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Claves del conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario

Rabat ha afianzado su postura ante la comunidad internacional mientras la organización saharaui pierde confianza en la ONU

Fuerzas del Frente Polisario prenden fuego el 13 de noviembre de 2020 a tiendas de campaña situadas en El Guerguerat, después de que el Ejército marroquí disolviera una protesta de civiles saharauis que bloqueaban la carretera hacia Mauritania.
Fuerzas del Frente Polisario prenden fuego el 13 de noviembre de 2020 a tiendas de campaña situadas en El Guerguerat, después de que el Ejército marroquí disolviera una protesta de civiles saharauis que bloqueaban la carretera hacia Mauritania.- (AFP)
Francisco Peregil

El conflicto del Sáhara Occidental vive su peor momento desde que las dos partes firmaron el alto el fuego el 6 de septiembre de 1991. He aquí algunos puntos esenciales para analizar la situación:

¿Cuándo se gestó el conflicto?

En 1973 nació el grupo armado Frente Popular de Liberación de Saguia al-Hamra y Río de Oro (Frente Polisario) para reivindicar la independencia del Sáhara Occidental frente a España, que administraba el territorio como colonia desde 1883.

El 6 de noviembre de 1975 el rey Hassan II (1961-1999) impulsó la llamada Marcha Verde hacia el Sáhara, en la que movilizó a 350.000 civiles marroquíes. Después de aquella operación, España cedió a Rabat el norte y centro del Sáhara Occidental y a Mauritania el sur. Desde entonces, el 6 de noviembre es día festivo en Marruecos.

Millones de marroquíes crecieron escuchando las historias de sus padres sobre aquella marcha en la que consiguieron recuperar una tierra que, bajo el prisma de la mayoría de los marroquíes, siempre debió haber pertenecido a Marruecos.

En 1976 el Polisario proclamó la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y entró en guerra con Marruecos y Mauritania. Contó con el apoyo de Argelia y también de Cuba y Sudáfrica, sus aliados históricos. Decenas de miles de saharauis se exiliaron en unos campamentos cercanos a la localidad argelina de Tinduf, en pleno desierto. Los niños de aquellas familias, que hoy frisan la treintena, crecieron con la idea de que algún día recuperarían una tierra que, según estos saharauis, nunca debió ser “colonizada” por Marruecos.

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El Frente firmó la paz con Mauritania en 1979. Pero con Marruecos se sumergió en una guerra en la que tardó 16 años en salir, hasta el alto el fuego de 1991, fecha en que fue creada la Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental, conocida como Minurso.

¿Cuál ha sido el detonante de la ruptura del alto el fuego por parte del Frente Polisario?

El Ejército de Marruecos penetró el viernes 13 de noviembre en la zona desmilitarizada del Guerguerat –en el sur del Sáhara Occidental, fronteriza con Mauritania– para expulsar a unos 50 civiles saharauis que mantenían bloqueada la carretera de acceso a Mauritania desde el 21 de octubre. El Frente Polisario intervino y ambas fuerzas intercambiaron disparos, aunque no se registró ningún herido.

En los días posteriores el Frente aseguró haber atacado diversas bases militares marroquíes y causado víctimas mortales. Las fuentes oficiales marroquíes consultadas por este diario niegan haber sufrido ninguna baja. El Polisario ha roto el alto el fuego y decretado el estado de guerra.

¿Por qué bloquearon los civiles saharauis la carretera del Guerguerat?

Para reclamar la convocatoria de un referéndum de autodeterminación, tal como estableció la ONU en la firma del alto el fuego en 1991. Sin embargo, Marruecos solo está dispuesto a conceder un régimen autonómico al Sáhara Occidental. El Polisario cree que la ONU no ejerce debidamente su labor de mediación al permitir que Marruecos mantenga e incremente sus transacciones comerciales en un territorio en disputa. Para el Frente Polisario ese comercio se traduce en un “expolio de los recursos naturales” del Sáhara.

