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Bolivia aplaza las elecciones presidenciales de mayo por la epidemia

Todos los partidos, salvo el MAS de Evo Morales, que encabeza las encuestas, apoyan la suspensión del calendario electoral. El país comienza este domingo una cuarentena de dos semanas

La jefa del Gobierno interino de Bolivia, Jeanine Áñez, con parte de su gabinete.
La jefa del Gobierno interino de Bolivia, Jeanine Áñez, con parte de su gabinete.EFE

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia aplazó este sábado la celebración de las elecciones presidenciales que se debían realizar el 3 de mayo a causa de las medidas adoptadas en el país para enfrentar la epidemia de coronavirus. El presidente del TSE, Salvador Romero, anunció la decisión el mismo día en que el Gabinete interino de Jeanine Áñez aprobó el confinamiento general de la población por 14 días, una cuarentena que busca impedir la propagación de la epidemia, que en un par de regiones del país estaba a punto de entrar en la etapa de “transmisión comunitaria” o de contagio general.

Romero ordenó la suspensión todas las actividades de campaña electoral durante estos 14 días y explicó que, en consecuencia, el tribunal definirá una nueva fecha para las elecciones tras consultar con los partidos políticos que participan en ella.

La mayorías de las formaciones han manifestado su acuerdo con el aplazamiento de las elecciones, excepto el Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales, que encabeza las encuestas de intención de voto y tiene posibilidades de ganar en la primera vuelta electoral, esto es, de obtener más del 40% de los votos y diez puntos porcentuales por encima de su inmediato seguidor. El actual candidato del MAS, el economista Luis Arce, no quiso participar en los encuentros informales del Tribunal Electoral con los partidos, en los cuales se dio conocer con antelación el aplazamiento a sus representantes. Morales dejó el cargo el pasado mes de noviembre por no contar con el respaldo de las Fuerzas Armadas. Tas su salida, marcada por un periplo que lo llevó primero a México y después a Argentina, donde se encuentra asilado, asumió el poder un gabinete interino encabezado por Áñez, exsenadora de la oposición.

El segundo lugar en las encuestas lo ocupan, empatados, el centrista Carlos Mesa, que fue el principal adversario de Morales en las elecciones presidenciales de octubre pasado, que fueron anuladas por acusaciones de fraude agitadas especialmente por la Organización de los Estados Americanos (OEA), y la misma Añez, quien postula por una coalición de derecha. Ambos candidatos aspiran a obligar al MAS a enfrentarlos en una segunda vuelta, en la que tendrían mayores posibilidades de derrotar al partido izquierdista.

Mientras tanto, para compensar el daño económico derivado de la cuarentena, las autoridades interinas ofrecieron pagar un bono, llamado “Familia”, de 70 dólares a cada niño que estudie en primaria, permitir que los impuestos a las utilidades y los créditos bancarios no sean pagados durante la crisis y también prohibieron que se corten los servicios básicos. Pese a ello, existen distintas expresiones de descontento y desobediencia de los dueños de negocios informales, que se ganan la vida “día a día” y que, por eso, no pueden dejar de trabajar por un tan largo periodo de tiempo. El Ejecutivo amenazó con encarcelar a quienes resistan las medidas.

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