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Salvini se suma a la alianza de Netanyahu con el nacionalismo populista europeo

El presidente de Israel, el conservador Rivlin, declina recibir en Jerusalén al ministro del Interior italiano

Salvini y Netanyahu, este miércoles en Jerusalén.
Juan Carlos Sanz

Benjamín Netanyahu ha añadido este miércoles como “gran amigo de Israel” a un nuevo socio en su alianza con el nacionalismo populista europeo de líderes enfrentados con Bruselas. El viaje oficial de Matteo Salvini, vice primer ministro, titular de Interior y hombre fuerte del Gobierno italiano, se suma a las visitas que han efectuado este año al mandatario israelí el jefe del Ejecutivo de Hungría, Viktor Orbán; el canciller austriaco, Sebastian Kurz, que gobierna en coalición con la extrema derecha, y el ultraconservador presidente checo, Milos Zeman. Con la aproximación a estos y otros países comunitarios periféricos Netanyahu trata de abrir una cuña en la aparente unanimidad de la Unión Europa sobre el conflicto de Oriente Próximo.

El vice primer ministro italiano cuestionó ante la prensa en Jerusalén “la desequilibrada posición” de la Unión Europea, que considera excesivamente crítica con Israel –pese a ejercer como “bastión de seguridad para los valores occidentales”– en el conflicto con los palestinos. También atribuyó el resurgimiento del antisemitismo en el continente al auge de la inmigración procedente de países islámicos. En oposición al habitual protocolo de la diplomacia europea en los viajes oficiales a Tierra Santa, Salvini no se ha reunido durante su visita con representantes de la Autoridad Palestina.

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En un gesto de respaldo diplomático a su anfitrión, Salvini viajó en la tarde del martes, después de aterrizar en el aeropuerto de Tel Aviv, a la frontera de Israel con Líbano. El Ejército de Israel ha emprendido hace una semana una operación para destruir los túneles excavados por la guerrilla de Hezbolá bajo la línea divisoria internacional. Al pie de la llamada Línea Azul fronteriza el líder de la Liga calificó al partido y milicia proiraní de “grupo terrorista islámico” que amenaza a Israel, “baluarte de la democracia en la región de Oriente Próximo”, sin tener en consideración que la UE solo incluye al brazo armado en su lista de organizaciones terroristas.

Sus declaraciones fueron recibidas con preocupación en Roma, según los medios de comunicación de Italia, ante las repercusiones que puedan tener sobre el contingente italiano de cerca de 1.200 militares en la FINUL, la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano, que viene a duplicar a los desplegados por España y Francia.

Al recibir a Salvini en su despacho oficial, Netanyahu pidió su intervención para que el mando de la FINUL, que ahora corresponde temporalmente a un general italiano, se “muestre más firme y con mayor contundencia” ante “un claro acto de agresión de Hezbolá contra Israel y las reglas de la comunidad internacional”.

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El jefe de filas de la derecha nacionalista de Italia Liga visitó también el Museo del Holocausto, etapa obligatoria en un primer viaje oficial al Estado judío. En el centro erigido en memoria del extermino judío en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, desveló que su encuentro con Netanyahu había girado en torno a los cambios de actitud de UE hacia Israel, la cooperación en la lucha antiterrorista y los intercambios comerciales bilaterales, según informó el diario “Haaretz”.

Salvini no ha podido completar su intenso programa en Jerusalén con una entrevista con el presidente de Israel, el conservador Reuven Rivlin, quien suele reunirse con todo tipo de personalidades extranjeras y locales. El Gabinete del jefe del Estado hebreo alegó “problemas en la sobrecargada agenda” del mandatario para no recibir al ministro italiano. El plantón de Rivlin ha sido interpretado por analistas israelíes y diplomáticos europeos con la clave de las ideas que expresó en una reciente entrevista con la cadena CNN, en la que alertaba sobre el “retorno del fascismo” en algunos países. “Algunos de estos movimientos admiran mucho al Estado de Israel (...) pero el neofascismo está en contra de los valores del Estado de Israel”, advirtió, sin detallar los países a los que aludía.

En su apertura internacional, Netanyahu está estrechando lazos además con otros nacionalismos populistas no europeos. El pasado septiembre recibió en Israel al presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, y en enero tiene previsto asistir a la toma de posesión del nuevo mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, quien prometió en campaña electoral trasladar a Jerusalén la embajada de su país, siguiendo los pasos marcados por Donald Trump con la legación diplomática estadounidense.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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