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El fiscal especial acusa al ex jefe de campaña de Trump de obstrucción a la justicia

Mueller presenta el mismo cargo contra un asesor de Manafort con presuntos lazos con el espionaje ruso

Paul Manafort, el pasado febrero, al salir de un juzgado en Washington
Paul Manafort, el pasado febrero, al salir de un juzgado en WashingtonYuri Gripas (REUTERS)

Los problemas se le acumulan a Paul Manafort, el ex jefe de campaña de Donald Trump. Robert Mueller, el fiscal especial de la trama rusa, ha añadido una nueva acusación contra él: obstrucción a la justicia. El mismo cargo afecta al ruso Konstantin Kilimnik, asesor desde hace tiempo de Manafort y que la Fiscalía alega que tiene lazos con los servicios de inteligencia de Moscú.

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La nueva acusación, anunciada este viernes, se suma a los anteriores otros cinco cargos de Mueller contra Manafort, que incluyen lavado de dinero, actuar como un agente extranjero no registrado o mentir a investigadores. Las imputaciones son por hechos anteriores a 2016 y no guardan relación con la campaña electoral de Trump ni con la injerencia rusa en los comicios, que son los principales focos de las pesquisas de Mueller. En el año que lleva de investigación, ha presentado cargos contra 22 personas y empresas.

De los principales exasesores de Trump que están imputados por el fiscal especial, Manafort es el único que no se ha declarado culpable y mantiene una feroz pelea contra los investigadores. Se especula si, con la nueva acusación, Mueller busca forzar una rendición de Manafort para que se declare culpable y coopere con él, lo que podría ser determinante en sus pesquisas sobre el entorno de Trump. El veterano lobista republicano lideró la campaña del magnate neoyorquino entre junio y agosto de 2016, un período en el que participó en varias reuniones con personalidades rusas.

Manafort tenía como cliente al expresidente ucranio, Viktor Yanukovych, y lideró una campaña para lograr apoyos al político en Europa y EE UU. Sin embargo, cuando el fiscal especial empezó a indagar en esos esfuerzos, Manafort y Kilimnik pidieron a dos excompañeros que, al ser contactados por los investigadores de Mueller, mintieran sobre el alcance de ese trabajo. Su objetivo, según la acusación de obstrucción a la justicia, era que dijeran que su campaña para políticos ucranios no tuvo lugar en EE UU. De ese modo, trataban de ocultar que Manafort no se había registrado, como debía, ante el Departamento de Justicia como un lobista extranjero.

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