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El exsenador Jon Kyl ocupará el escaño de McCain hasta enero para asegurar la confirmación de Kavanaugh

El gobernador de Arizona elige a un veterano republicano que ya estuvo 18 años en el Senado para sustituir al senador fallecido. Kyl se ha comprometido a servir sólo unos meses

Pablo Ximénez de Sandoval
Jon Kyl, cuando era jefe del grupo de los republicanos en el Senado, en 2011.
Jon Kyl, cuando era jefe del grupo de los republicanos en el Senado, en 2011. AFP

El gobernador de Arizona, Doug Ducey, anunció este martes que el sustituto de John McCain en el Senado de Estados Unidos será durante unos meses Jon Kyl, exsenador y veterano republicano de 76 años. Arizona llena así el escaño que está vacío en el Senado desde que McCain entró en la última fase de un cáncer en el cerebro que terminó con su vida el pasado 25 de agosto. La elección de Kyl parece ex profeso para asegurar los votos para la confirmación del juez Brett Kavanaugh como magistrado del Tribunal Supremo, la batalla legislativa más trascendental de la Presidencia de Trump hasta ahora.

Jon Kyl, abogado de profesión, fue senador por Arizona entre 1995 y 2013 y sirvió todos esos años al lado de John McCain. Ambos son vistos como republicanos conservadores tradicionales, nada moderados en sus convicciones pero respetuosos de las formas democráticas y con disposición para los acuerdos amplios. En este sentido McCain, que despreciaba la política de tierra quemada del presidente Donald Trump hasta el punto de pedir que no asistiera a su funeral, será sustituido por un hombre muy parecido a él y de quien era amigo. El escaño de Kyl lo ocupa ahora Jeff Flake, quien se revolvió contra Trump y renunció a la reelección este noviembre.

Pero la elección de Kyl tiene un trasfondo político de gran calado. Como veterano de Washington, Kyl es uno de los principales asesores de la Casa Blanca para guiar el proceso de confirmación en el Senado del juez Brett Kavanaugh. Kavanaugh es el segundo nominado de Trump para ocupar un sitio en el Tribunal Supremo. Su confirmación supone reforzar una mayoría conservadora en el Supremo que puede durar décadas y, según los demócratas, amenazar conquistas de derechos civiles como el aborto.

Los números del Senado son el contexto clave. Los republicanos tienen una mayoría mínima de 51 senadores (de 100) por 47 demócratas y dos independientes que votan con los demócratas. Es decir, dos votos en contra de una iniciativa obligan a utilizar el voto de calidad del vicepresidente, Mike Pence, que preside la Cámara. Tres votos en contra significan una derrota. John McCain emitió el voto definitivo que frenó el ataque republicano contra la reforma sanitaria del presidente Barack Obama.

El Partido Republicano ha hecho de la confirmación de magistrados del Supremo el principal campo de batalla partidista del Senado. En un ambiente de creciente polarización política, en 2016 la mayoría republicana se negó siquiera a dar audiencia al nominado por Obama, Merrick Garland. En abril de 2017, cambiaron las reglas del Senado para eliminar la barrera de los 60 votos, que garantizaba cierto consenso bipartito, y rebajarla a mayoría simple, con lo que podían confirmar jueces solo con votos republicanos, si era necesario. El juez Neil Gorsuch, primer nominado por Trump, fue confirmado con 54 votos.

El proceso para confirmar a Kavanaugh, el segundo nominado por Trump, comenzó este martes en el Capitolio. El enfrentamiento partidista amenaza con ser uno de los más graves de la historia. Y en ese contexto, el senador Kyl será una garantía para los republicanos. El gobernador de Arizona lo dejó muy claro en el anuncio: “En los últimos meses, Kyl ha trabajado con la Casa Blanca en la confirmación de Kavanaugh. Ahora puede votar por él en la confirmación”. Kyl añadió: “Es un honor ayudar a la confirmación de Kavanaugh”. Durante sus años en el Senado, Kyl fue precisamen te jefe de grupo de los republicanos, es decir, el encargado de asegurar los votos.

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Jon Kyl aseguró el martes que no busca ningún otro cargo público, que se retiró para estar con su familia y que mantiene su decisión pero que acepta el encargo para “ayudar”. “Ahora hay muchas cosas pendientes, incluyendo las confirmaciones del presidente para posiciones ejecutivas y judiciales”, dijo Kyl, dejando claro que su aportación es únicamente un voto fiable en esas confirmaciones. Kyl se ha comprometido a estar en el escaño solamente hasta el final del periodo de sesiones en enero. El gobernador Ducey dijo que esperaba que reconsiderara ese compromiso y se quedara hasta las elecciones de 2020. Si no, tendrá que elegir a otra persona para ese periodo cuando Kyl renuncie.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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