_
_
_
_
_

Más de la mitad de los europeos confía en los nuevos partidos frente a los tradicionales

El Eurobarómetro revela un creciente apoyo a las fuerzas ajenas al bipartidismo en la UE

Lucía Abellán

Más de la mitad de los europeos (el 56%) confía en los nuevos partidos frente a las fuerzas tradicionales. A un año de las elecciones en la UE, el Eurobarómetro 2018 sobre el Parlamento Europeo revela una mayor confianza en las formaciones que se apartan del bipartidismo. La mitad de los ciudadanos niega que estas corrientes amenacen la democracia, aunque el concepto de partido nuevo no necesariamente equivale a antisistema (incluye, por ejemplo, al partido de Emmanuel Macron en Francia). Pese al deseo de cambio, la inmensa mayoría respalda la pertenencia al club comunitario, con un 67% que la considera beneficiosa para su país, según los datos de la encuesta divulgada este miércoles. Se trata del mejor resultado desde 1983.

Antonio Tajani presenta los resultados del Eurobarómetro 2018 en el Parlamento Europeo.
Antonio Tajani presenta los resultados del Eurobarómetro 2018 en el Parlamento Europeo.STEPHANIE LECOCQ (EFE)

El fenómeno de los nuevos partidos políticos llama con fuerza a las puertas de la Unión Europea. Si en 2013 solo había dos formaciones de nuevo cuño con representación en los Parlamentos nacionales, en la actualidad son 43. Bajo esta etiqueta, el Eurobarómetro engloba fuerzas más rupturistas como el Movimiento 5 Estrellas en Italia, pero también otras que abrazan los valores europeístas, como La République en Marche del presidente francés. Un 70% de los encuestados concede que “simplemente estar en contra de algo no sirve para mejorar nada”, según el enunciado formulado en el sondeo. Pero más del 50% se siente cómodo con la idea de que hace falta “un cambio real” y que la nueva política puede encontrar “nuevas soluciones mejor”. Los partidos clásicos de la socialdemocracia y la democracia cristiana pierden peso en casi toda Europa.

Aunque algunas de las fuerzas novedosas tienen un claro anclaje europeo, las instituciones comunitarias temen un refuerzo de las que cuestionan el marco de la UE. “Es posible que en el próximo Parlamento Europeo haya más fuerzas euroescépticas, tanto de derechas como de izquierdas. No es bueno para Europa. Pero hay que pensar por qué e implicarse en los problemas concretos de los ciudadanos. Cambiar las cosas no es destruir”, ha argumentado el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, al presentar estos resultados. En la actualidad, cerca del 25% de los eurodiputados defienden —con diferente intensidad— un discurso euroescéptico.

Más información
El impacto electoral de las noticias falsas inquieta a la Unión Europea
La UE ve con inquietud la formación de un Ejecutivo populista en Italia
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Las diferencias de la nueva política entre los diferentes socios europeos también se dejan sentir en las respuestas. En Alemania, donde el gran partido de nueva creación es Alternativa para Alemania, de tintes xenófobos, la sensación de riesgo para la democracia es la más acentuada de la familia europea (un 53% de los encuestados la comparte). Por el contrario, en Grecia —con Syriza como ejemplo— y en España —con Podemos y Ciudadanos— dos de cada tres ciudadanos rechazan que los nuevos partidos constituyan una amenaza.

Con una escenografía que emulaba a un plató de televisión y mensajes que apelaban directamente a los periodistas, Tajani ha querido recalcar que lo que los ciudadanos decidirán con su voto entre el 23 y el 26 de mayo de 2019 trasciende la composición del hemiciclo en Estrasburgo: “Las elecciones serán una batalla, no ya entre los partidos tradicionales y los nuevos, sino entre aquellos que quieren continuar la integración europea y los que no”.

El análisis encaja bien con algunos de los datos de la encuesta, realizada a 27.601 ciudadanos de los 28 países entre el 11 y el 22 de abril pasados. Italia, a punto de constituir el primer Gobierno populista de la vieja Europa, arroja las menores cotas de europeísmo en el bloque comunitario. Solo el 44% de sus ciudadanos siente que su pertenencia a la UE les haya beneficiado. El resultado incluso empeora el de Reino Unido, que ha votado en referéndum abandonar la UE.

Pese a todo, el balance general de satisfacción en el bloque comunitario es muy superior al caso italiano. Una media del 67% considera la UE beneficiosa para su país. Es muy probable que el ejemplo del Brexit influya en la mejor valoración. Las dificultades que afronta Reino Unido ante la perspectiva de dejar Bruselas han vacunado a un buen número de ciudadanos de otros países contra veleidades rupturistas.

Las preocupaciones que revelan los ciudadanos se corresponden en buena medida con las que han agitado algunos de esos partidos antisistema. Prácticamente la mitad de los encuestados desea ver la lucha contra el terrorismo, el desempleo juvenil y la migración como elementos clave de la campaña electoral comunitaria. En todos esos capítulos, la mayoría de los ciudadanos pide más implicación de las instituciones europeas.

Aun así, las dudas sobre cómo funciona el engranaje de Bruselas son más que residuales. “Es chocante ver cómo cuatro de los cinco grandes países de la UE (Reino Unido, Francia, España e Italia) muestran un nivel significativamente bajo de satisfacción con el funcionamiento de la democracia en la UE”, señala el Eurobarómetro. En esos Estados, apenas el 40% de las respuestas son positivas.

Mayor aceptación en España

En España, la actitud hacia los nuevos partidos resulta aun más favorable que la media europea. El 69% de los encuestados defiende que estas fuerzas pueden encontrar mejores soluciones a los problemas (la media europea es del 56%). Y solo un 29% (frente al 38% comunitario) percibe su éxito como un peligro para la democracia. El resultado retrata la actual intención de voto: PP y PSOE reúnen a menos de la mitad del electorado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_