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EE UU pone fin a las exenciones para la compra de petróleo de Irán

Washington había dado un plazo de 180 días a ocho países para dejar de adquirir crudo al régimen de Teherán

Pablo Guimón
Plataformas petrolíferas en el golfo Pérsico.
Plataformas petrolíferas en el golfo Pérsico.Raheb Homavandi (REUTERS)

La Administración de Donald Trump intensifica las presiones contra el régimen de Teherán. El secretario de Estado, Mike Pompeo, advirtió este lunes que, a partir del 2 de mayo, se eliminarán las exenciones a las sanciones impuestas el año pasado por EE UU sobre la venta de petróleo iraní, una vez que Washington había decidido abandonar el acuerdo nuclear. El mensaje iba dirigido a Japón, Corea del Sur, Turquía, China e India, que siguen importando crudo del país.

“El presidente Donald J. Trump ha decidido no renovar las Excepciones de Reducción Significativa [SRE, en inglés] cuando expiren a principios de mayo. Esta decisión busca llevar las exportaciones de petróleo iraní a cero, negando al régimen su principal fuente de ingresos”, indicaba la Casa Blanca en un comunicado.

En noviembre pasado Washington anunció la reimposición de sanciones sobre Teherán, después de que Washington hubiera abandonado el histórico acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Teherán y seis países. Entonces, concedió un plazo de 180 días a los países que compran crudo iraní para que readaptaran sus compras energéticas, permitiéndoles seguir importando temporalmente crudo iraní, siempre que tomaran medidas para reducir su dependencia del mismo. Tres de los ocho países afectados —Italia, Grecia y Taiwán— ya habían reducido a cero sus importaciones, pero Japón, Corea del Sur, Turquía, China e India siguen comprando crudo iraní. La Casa Blanca ha decidido que estos países ya han tenido tiempo suficiente para cambiar de suministradores y ha decidido no renovar las exenciones en vigor cuando termine su vencimiento, el próximo 2 de mayo.

“La Administración Trump ha llevado las exportaciones de petróleo iraní a mínimos históricos, y estamos acelerando dramáticamente nuestra campaña de presión de una manera calibrada para que cumpla nuestros objetivos de seguridad nacional y mantenga los mercados globales de petróleo bien surtidos”, decía Pompeo en su nota. “El objetivo es sencillo: privar al régimen criminal de los fondos que ha utilizado para desestabilizar Oriente Próximo durante décadas e incentivar a Irán para que actúe como un país normal”, añadía.

La decisión de la Casa Blanca, que implica un recorte de facto de la oferta global, ha sacudido el mercado del petróleo. Los precios del barril ya habían subido un 3% en los últimos días, en previsión de la decisión confirmada oficialmente ayer. La Casa Blanca intentó lanzar ayer un mensaje de calma al mercado al asegurar que tomará acciones “coordinadas” con Arabia Saudí, el mayor productor mundial de petróleo, y con Emiratos Árabes Unidos para garantizar el suministro global. Estos tres países, decía la Casa Blanca en su comunicado, “están comprometidos a asegurar que los mercados globales de petróleo se mantienen adecuadamente abastecidos”. “Hemos acordado emprender acciones para asegurar que la demanda global es satisfecha al tiempo que el petróleo iraní es desterrado del mercado”, añade.

Irán es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que lidera Arabia Saudí. El anuncio de ayer de la Casa Blanca supone que Arabia Saudí sella una alianza con Estados Unidos, teóricamente competidor en la producción y exportación de petróleo, frente a uno de los miembros fundadores de la OPEP y por cuestiones ajenas al mercado energético.

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La medida tuvo una rápida respuésta por parte de Irán. A través del Ministerio de Asuntos Exteriores, el régimen volvió a tildar de “ilegales” las sanciones de las que es objeto por parte de Estados Unidos. “Puesto que las sanciones en cuestión son ilegales por principio, la República Islámica no daba ni da ningún valor ni credibilidad” al fin de las exenciones. Irán, insistía el comunicado, seguirá “conversando permanentemente" sobre este tema con sus socios, particularmente los países europeos, añadió el Ministerio.

Actividad militar

Las sanciones estadounidenses han dañado la economía de Irán pero no han logrado el objetivo declarado de Washington de detener la actividad militar del país en Siria y el resto de la región. Según Pompeo, Irán ingresaba 50.000 millones de dólares al año por exportaciones de petróleo hasta la reimposición de las sanciones. Estas han costado a Irán, hasta la fecha, cerca de 10.000 millones de dólares, según el secretario de Estado. “El régimen habría utilizado ese dinero para apoyar a grupos terroristas como Hamás y Hezbolá y continuar con su desarrollo de misiles en desafío a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, y habría perpetuado la crisis humanitaria en Yemen”, añadió Pompeo.

De hecho, la controvertida ruptura unilateral del pacto por parte de Trump, una de las prioridades en política exterior de su predecesor, Barack Obama, buscaba aislar, con esa y otras medidas, a Irán y abría una era de inestabilidad en una de las regiones más explosivas del planeta.

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Sobre la firma

Pablo Guimón
Es el redactor jefe de la sección de Sociedad. Ha sido corresponsal en Washington y en Londres, plazas en las que cubrió los últimos años de la presidencia de Trump, así como el referéndum y la sacudida del Brexit. Antes estuvo al frente de la sección de Madrid, de El País Semanal, y fue jefe de sección de Cultura y del suplemento Tentaciones.

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