principios de julio, el Gobierno autorizó también la llegada de vacunas de farmacéuticas estadounidenses. Además, la Sputnik V ha comenzado también a producirse en territorio argentino.

Con un mayor abanico de posibilidades, Argentina ha endurecido su discurso frente al Fondo Ruso ante la falta del componente 2. “Todo el contrato corre el riesgo de ser cancelado públicamente”, advierte Nicolini. “Entendemos la escasez y las dificultades de producción de hace algunos meses. Pero ahora, siete meses después, todavía estamos muy atrasados, mientras comenzamos a recibir dosis de otros proveedores de forma regular, con horarios que se están cumpliendo. Además, acabamos de emitir un decreto presidencial que nos permite firmar contratos con empresas estadounidenses y recibir donaciones de Estados Unidos”, agrega.

La asesora presidencial argentina destaca también que las vacunas de los laboratorios estadounidenses son aptas para menores de edad, una ventaja frente a la rusa, que aún no ha recibido autorización para su uso pediátrico.

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La carta revela también la negativa del Gobierno de Fernández a los cambios en el contrato solicitados por Rusia, los esfuerzos realizados por el país sudamericano para promocionar la Sputnik V y la decepción del presidente argentino por el retraso en habilitar la producción local de la vacuna rusa.

Agenda electoral

La campaña de vacunación contra la covid-19 será, salvo imprevistos, uno de los grandes temas de la inminente campaña electoral argentina. La carta publicada este jueves ha sido usada como arma arrojadiza de la oposición contra el Gobierno. Desde la coalición Juntos por el Cambio han anticipado que solicitarán la comparecencia de Nicolini y de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, ante el Congreso. La Unión Cívica Radical, parte de esa alianza opositora, ha lamentado que “se priorizara la ideología y la geopolítica a la hora de salvar vidas”.

“La carta del Gobierno a los rusos es prueba contundente de la decisión política que nos dejó sin millones de vacunas, con miles de muertos, sin economía y sin educación. Fernández, [el exministro de Salud, Ginés] González García y Vizzotti tienen que explicar esta catástrofe sanitaria, educativa y económica”, ha tuiteado la exministra de Seguridad macrista Patricia Bullrich. “Nos demuestra la irresponsabilidad del Gobierno argentino, que compró vacunas por razones ideológicas a una corporación de estafadores cuya segunda dosis enviará tarde o nunca”, ha coincidido el extitular de la cartera de Cultura, Pablo Avelluto.

Nicolini ha confirmado la veracidad de la carta en una entrevista radiofónica, pero ha recordado que desde el pasado 7 de julio Argentina ha recibido más de medio millón de dosis del componente 2 de Sputnik V y el laboratorio Richmond obtuvo otro millón para fabricar en Argentina. Según la negociadora argentina, el diálogo con Rusia es constante y fluido. “Fruto de esa buena relación es que Argentina ha sido prioritaria en el envío de vacunas y que un porcentaje muy alto de todas las que se exportan, se destine a nuestro país”, ha subrayado.

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