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Detenida en EE UU una mujer rusa acusada de actuar secretamente como agente del Kremlin

Maria Butina, de 29 años, trató de establecer canales de comunicación entre políticos estadounidenses y Moscú antes de las elecciones de 2016

La ciudadana rusa de 29 años Maria Butina.
La ciudadana rusa de 29 años Maria Butina. Facebook / Maria Butina

La Fiscalía estadounidense acusó este lunes a una mujer rusa de 29 años de actuar, de forma secreta, como una agente del Kremlin en Estados Unidos. El objetivo de Maria Butina, que fue detenida el domingo en Washington, era infiltrarse en el aparato político norteamericano, incluida una organización de defensa de las armas, y establecer canales de comunicación secretos entre “políticos estadounidenses” y Rusia. La imputación se conoció pocas horas después de la reunión en Finlandia entre los presidentes estadounidense, Donald Trump, y ruso, Vladímir Putin, marcada por el tono cordial del republicano.

Butina está acusada de un delito de conspiración por actuar como una agente extranjera no registrada en EE UU. Tras comparecer este lunes ante una juez, está en prisión preventiva y, en caso de ser condenada, se enfrenta a una pena máxima de cinco años de cárcel. Entró al país con un visado de estudiante cuando en realidad no estudiaba. Entre 2015 y al menos febrero de 2017, trabajó bajo las órdenes de un alto funcionario del Gobierno ruso, cuyo nombre no se revela en el escrito judicial. Más tarde dicho funcionario ocupó un puesto en el Banco Central ruso, por el que fue sancionado el pasado abril por parte del Departamento del Tesoro estadounidense.

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“[Las líneas de comunicación] podían ser usadas por la Federación Rusa para penetrar el aparato de toma de decisiones de EE UU y hacer avanzar la agenda de la Federación Rusa”, se lee en el escrito de acusación por parte del FBI. Las actividades de Butina incluyeron encuentros con “políticos y candidatos políticos”, así como con miembros de una asociación favorable a las armas de fuego.

La imputación también revela el papel de un ciudadano estadounidense y “operativo político” al que la mujer contactó en Moscú en 2013 y que la ayudó a organizar encuentros con figuras políticas en EE UU. Los investigadores han tenido acceso a un correo electrónico que mandó ese ciudadano, al que no se identifica, a un conocido suyo el 4 de octubre de 2016, un mes antes de la elección presidencial que ganó Trump frente a la demócrata Hillary Clinton. “He estado involucrado en establecer una línea de comunicación muy privada entre el Kremlin y líderes clave [del Partido Político 1] a través de la [organización de derechos de armas]”, rezaba el correo, según el escrito de acusación, que no da nombres.

Según el diario The New York Times, Butina intentó en dos ocasiones fijar una reunión entre Trump y Putin en 2016 mediante un canal de comunicación secreto. Ese detalle no aparece en el escrito judicial. El rotativo también asegura que el citado operativo político era Paul Erickson, un miembro de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas inglesas), una institución clave en el universo conservador.

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La imputación de Butina la formularon fiscales del Departamento de Justicia y no el fiscal especial Robert Mueller, que investiga la injerencia rusa en la campaña electoral estadounidense de 2016 y si el entorno de Trump se coordinó con esas maniobras. Las actividades de la mujer rusa se suman a los ya conocidos esfuerzos de Moscú para influir en la campaña mediante una sofisticada estrategia de difusión de propaganda y de información robada.

El pasado viernes, Mueller imputó a 12 oficiales de la inteligencia militar rusa por piratear y distribuir documentos relacionados con la demócrata Clinton con el objetivo de interferir en los comicios.

Sin embargo, tras reunirse con Putin, Trump volvió a rechazar este lunes en Helsinki respaldar con claridad la conclusión de las agencias de inteligencia estadounidenses de que Moscú se entrometió en los comicios para ayudarle a ser presidente. El republicano destacó que su homólogo ruso “había negado rotundamente una injerencia semejante” en las elecciones y calificó de "desastre" la investigación de Mueller.

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