_
_
_
_
_

Encarcelada una periodista en Marruecos acusada de abortar

La mayor ONG humanitaria del país magrebí denuncia el espionaje sobre la vida privada de la reportera y el linchamiento mediático

Francisco Peregil
Imagen del perfil de Facebook de la periodista marroquí Hajar Raissouni.
Imagen del perfil de Facebook de la periodista marroquí Hajar Raissouni.

La periodista Hajar Raissouni, de 28 años, se encuentra detenida en Marruecos desde el sábado pasado acusada de someterse a un aborto ilegal. La redactora trabaja para el diario Ajbar al Yaum, cuyo director, Taufic Buachrín, se encuentra preso desde 2018 y condenado a 12 años de cárcel por varios delitos de índole sexual, como violación y tráfico de seres humanos. La defensa de Buachrín negó en su día las acusaciones y declaró que la condena obedece a causas políticas. La línea editorial del diario es crítica con la política estatal y simpatiza con el islamista Abdelilá Benkirán, jefe del Gobierno hasta que en 2017 fue destituido por el rey Mohamed VI.

Raissouni está acusada de mantener relaciones sexuales sin estar casada, de someterse a un aborto clandestino y de “usurpación de identidad” por facilitar otro nombre en la clínica. También han sido detenidos el ginecólogo, su enfermero y secretaria y su pareja sentimental, un universitario sudanés con quien tenía previsto casarse la semana que viene, el 14 de septiembre. La primera vista del juicio se celebrará el próximo lunes.

El abogado de Hajar Raissouni sostiene que su clienta no se sometió a un aborto y que acudió a la clínica a causa de una hemorragia interna. “Fue detenida a las 11.15 del sábado [las 12.15 en la España peninsular], cerca de la clínica. No sé qué hacía la policía a esa hora allí, porque no había ninguna querella contra Raissouni”, indicó en declaraciones a EL PAÍS.

Más información
Marruecos legaliza el aborto en caso de violación o malformación del feto

Jadiya Ryadi, miembro de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), la ONG de mayor implantación en Marruecos, señaló al medio local Yabiladi: “Nosotros denunciamos la forma en que ha sido detenida y el espionaje sobre su vida privada. Consideramos que la acusación de aborto no es más que una excusa para meter a Hajar en prisión a causa de su trabajo periodístico y para presionar a su entorno, en particular al periodista Suleimán Raissouni [tío de la detenida y periodista estrella del diario Ajbar al Yaum]”.

Hajar Raissouni es sobrina de dos personajes bien conocidos en Marruecos: Hamed Raissouni es el presidente de la Unión Mundial de Ulemas y fue presidente del Movimiento Unicidad y Reforma (MUR), órgano ideológico del islamista Partido Justicia y Desarrollo, que encabeza la coalición de Gobierno. Hamed Raissouni, su tío, se ha expresado en numerosas ocasiones en contra del aborto y de las relaciones fuera del matrimonio.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El otro pariente famoso de Hajar es el columnista de izquierdas Suleimán Raissouni, quien ha declarado a este diario: “Hajar ha sido detenida, en primer lugar, porque es una periodista muy valiente y trabaja en un medio como Ajbar al Yaum, que tiene una línea editorial muy crítica con el Estado. Ella ha escrito por ejemplo una entrevista amplia con Ahmed Zafzafi, el padre del líder del Hirak [movimiento de protestas] del Rif, Nasser Zafzafi. Además, también ha influido su apellido. Sabemos a través de sus abogados que los investigadores le han planteado muchas preguntas sobre mí”.

Chafik Chraibi, ginecólogo y presidente de la Asociación Marroquí de Lucha contra el Aborto Clandestino, declaró al semanario Tel Quel: “Nosotros nos hemos acostumbrado en los últimos años a ver muchas detenciones por casos de aborto, sobre todo de médicos y sus equipos sanitarios. Lo que es excepcional, sin embargo, es que arresten a la mujer que aborta”.

La activista Jadiya Ryadi señaló a este diario: “Hajar ha sido linchada por la prensa del poder (…). La presunción de inocencia no ha existido para ella. (…) El fiscal se ha negado a concederle la libertad provisional y eso es también un atentado contra sus derechos. Su estado de salud es crítico y necesita una vigilancia médica especial que no tendrá en la cárcel. Por eso, yo saludo la gran campaña de solidaridad que reclama su libertad, sobre todo impulsada por los periodistas jóvenes”.

Clandestinidad

Hasta el año 2015 en Marruecos solo se autorizaba el aborto cuando peligraba la vida de la madre. El rey Mohamed VI impulsó una modificación de la ley y desde entonces se permiten también en casos como malformación del feto, violación o incesto. No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los abortos clandestinos diarios ascienden a 1.500. Para las mujeres que son condenadas por abortar las penas van desde los seis meses a los dos años de cárcel. Para los ginecólogos, alcanzan los cinco años.

El diario Ajbar al Yaum publicó un editorial hace días en el que recordaba que el director de la publicación fue detenido hace 18 meses “mientras escribía editoriales en su despacho”. “Y hoy, una periodista de las que se solidarizaron con él sigue sus pasos”. Por su parte, el sitio digital Le360, próximo a la política del Estado, señala que la periodista es una doble víctima: “Es víctima de su filiación islamista” (…) y “víctima también y sobre todo de leyes desfasadas que hay que reformar, algo que su tío [Hamed Raissouni] y sus aliados, partidarios de la ideología islamista y que se encuentran hoy en el Gobierno, se niegan obstinadamente a hacer”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_