_
_
_
_
_

Alberto Fernández busca el apoyo de la Unión Europea ante el FMI

El presidente de Argentina inicia una gira por España, Vaticano, Italia, Alemania y Francia en el inicio de las negociaciones por la deuda externa

Federico Rivas Molina
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, a su llegada a Roma.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, a su llegada a Roma.Presidencia

Alberto Fernández necesita el apoyo de la Unión Europea. Desde este viernes, intentará sumar voluntades detrás de su plan de negociación de la deuda externa que Argentina ha iniciado con el Fondo Monetario Internacional y sus acreedores privados. El líder peronista ya ha dicho que no puede asumir los compromisos asumidos con los acreedores por Mauricio Macri, su predecesor en el cargo, y buscará la mano extendida de España, Italia, Francia y Alemania. La primera escala será en el Vaticano, donde se reunirá con su compatriota el papa Francisco. El ministerio de Economía argentino anunció que la oferta a los acreedores estará lista en la segunda semana de marzo.

Más información
Un laberinto argentino para el FMI de Georgieva
Argentina negocia con directivos del FMI en Nueva York el futuro de su deuda

Fernández aprovechará su escala vaticana para visitar al primer ministro de Italia, Giuseppe Conte; el domingo viajará a Berlín, donde lo espera la canciller Ángela Merkel; y luego a Madrid, donde repetirá, esta vez como jefe de Estado, el encuentro que mantuvo en septiembre pasado con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez. El argentino cerrará su gira el 5 de febrero en París, con un almuerzo con el presidente Emmanuel Macron. A todos los líderes europeos les pedirá su apoyo ante el Fondo Monetario Internacional, el principal acreedor de Argentina, y el resto de los bonistas privados. “Son votos y acompañamientos que necesitamos”, dijo Fernández la semana pasada en Israel.

Solo la deuda de Argentina con el FMI asciende a 44.000 millones de dólares, la cantidad que el organismo había desembolsado en Buenos Aires de los 57.000 millones acordados con Macri en 2018. En agosto pasado, cuando el cuadro macroeconómico argentino se descompuso, se cortaron los pagos. Fernández rechazó cualquier nuevo desembolso con el argumento de que solo serviría para aumentar aún más una deuda ya impagable. El trabajo que el nuevo Gobierno peronista tiene por delante es lograr una agenda de pagos acorde con la crisis que ha vaciado de dólares a la economía argentina, derrumbado los indicadores de crecimiento y disparado la inflación y el desempleo.

En la víspera del inicio de la gira de Fernández, el Gobierno publicó un cronograma de negociaciones más laxo del que se esperaba, con fecha de cierre en el límite de la suspensión de pagos. Durante febrero, Argentina discutirá con los bonistas posibles escenarios de quita de capital y prórrogas de intereses, mientras espera para el día 12 de febrero una misión del FMI. La oferta definitiva estará durante la segunda semana de marzo. Luego se verá el nivel de adhesión y se avanzará en el papeleo para el inicio de los pagos reprogramados. El éxito de semejante estrategia necesita del apoyo internacional, y en eso está ocupado Fernández.

Los países que visitará el argentino suman entre todos el 14,29% de los votos del FMI, y pueden ser claves para que el directorio apoye una propuesta argentina. Al otro lado del Atlántico, Estados Unidos, con el 16,52% de los votos del Fondo, ha mantenido un silencio prudente, más cercano a un apoyo que a un rechazo. El viernes pasado, Washington excluyó a Argentina de los aranceles al aluminio y al acero aplicados en el marco de la guerra comercial con China, un gesto que supuso un apoyo a la gestión de Fernández.

Estados Unidos fue la llave del crédito que el FMI otorgó a Macri, el más grande de su historia por el volumen. El presidente Donald Trump tiene una larga historia de amistad con el argentino y medió ante la secretaria ejecutiva del Fondo, Christine Lagarde. La sucesora de Lagarde, Kristalina Georgieva, debe ahora administrar esa pesada herencia. La semana que viene se cruzará en Roma con el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, aprovechando un seminario sobre economía solidaria organizado en el Vaticano por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales. Guzmán es un experto en planes de reestructuración de deuda que Fernández repatrió desde la universidad de Columbia, donde trabajaba bajo el paraguas académico del Nobel de Economía Joseph Stiglitz.

Guzmán ha mantenido en secreto los detalles de la oferta que hará al FMI y a los bonistas privados que esperan recuperar el dinero que prestaron a Argentina. Pero Fernández no llegó a Europa con las manos totalmente vacías. El miércoles, el Congreso dio, con el voto opositor, media sanción al proyecto de ley que autoriza al Ejecutivo a renegociar la deuda externa. Con ese mandato, que pasará sin problemas por el Senado durante la semana próxima, el ministerio de Economía difundió el cronograma de las negociaciones.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_