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Francia bloquea la nueva ampliación de la UE hacia los Balcanes

El presidente francés, Emmanuel Macron, veta la ampliación del club a Macedonia del Norte y Albania

Emmanuel Macron, durante la conferencia de prensa, este viernes en Bruselas.
Emmanuel Macron, durante la conferencia de prensa, este viernes en Bruselas.Pier Marco Tacca (Getty Images)

El sueño europeo de Macedonia del Norte y Albania deberá esperar. El Consejo Europeo ha incumplido este viernes su promesa de abrir las negociaciones de adhesión a la UE con esos dos países. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha frenado en seco la ampliación del club hacia los países surgidos de la antigua Yugoslavia y de los Balcanes, que se inició con el ingreso en el club de Eslovenia (2004) y Croacia (2011) y que siguió con la apertura de negociaciones para la adhesión de Montenegro (2012) y Serbia (2013). La decisión ha tenido un gran impacto político en los dos aspirantes rechazados, sobre todo, en Macedonia del Norte, donde la oposición ya ha pedido la dimisión de un primer ministro, Zoran Zaev, que se había jugado gran parte de su capital político en la apuesta por por la apertura de negociaciones para a la adhesión.

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Macron ha dejado claro que no admitirá ningún ingreso mientras no se produzca una radical transformación del club que permita, a su juicio, superar los graves problemas de funcionamiento que acusa en la actualidad. Una clara señal para los aspirantes rechazados y para los que esperaban seguirles (Bosnia-Herzegovina y Kosovo) de que la Unión Europea está por ahora cerrada a cal y canto.

El veto francés ha provocado las iras de las instituciones comunitarias y de los socios partidarios de proseguir con la ampliación de la UE, que intentaron sin éxito convencer a Macron durante una larga sesión de negociaciones iniciada el jueves y concluida a las dos de la madrugada del viernes.

Pero el presidente francés mantuvo su veto contra viento y marea. Y advirtió que no solo considera que los aspirantes no cumplen todas las condiciones para iniciar la cuenta atrás para la entrada, sino que considera irracional la política de ampliación sin fin de la UE.

"No creo que la única relación que podamos tener con nuestro vecindario sea la expansión", ha señalado este viernes Macron, al término de las dos jornadas del Consejo Europeo. "Seríamos la única potencia del mundo que solo tuviera como política de vecindad ofrecer la adhesión", ha añadido el francés.

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Los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk, no han ocultado su disgusto y visiblemente cariacontecidos han criticado duramente en rueda de prensa el desplante a Macedonia del Norte y Albania, dos países que, según la evaluación de Bruselas, han acometido las importantes reformas que se les habían pedido para obtener el inicio de la negociación. Macedonia incluso ha cambiado su nombre (añadiendo la coletilla geográfica) para resolver una disputa con Grecia en un histórico acuerdo de reconciliación.

"Estoy profundamente decepcionado, es un grave error histórico", ha lamentado Juncker la negativa a abrir negociaciones. "No es un fracaso, es un error", ha corroborado Tusk, que ha intentado consolar a los candidatos rechazados. "No hay que rendirse. Recuerdo que la primera que soñé con un futuro europeo para mi país [Polonia] yo tendría 30 años o 35. Y tuve que esperar más de 25 años para verlo", ha señalado Tusk, tras expresar su convencimiento de que Macedonia del Norte y Albania también "serán algún día miembros de pleno derecho de la UE".

Algunos países, entre ellos España, han propuesto separar las dos candidaturas y relegar solo Albania, cuya preparación parece mucho más retrasada. Pero las objeciones francesas van mucho más allá de la situación de cada candidato. Macron cree que el club no está preparado para recibir a nuevos socios. "No funciona muy bien con 28, no funcionará muy bien con 27 [tras la salida del Reino Unido] y no estoy seguro de que funcionaría mejor con la ampliación", ha señalado el presidente francés.

Macron recuerda que ante una crisis potencialmente mortal para la UE como la de 2008, el club necesita 20 años (hasta 2028) para completar sus defensas con una unión bancaria. "Si no hay un momento de despertar colectivo, no podemos dejar entrar a nadie, ni en cinco años ni en 10", ha advertido el francés.

París ha rechazado todos los argumentos presentados por el resto de socios, que son abrumadoramente partidarios de iniciar las negociaciones. Francia rechaza la idea de que la negativa dejará a esos países en manos de la influencia de Rusia o China. Ya ocurre eso, ha dicho Macron, en otros países de la zona, que son socios (como Grecia) o candidatos (Serbia).

El francés ha hecho también caso omiso de la reciente carta de los presidentes de todas las instituciones (Juncker, Tusk y el del Parlamento Europeo, David Sassoli) y de la futura presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, a favor de un gesto favorable hacia los dos países aspirantes. "Lo siento, no cedo a la tiranía de la mayoría ni a la presión de la burbuja", ha subrayado Macron tras haberse quedado prácticamente solo en el veto.

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