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El nuevo presidente de Angola desmonta el imperio familiar de Dos Santos

João Lourenço destituye a Isabel dos Santos de la empresa nacional petrolífera y dos hermanos se quedan sin la televisión pública

João Lourenço, presidente de Angola.
João Lourenço, presidente de Angola.

En menos de dos meses de mandato el nuevo presidente de Angola, João Lourenço, ha desmontado el entramado de los negocios familiares de su antecesor Eduardo Dos Santos, que estuvo 38 años en el cargo. Un hijo tras otro han visto perder sus cargos y sus contratos preferentes con el Gobierno; ni siquiera la primogénita, Isabel Dos Santos, se ha salvado.

En su toma de posesión ante la Asamblea de la República, Lourenço declaró la guerra a los monopolios y anunció una ley sobre la competencia, y la adaptación de la banca nacional a las reglas internacionales. Denunció el oligopolio de las telecomunicaciones —donde Isabel Dos Santos es dueña de la principal, Unitel— y el del cemento —donde también hay intereses de la familia—. "La competencia desleal en la industria del cemento hace disparar los precios por la paralización de dos unidades fabriles", denunció. Le faltó decir que la única que funciona, Cimangola es de Isabel Dos Santos. Pocos se tomaron en serio su ambicioso discurso, pues provenían del hombre que había elegido Dos Santos para sucederle; pero 50 días después, aquellas palabras se han cumplido.

Una cascada de destituciones en todos los cargos públicos cae sobre el país, de la televisión a los hospitales. Lo primero fue suprimir el servicio presidencial de comunicación, ligado a hijos de Dos Santos; después los hermanos Tchizé y Corean Du, dueños de Semba Comunicación, se quedaron sin el contrato para la gestión del segundo canal de la televisión pública TPA y de su canal internacional.

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Pero el punto vital para creer en las reformas de Lourenço, la vara de medir su osadía, era la primogénita de Dos Santos, Isabel, la mujer más rica de África, presente en los negocios cruciales de la economía del país.

Había pistas, tras el ataque al oligopolio de la telefonía móvil y los cambios en Endiama, la empresa nacional de diamantes, donde tanto Isabel como su marido Sindika tienen muchos intereses, pero la prueba final llegó en la mañana del miércoles con la destitución de Isabel en la dirección de Sonangol, la empresa estatal del petróleo, que supone más del 90% de las exportaciones del país. Hace dos años fue colocada por su padre en la presidencia del Consejo de Administración de Sonangol, "la gallina de los huevos de oro del país", según declaró Lourenço en la toma de posesión de los nuevos administradores.

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Do momento, solo Filomeno, el hijo mayor, se mantiene en un cargo público fundamental, el Fondo Soberano del país

Aunque las destituciones continúan a ritmo frenético, de momento solo se salva su hermano mayor, José Filomeno dos Santos, que preside el Fondo Soberano de Angola, pieza clave en el esquema financiero del país.

Días antes de los más de 50 decretos de nombramientos y destituciones, Lourenço advirtió de los "innumerables obstáculos en el camino" pero garantizó que iba a seguir en el combate a la corrupción.

El decidido gobierno de Lourenço ha levantado múltiples interpretaciones, pero es unánime la consideración de que el nuevo presidente no es, como se temía, un títere de Dos Santos, que sigue de presidente del partido gobernante, el MPLA. Lourenço tiene detrás más apoyos de los que se pensaban, incluso para contrariar descaradamente a su antecesor, pues no contento con destituir a los miembros de la familia está reponiendo a personas represaliadas por Dos Santos.

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