¿Cuáles son las principales riquezas del Sáhara Occidental?

En este territorio de 266.000 kilómetros cuadrados, equivalente a la mitad de España, viven poco más de medio millón de habitantes. El Sáhara Occidental posee un litoral de 1.100 kilómetros de largo frente al Atlántico. Eso ya implica un gran valor geoestratégico en sí mismo.

Además, cuenta con grandes caladeros de pesca -de los que se benefician España y la Unión Europea mediante contratos firmados con Marruecos- y sus minas de fosfato, elemento básico en la elaboración de fertilizantes.

Desde 1975, Marruecos ha ido invirtiendo en las infraestructuras de lo que considera sus “provincias del sur”. En la actualidad administra y controla el 80% del territorio.

¿Cuándo dejó la ONU de mencionar el referéndum de autodeterminación?

En 2001. Mohamed VI llevaba solo dos años en el trono de Marruecos. La resolución del Consejo de Seguridad aprobada en junio de aquel año mostraba su “pleno apoyo” a los acuerdos adoptados por las partes para la “celebración de un referéndum libre, justo e imparcial sobre la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental”.

A partir de entonces, el plan de paz liderado por Naciones Unidas entró en parálisis. Para salir de ella, la ONU animó en 2006 a las partes a entrar en conversaciones directas sin condiciones previas. En 2007 ambas partes presentaron sus propuestas ante la ONU. El Polisario seguía proponiendo un referéndum de autodeterminación y Marruecos mencionó por primera vez la concesión de una autonomía para el territorio.

En esa propuesta, el Estado marroquí tendría jurisdicción exclusiva en cuestiones religiosas, constitucionales y que guarden relación con la figura del rey, con la seguridad nacional, relaciones exteriores y el poder judicial. El Polisario consideró que aquella oferta era aún peor que el plan de autonomía que le presentó el Estado español en 1974.

Desde entonces, las resoluciones de la ONU no hacen mención a la autonomía, pero sí recogen año tras año una frase que la diplomacia marroquí asume como una victoria cada vez que alguien la utiliza: “Los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos para hacer avanzar el proceso hacia una solución”.

¿Cómo ha ido ganando Marruecos fuerza en el campo diplomático?

El Frente Polisario no ha conseguido jamás que la Minurso examine la cuestión de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Entre las 16 misiones de paz de la ONU solo la del Sáhara Occidental, la Minurso, carece de poderes para evaluar esta situación.

El Frente Polisario logró en 2018 que el Tribunal de Luxemburgo sentencie que el acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos no se aplique al Sáhara Occidental porque ese territorio “no forma parte de Marruecos”. Pero en 2019 el Parlamento Europeo aprobó el acuerdo de pesca con Marruecos que incluye al Sáhara Occidental.

Mientras tanto, Marruecos ha ido tejiendo en África una red económica, diplomática y religiosa. Decidió en 2017 regresar a la Unión Africana, única organización internacional que reconoce como Estado a la República Árabe Saharaui Democrática. Hassan II la había abandonado en 1984, cuando se llamaba Organización para la Unidad Africana (OUA). Y su hijo, Mohamed VI, regresó con el fin de expulsar a la RASD. “Cuando un cuerpo está enfermo es mejor curarlo en el interior que en el exterior del organismo”, señaló el monarca.

En el último año, Marruecos se dedicó a atraer consulados de países aliados en África hacia el Sáhara Occidental. En total, ha sumado 16 en el último año, con la incorporación estrella del primer país árabe, Emiratos Árabes Unidos.

En esta partida de ajedrez que dura tres décadas, el principal aliado de Marruecos ha sido Francia. También la Administración española, con un perfil más discreto, ha jugado en los pasillos de la Unión Europea y de la ONU a favor de Rabat. Y también lo ha hecho el Estados Unidos de Donald Trump. En cuanto al Frente Polisario, su principal aliado y protector es Argelia. Y también cuenta con Sudáfrica y Rusia.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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