Alemania emite una orden de detención internacional contra un alto cargo del régimen sirio
Jamil Hassan dirige la temida Inteligencia de las fuerzas aéreas sirias, acusada de torturar bajo detención a disidentes sirios
La Fiscalía general alemana ha emitido una orden de detención internacional contra Jamil Hassan, un destacado miembro del régimen sirio y un estrecho colaborador de Bachar el Asad. A Hassan, director del departamento de Inteligencia de las fuerzas aéreas sirias, le acusan de crímenes contra la humanidad, como destapó el viernes Der Spiegel y confirman los abogados que han interpuesto demandas ante la justicia alemana. “Es una gran victoria de la justicia alemana. Los criminales saben ahora que la impunidad no es posible”, estima Anwar al Bunni, uno de los abogados sirios que ha trabajado en el caso con el apoyo de la organización alemana ECCHR .
La emisión de una orden de detención internacional contra un alto cargo del régimen sirio no tiene precedentes y se produce como resultado de una serie de casos abiertos en Alemania por víctimas de torturas en centros de detención sirios. La fiscalía cuenta además con abundante documentación gráfica contenida en los llamados archivos César, por el apodo de la persona que tomó las imágenes que lograron salir de Siria.
El desertor del régimen sirio conocido como César era un fotógrafo que trabajaba para la policía militar que retrató en alta calidad los cuerpos y cadáveres destrozados por las torturas del régimen. Las imágenes prueban el patrón de abusos sistemáticos y las condiciones infrahumanas y de hacinamiento de las prisiones sirias.
Consultada por este diario la Fiscalía de Karslruhe, no desmiente, pero tampoco ofrece confirmación oficial, como acostumbran a hacer en estos casos. "En relación con la guerra civil y los crímenes de guerra en Siria", explica esta fiscalía, "en particular los cometidos también por el régimen sirio, estamos llevando a cabo un proceso estructural. Estamos llevando a cabo un análisis de los llamados archivos de César, que muestran la crueldad del régimen de El Asad. Muestran numerosos cadáveres con signos de distintos tipos de tortura. […]”.
“Estoy feliz. Esto significa que la impunidad para los criminales ha terminado. Es una victoria tremenda para la justicia alemana y para la comunidad internacional”, piensa Al Bunni, un conocido abogado sirio de derechos humanos que ha presentado de la mano del Centro Europeo para los derechos humanos y constitucionales (ECCHR, por su siglas en inglés), una ONG que se dedica a lo que ellos llaman “el litigio estratégico”.
Yazan Awad, un refugiado sirio que sufrió torturas en el centro de detención del aeropuerto de Al Mezzeh, bajo control de la Fuerza Aérea del Ejército sirio, donde pasó 137 días, expresa también su júbilo. “Ha triunfado la justicia. Dios ha escuchado mis plegarias. La justicia es la venganza por toda la sangre derramada de mis amigos”, sostiene por teléfono Awad. El caso de este joven sirio de 30 años afincado en Alemania es uno de los que se encuentra en manos de la Fiscalía alemana, en virtud de la aplicación de la justicia universal.
A Hassan le acusan en Alemania de ser el máximo responsable de la más temida rama de los servicios de inteligencia sirios en cuyas instalaciones se produjeron torturas sistemáticas y desapariciones entre 2011 y 2013. Miles de manifestantes, periodistas y disidentes en general fueron detenidos e interrogados bajo tortura.
Patrik Kroker, abogado de ECCHR, explica que la Fiscalía ha utilizado la documentación aportada durante los últimos seis años. Kroker explica que a partir de ahora, si Hassan recala en un país europeo deberá ser entregado a Alemania en virtud de una eurorden y si llega a un país que no sea europeo, dependerá del convenio de extradición que ese país tenga con Alemania.
El ECCHR ha presentado cuatro demandas ante la justicia alemana en las que 24 víctimas de torturas sirias prestan su testimonio junto a las imágenes de César el desertor. Las demandas acusan además de a Hassan a otros 26 altos cargos del régimen de Damasco.
Las revueltas sirias y posterior conflicto han entrado ya en su séptimo año. La sublevación popular y pacífica que en 2011 tomó las calles para protestar contra el régimen de Damasco, al calor de las primaveras árabes, fue aplastada con una represión sangrienta que ha derivado en una guerra civil en la que alrededor de 400.000 personas han muerto o han desaparecido. Más de cinco millones de sirios han huido de su país en busca de refugio en el extranjero.
