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Bruselas propone iniciar el proceso de adhesión de Albania y Macedonia

Los Estados miembros ven con recelo nuevos pasos en la ampliación de la UE

Lucía Abellán
Protestas durante una sesión parlamentaria en Tirana (Albania) el pasado 12 de abril.
Protestas durante una sesión parlamentaria en Tirana (Albania) el pasado 12 de abril.FLORION GOGA (REUTERS)

Con las costuras de las últimas ampliaciones europeas aún en tensión, Bruselas ha propuesto este martes un paso más en esa estrategia. La Comisión Europea insta a los Estados miembros a abrir negociaciones de acceso a la UE con dos de los candidatos de los Balcanes: Albania y Macedonia. El objetivo es premiar el acercamiento a la UE que han realizado esos dos pequeños países y evitar que otras potencias —principalmente Rusia y China— ganen influencia en la región.

Iniciar negociaciones con territorios que ya figuran en la lista de candidatos al club comunitario no prejuzga el resultado. Turquía las abrió en 2005 y las perspectivas de pertenencia real son casi inexistentes. Pero darles el visto bueno supone enviar una fuerte señal política de que Europa no da la espalda a un vecindario tan convulso y estratégico como los Balcanes occidentales.

“Si ellos cumplen sus compromisos, nosotros también tenemos que cumplirlos. La ampliación no es un favor que les hacemos; está en el interés de la propia UE”, ha argumentado el comisario europeo de Política de Vecindad y Negociaciones para la Ampliación, Johannes Hahn, en conferencia de prensa. El comisario austriaco no ha ocultado que el proceso se topa como mínimo con el escepticismo de muchos Estados miembros. “Tenemos que explicarles a los ciudadanos los beneficios. Las encuestas muestran que todavía son reacios. Tenemos mucho trabajo que hacer en esta área”, ha admitido, aludiendo a su propio país.

Bruselas quiere situar a los Balcanes en el centro de las prioridades europeas tras años de vacío. La Comisión lanzó una nueva estrategia el pasado febrero con la intención de que algunos de los seis territorios —la mayoría herederos de la antigua Yugoslavia— incluidos en este paquete optaran a integrarse en la UE en 2025. Serbia y Montenegro ya tienen el proceso abierto. Bruselas espera ahora que se sumen también Albania y Macedonia, dos de los países más pobres del continente. Para lograrlo se requiere la unanimidad de los 28 países europeos. Bosnia y Kosovo, por último, aún están lejos de esa perspectiva. “Este es el momento en que reconocemos cambios positivos para dar pasos irreversibles hacia la UE”, ha destacado la alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, que este martes inicia una gira por los Balcanes para reforzar el mensaje.

La mayor parte de los socios europeos —en particular Francia y Alemania— rechazan ese entusiasmo y consideran precipitado el debate. Aunque los problemas de la UE no se limitan a los países de incorporación más reciente, la batalla con Polonia y Hungría por el cumplimiento del Estado de derecho y la migración, así como las demoras en lucha contra la corrupción que muestran Rumania y Bulgaria, abonan la llamada fatiga de ampliación.

Por otra parte, la UE ha vivido con inquietud las últimas turbulencias de la región. En Macedonia, el riesgo de enfrentamiento étnico se reavivó hace un año cuando una turba irrumpió en el Parlamento. Los nacionalistas protestaban por la elección de un presidente parlamentario de la minoría albanesa por primera vez en la historia del país. Tanto este país, que está en proceso de resolver sus disputas con Grecia por el nombre, como Albania cuentan con Gobiernos proeuropeos y Bruselas quiere aprovechar ese vínculo para alejar otras influencias, esencialmente la rusa.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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