Una empresa de seguridad española espió los teléfonos de dos hijas de Rafael Correa

La compañía instaló ‘troyanos’ en sus teléfonos móviles y piratearon sus cuentas de Facebook y Messenger, según una querella del expresidente de Ecuador

Madrid -
El expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, en una terraza de Bruselas, en septiembre de 2020.Delmi Álvarez

La empresa de seguridad española UC Global S.L. espió durante años a dos hijas del expresidente de Ecuador Rafael Correa e instaló troyanos, sistema que permite el robo de datos confidenciales, en sus teléfonos móviles iPhone, según la documentación aportada en la querella que ha presentado en la ...

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La empresa de seguridad española UC Global S.L. espió durante años a dos hijas del expresidente de Ecuador Rafael Correa e instaló troyanos, sistema que permite el robo de datos confidenciales, en sus teléfonos móviles iPhone, según la documentación aportada en la querella que ha presentado en la Audiencia Nacional el político ecuatoriano contra el exmilitar David Morales, dueño de la compañía por presuntos delitos contra la intimidad y revelación de secretos.

Sofía Correa estudiaba en Lyon (Francia) y su hermana Anne comenzaba su formación universitaria en la ciudad francesa de Poitiers. De madre belga y lengua francófona, las dos habían obtenido becas del Gobierno francés cuando comenzaron a recibir seguridad de la compañía española contratada por el Servicio de Protección Presidencial de Ecuador (SPP). El servicio resultaba para el Gobierno ecuatoriano “más rentable” que desplazar a Francia un equipo permanente de seguridad ecuatoriano.

UC Global S. L. firmó un contrato con el SPP y comenzó a prestar sus servicios de vigilancia y escolta en las dos ciudades francesas a finales de 2014. Al mismo tiempo, la empresa de Morales daba seguridad al entonces presidente ecuatoriano en sus viajes por Europa. La querella afirma que tanto Correa como sus hijas “desconocían la subcontratación” y se referían a estos servicios como “la seguridad de los españoles”.

En octubre de 2014, las dos jóvenes recibieron dos iPhone con la excusa de que tenían un sistema de geolocalización para saber dónde estaban en cada momento. La querella, admitida a trámite, afirma que ambos teléfonos móviles tenían dos troyanos de Tradesegur incorporados “que permitían el control absoluto de ambos [dispositivos] desde la sede de UC Global S. L.” en Jerez de la Frontera (Cádiz). Un año más tarde se les facilitaron dos iPhone nuevos, más modernos, con el sistema Flexispy, una aplicación espía que monitorea las conversaciones. En ambas ocasiones se les ocultó a ellas y a sus padres esta circunstancia, según la denuncia que tramita el juez José de la Mata en la Audiencia Nacional.

La familia empezó a sospechar del comportamiento de los escoltas. La querella describe la reunión que mantuvieron la esposa de Correa, los tres hijos del matrimonio, el dueño de UC Global S. L. y uno de los trabajadores de la empresa en la que preguntaron si los teléfonos móviles tenían algún sistema de intromisión. El exmilitar Morales negó que los dispositivos estuvieran pirateados.

“UC Global S. L. comenzó a recolectar información de ambas, especialmente vinculada al padre, entonces presidente, y se accedió a sus cuentas de correo electrónico, así como a su Facebook y Messenger”, señala la querella que aporta las facturas de la compra de los iPhone con troyanos y 41 grabaciones de conversaciones telefónicas captadas a través de esos dispositivos y descubiertas en el ordenador de Michel Wallemacq, un trabajador belga de la empresa. La denuncia presume que estaban en su poder por dominar el francés y el español, idiomas en los que se comunicaban las hijas de Correa.

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Cuando en 2017 Rafael Correa dejó la presidencia de Ecuador se trasladó a Bélgica y la empresa de seguridad de Morales le dio seguridad en ese país. En 2019 el expresidente prescindió de sus servicios al sospechar que estaba siendo espiado. “Los operadores le confesaron que Morales les reclamaba informes sobre sus reuniones o datos personales. Especialmente en lo relacionado con el asilo a Julian Assange [en la Embajada de Ecuador en Londres] del que Correa fue hombre decisivo. Algunos se negaron”, dice la querella.

La denuncia contra Morales aporta también una conversación, del 9 de agosto de 2017 en la plataforma Telegram, en la que Morales indica a uno de sus trabajadores si podía introducir troyanos en los dispositivos electrónicos del expresidente. “Ok. Si vais a tocar sus ordenadores ¿es posible hacer lo mismo que tenemos para los teléfonos?”, pregunta en un correo electrónico a uno de sus empleados. La querella incluye un informe del dueño de UC Global S.L. sobre reuniones de Correa, al que denominaban en clave Romeo, en Bruselas, así como información sobre los números de serie su iPad y ordenador portátil.

Estrategia

Un testigo protegido, extrabajador de la empresa de seguridad, ha aportado una conversación de Morales en el que se jactaba de trasladar supuestamente información privada de Correa a Lenin Moreno, actual presidente de Ecuador, y su adversario político. “En relación con las actividades que ha desarrollado Romeo... los informes que hemos ido desarrollando para el SPP [Servicio de Protección de Presidencia], sería bueno que una trabajadora G. O. pueda entregarlos en su reunión con Presidencia”, dice un correo fechado el 8 de abril de 2018 dirigido a uno de sus empleados. “La estrategia es hacer ver que podemos generar este tipo de información y por ello somos útiles para Presidencia”, explicó en otra comunicación.

Morales fue detenido hace un año, quedó en libertad provisional y está siendo investigado en la Audiencia Nacional por espiar las reuniones de Assange con sus abogados en la Embajada de Ecuador en Londres, donde el fundador de WikiLeaks permaneció confinado durante siete años. El caso fue destapado en 2019 por una investigación de EL PAÍS. UC Global S.L. era la encargada de la vigilancia y seguridad de la legación diplomática y fue contratada por el Gobierno de Rafael Correa.

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